Qué falta para que vuelvan a abrirse las puertas de la banca internacional para la Argentina
"Volver al mercado es pensar en emisiones más allá de 2030. Es ahí donde está el premio para los inversores y donde la Argentina debe mostrar convergencia hacia las curvas de deuda de países comparables".
La reciente emisión de deuda de la Ciudad de Buenos Aires -US$600 millones al 7,8% anual- reavivó una pregunta clave en el mercado financiero: ¿está la Argentina cerca de volver a financiarse en la banca internacional?
María Julia Rumi, en una nota que publica este lunes el diario La Nación, dio cuenta de algunos factores centrales.
Señala que para analistas y bancos de inversión, el exitoso resultado de la colocación porteña podría anticipar una ola de emisiones provinciales y, eventualmente, el regreso del Tesoro nacional a los mercados globales. Pero aún quedan pasos determinantes.
El termómetro del riesgo país: qué nivel hace falta
El principal obstáculo es claro: el riesgo país, que sigue lejos del umbral que los fondos internacionales consideran aceptable.
La economista Manuela Grassano (Invecq) recordó que cuando se emitió el Bonte 2030 -considerado un anticipo de salida al mercado- el indicador del JP Morgan se ubicaba cerca de 600 puntos básicos. Hoy, tras una mejora que no logró sostenerse, volvió a ubicarse por encima: cerró en 628 puntos.
"El mercado espera que el riesgo país baje a alrededor de 400 puntos para que la Argentina pueda volver a emitir deuda soberana", afirmó Grassano. Para ella, la clave será la acumulación de reservas y eventuales cambios en el esquema cambiario. "Si el Gobierno da señales claras, es probable que para el primer trimestre del año que viene estemos volviendo a los mercados".
Las condiciones internas y externas
Informes recientes de bancos globales como Goldman Sachs coinciden en que la Argentina es el país de la región con mayor margen para seguir reduciendo su riesgo, siempre que logre aprobar reformas en el Congreso, normalizar la inflación y sostener la recuperación económica.
Pero no todo depende del frente interno. Leonardo Chialva, socio de Delphos Investment, advirtió que en la última semana "se complicó el contexto global", marcado por episodios de volatilidad que encarecen el financiamiento para los emergentes. Aun así, sostiene que el país está "al borde" de volver a los mercados.
"El Gobierno está privilegiando la baja de tasas antes que el acceso por sí mismo, y tiene sentido con las fortalezas fiscales y de deuda actuales", planteó. También remarcó la importancia de obtener financiamiento barato: "Conseguir plata a un costo alto reavivaría dudas sobre la sustentabilidad de la deuda. Lo razonable arranca con un riesgo país de 550 puntos o menos".
Apetito por activos argentinos: una señal alentadora
Para Adrián Yarde Buller (Facimex Valores), la emisión porteña dejó otro dato importante: la demanda fue casi tres veces superior al monto ofrecido, lo que muestra que los capitales globales vuelven a mirar a la Argentina.
"Pareciera que el mercado empieza a convencerse de que pronto el soberano también podrá sumarse a este tipo de operaciones", señaló. Según su evaluación, la curva actual ya refleja que el país podría financiarse a tasas de un dígitosiempre que no emita instrumentos demasiado largos.
Caputo, reservas y un posible repo
El frente financiero también mira a los próximos vencimientos. Fernando Marull, socio de FMyA, destacó que mientras las empresas se financian al 8% y el ministro Luis Caputo logra tasas cercanas al 10% en emisiones de largo plazo, el Gobierno buscará cubrir pronto los US$4200 millones que vencen en enero.
"Hay altas chances de un repo con garantías, aunque también puede haber más deuda en pesos, como el Bonte 2030, para cumplir la meta de sumar US$9000 millones de reservas hacia diciembre de 2025", explicó.
La mirada de largo plazo
El director de Rafaela Capital, Fernando Camusso, coincidió en que el primer paso es consolidar la baja del riesgo país. "La compresión sostenida por debajo de 600 puntos es indispensable", afirmó. Y sostuvo que, aunque una emisión soberana podría testearse en 2026, una verdadera vuelta a los mercados implica pensar más allá del corto plazo.
"Volver al mercado es pensar en emisiones más allá de 2030. Es ahí donde está el premio para los inversores y donde la Argentina debe mostrar convergencia hacia las curvas de deuda de países comparables".
¿Cuándo vuelve la Argentina?
La respuesta sigue abierta, pero la conclusión común entre analistas es que la puerta está entreabierta. El interés existe, las colocaciones recientes fueron exitosas y la situación fiscal es más sólida que en el pasado. Sin embargo, el país todavía necesita:
- Reducir el riesgo país a niveles cercanos a 400-550 puntos.
- Acelerar la acumulación de reservas.
- Consolidar reformas y estabilidad macroeconómica.
- Esperar un contexto internacional más calmo.
Si esas condiciones se alinean, el regreso de la Argentina a la banca internacional podría dejar de ser un escenario distante y convertirse en una realidad en los próximos trimestres.