Del disfrute al ajuste: en 2025 el aguinaldo se volcó a pagar deudas y no a vacaciones como en 2024

Un relevamiento de Focus Market muestra un giro marcado respecto del año pasado: creció con fuerza el pago de deudas y la cobertura de gastos esenciales, mientras retrocedieron las vacaciones, la inversión y el ahorro, en un contexto de mejora macroeconómica que aún no se traduce en mayor poder adquisitivo.

El aguinaldo de diciembre de 2025 confirma un cambio profundo en las decisiones financieras de los hogares argentinos. Lejos de destinarse mayormente al consumo recreativo o a la inversión, una porción creciente se orienta a cubrir deudas y gastos esenciales, en un contexto de inflación más baja y dólar estable, pero con salarios que continúan perdiendo capacidad de compra.

Así lo revela un estudio de la consultora Focus Market, basado en 3.875 casos, que analiza en qué utilizarán el medio aguinaldo los trabajadores registrados. Según los últimos datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), 10.051.200 personas están en condiciones de cobrar este ingreso adicional: 6.204.300 del sector privado, 3.406.000 del sector público y 440.900 de casas particulares.

Del disfrute al ajuste: en 2025 el aguinaldo se volcó a pagar deudas y no a vacaciones como en 2024

El informe muestra que el aguinaldo dejó de ser percibido como un "extra" y pasó a funcionar como un instrumento de alivio financiero. "El aguinaldo de diciembre 2025 muestra una orientación más conservadora y defensiva comparado con 2024, con un énfasis en reducir deudas y cubrir gastos esenciales, reflejando desafíos persistentes en el poder adquisitivo pese a mejoras macroeconómicas", explicó Damián Di Pace, director de Focus Market. Y agregó que esta conducta "indica una recuperación incompleta para los hogares medios y bajos, que priorizan la estabilidad por sobre el crecimiento patrimonial".

Del disfrute al ajuste: en 2025 el aguinaldo se volcó a pagar deudas y no a vacaciones como en 2024

El dato más contundente del relevamiento es el salto en el pago de deudas, que pasó del 13% al 29%, un incremento de 16 puntos porcentuales, el mayor entre todos los rubros analizados. A esto se suma un mayor peso de los gastos generales, lo que en conjunto implica un aumento de 18 puntos en usos ligados a la supervivencia cotidiana. 

El fenómeno no es aislado: encuestas de mediados de 2025 ya mostraban que el 31% de los argentinos había utilizado el aguinaldo de junio para cubrir gastos básicos. En la clase media, la presión es aún mayor: el 53% recurrió durante el año a ahorros o endeudamiento para afrontar el día a día.

En paralelo, se observa un retroceso del consumo vinculado al ocio y la inversión. El uso del aguinaldo para vacaciones cayó del 26% al 19%, mientras que la inversión en acciones descendió del 23% al 19%, lo que representa una baja combinada de 11 puntos porcentuales. La menor predisposición al gasto recreativo se explica tanto por la cautela económica como por un cierre de año con menos margen para licencias prolongadas.

Di Pace también subrayó un dato que marca un quiebre respecto de años anteriores: "Que el stockeo en supermercado caiga al 1% y el plazo fijo se quede en solo 2% es una señal clara de normalización. La gente ya no siente la necesidad de correr a acopiar antes de que suban los precios ni de inmovilizar pesos a 30 días con tasas reales negativas".

Según el consultor, este es "el primer aguinaldo en años donde la inflación esperada está por debajo de la tasa de interés", lo que explica por qué muchos prefieren pagar deudas o mantener liquidez antes que congelar el dinero.

La compra de dólares, tradicional refugio de valor, también pierde protagonismo: cayó del 16% al 12%, una reducción de 4 puntos, asociada a un tipo de cambio más estable y a menores expectativas de sobresaltos. Las billeteras digitales se mantienen sin cambios en el 7%, mientras que las opciones clásicas de ahorro, como el plazo fijo, siguen relegadas, en un escenario donde el REM del BCRA proyecta para diciembre de 2026 una tasa nominal anual cercana al 20,9%, insuficiente para seducir a los ahorristas.

"El salto de 13% a 29% en pago de deudas es el dato más elocuente del relevamiento: el aguinaldo dejó de ser un ‘extra' para convertirse en el parche que muchas familias de clase media usarán para cerrar el mes", remarcó Di Pace. Y advirtió que, aunque la macroeconomía muestra señales de ordenamiento, "el salario real todavía no acompaña y las tarjetas de crédito siguen siendo el oxígeno de los hogares".

El diagnóstico coincide con otros indicadores oficiales. Datos del INDEC señalan que en 2025 el 37,4% de las familias utilizó ahorros para afrontar gastos corrientes, el doble que en 2003, lo que refleja la presión estructural sobre los ingresos. En ese contexto, el aguinaldo de diciembre -que debe pagarse antes del 18- aparece más como una herramienta para equilibrar cuentas que como una oportunidad para planificar a largo plazo.

La comparación entre diciembre de 2024 y diciembre de 2025 deja en evidencia un reordenamiento de prioridades: menos consumo discrecional, menos refugio en el dólar y más foco en sostener la economía doméstica. Un cambio que sintetiza el clima de época de los hogares argentinos.

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