Emprender con pasión: un homenaje a la hamburguesa americana
La "Burger Sessions" suma adeptos por el boca a boca y las redes sociales. Un encuentro para fanáticos, y no tanto, que quieren saber por qué crece en todo el mundo "la cultura hamburguesera".
"No se preocupen por la temperatura del pan, la hamburguesa tiene que comerse así, que no te queme como las de rotisería, que te entre en una sola mano, cómoda, y en la otra una birra"
Patxi Ballester nos habla a los 25 comensales ávidos por saber y comer hamburguesas, como si hablara de arte, o de platos sofisticados, o de cosas, esas cosas que hablan los eruditos, con sapiencia y calma, con certezas. La "Burger Sessions" no es ir a comer hamburguesas, es vivir una experiencia en torno a ellas.
Hace tiempo que la hamburguesa se transformó en un objeto de culto, en una opción gastronómica para todos los gustos y paladares, con fanáticos que buscan la suya, influencers famosos que reseñan sobre ellas y recomiendan lugares, e incluso, con un documental que recorre las mejores de Estados Unidos, donde nació todo, y hecho por argentinos. La "cultura hamburguesera", como la llaman, crece en todo el mundo.
"Yo fui gastronómico mucho tiempo. Fui encargado del restaurante El Palenque, en la Arístides. Pero me cansé. Entonces, si hacía algo gastronómico tenía que ser desde el punto de vista pasional. Nada de carga horaria, presiones o eso", dice Patxi Ballester, y así nació Burger Sessions, un encuentro sin sofisticaciones, en donde la estrella es la hamburguesa.
A una cuadra de la plaza Godoy Cruz, en una fábrica de cervezas, Patxi prepara todos los viernes hamburguesas para 25 personas, con reserva, que homenajean los grandes exponentes de la cultura hamburguesera americana y algunas de autor. "Nunca digo cuáles van a ser las hamburguesas de ese viernes. La genta llega y se entera acá", expresa sobre el menú, y agrega: "No tendría un restaurante clásico. No es el espíritu de la Burger Sessions".
Este encuentro de fanáticos, que se fueron enterando por el boca a boca, por la recomendación de un amigo, por las redes sociales, se desarrolla entre charlas y cervezas, hasta que la plancha empieza a humear y las hamburguesas con cortes molidos y seleccionados se encuentran en su punto. Allí, Patxi toma la palabra y mientras algunos sacan fotos y otros lo filman atentamente, revela el menú de esa noche que incluye siempre dos hamburguesas con papas y un helado. Un menú recargado por $450.
"La molida común no tiene calidad. Nunca podés confiar en lo que te muele el carnicero. Yo hago moler vacío, matambre, tapa de asado o roast beef", pretensiones que se traducen en sabor. Además, utiliza el mejor queso cheddar del mercado, sal con especias para las papas y pan de papa. Este último es una hermosa receta de pan a base de puré de papas y manteca, muy utilizado para abrazar el medallón de carne en todo el mundo.
Indudablemente, a la hora de emprender la pasión juega un rol inigualable. Por eso nos preguntamos: ¿hay otras opciones para comer hamburguesas en Mendoza? Un montón. ¿Vivir una experiencia en torno a ella? Sólo una.