Silvia Torres Carbonell: "Hoy no hay mejor momento que este para emprender"

Desde la creación de programas académicos y clubes de inversores hasta el apoyo a cientos de escuelas rurales, su recorrido demuestra que la verdadera transformación comienza cuando se suman propósito, innovación y acción.

EntornoPyme

La mañana del sábado en EntornoPyme (Radio Post FM 92.1) tuvo como protagonista principal a Silvia Torres Carbonell, referente indiscutida del ecosistema emprendedor argentino y latinoamericano.

Entrevistada por Gabriel Piconero y Anabel Angileri, compartió su visión sobre la educación, el emprendedorismo, la inversión y el rol de las mujeres en la innovación, además de repasar la historia y los logros de la Fundación Ruta 40, organización que preside desde hace dos décadas.

Administradora de empresas, contadora y con formación en psicopedagogía, Silvia dedicó su vida profesional a abrir caminos: fue pionera en la creación del primer Centro de Emprendedores de la Escuela de Negocios de la Universidad Austral; fundadora del primer Club de Inversores Ángeles en Argentina; y promotora incansable de la formación de líderes con visión emprendedora. Su recorrido combina experiencia académica, empresarial y social, con una convicción clara: "El espíritu emprendedor es mucho más que crear una empresa; es la capacidad de co-crear el mundo".

Un sueño familiar convertido en una red de impacto

Silvia Torres Carbonell: "Hoy no hay mejor momento que este para emprender"

La Fundación Ruta 40 nació en 2003 como un sueño familiar. Silvia lo recuerda con emoción: "Hace poco celebramos los 20 años. La idea surgió viajando con mi marido y mis tres hijos por distintas provincias del país. Siempre me gustaba que ellos conocieran la realidad de las escuelas rurales, y en un pueblito de La Poma entendimos que los chicos necesitaban mucho más que útiles escolares. Ahí nació el proyecto".

El propósito fundacional fue claro y potente: "La Ruta 40 es la columna vertebral de la Argentina, y la educación es la columna vertebral de una persona. Sin educación, no podés mirar ni transitar el futuro".

Con esa visión, se propusieron apoyar al menos una escuela por cada provincia atravesada por la Ruta 40. Hoy, la fundación acompaña a casi 400 escuelas rurales en diferentes regiones del país, incluyendo varias en Mendoza. El trabajo abarca programas de alfabetización, matemáticas, educación en valores, salud visual y emocional, además de actividades de integración cultural.

Silvia Torres Carbonell: "Hoy no hay mejor momento que este para emprender"

Silvia destaca que uno de los mayores aprendizajes ha sido la actitud solidaria de los argentinos cuando confían en un propósito noble: "Las empresas, los voluntarios y las personas individuales se involucran. Y del otro lado, las comunidades educativas reciben con gratitud y alegría. Eso genera un círculo virtuoso que emociona".

El desafío principal, afirma, es garantizar igualdad de oportunidades para niños que crecen en contextos alejados y muchas veces invisibilizados: "Logramos que 40 chicos de dos escuelas mendocinas conocieran por primera vez la ciudad de Mendoza.

La distancia no solo es geográfica, también es simbólica. Hay que acercarles experiencias sin que pierdan su identidad local, el amor por su tierra y su cultura".

Emprender con mente, corazón y manos

Más allá de su rol en la Fundación, Torres Carbonell es reconocida como formadora de emprendedores. Su mensaje es claro: "Emprender no es solo soñar, es ejecutar".

Explica que todo proyecto necesita tres dimensiones:

  • La mente, para informarse, formarse, identificar problemas y buscar mentores.

  • El corazón, porque sin pasión y motivación real es imposible sostener el esfuerzo.

  • Las manos, para llevar a la práctica lo aprendido y lo deseado.

"Si falta alguna de estas tres partes, el emprendimiento no prospera. Además, hay que enamorarse del problema que se quiere resolver. Solo así se puede encontrar la solución adecuada y el modelo de negocio que genere y capture valor. Y lo más importante: hay que estar en permanente innovación, porque las oportunidades cambian todo el tiempo".


El ecosistema inversor: del pionerismo a la consolidación

A fines de los años 90, Silvia se convirtió en pionera al crear el primer Club de Inversores Ángeles de Argentina. Inspirada por su paso por el MIT en Boston, trajo al país un modelo que entonces no existía. "Cuando empecé en 1999, no había ecosistema. Apenas nacía Endeavor. Pero los emprendedores siempre estuvieron; lo que faltaban eran estructuras de financiamiento y apoyo".

Dos décadas después, el panorama es distinto. Aunque reconoce que emprender sigue siendo riesgoso, asegura que el ecosistema maduró: "El inversor ángel invierte en el emprendedor, comparte su riesgo. Y aunque el contexto económico influye, la mirada de quienes apuestan a startups es de mediano plazo y con visión global".

Recordó que tras la pandemia, en 2021, la inversión en la región se triplicó, para luego caer en 2022 y 2023. En 2024 la curva comenzó a repuntar, y este año se observa nuevamente interés en proyectos con potencial. "Hoy Argentina está en el rumbo correcto. Un país que se abre al mundo, elimina trabas y permite flujo de fondos genera condiciones ideales para que la inversión en startups siga creciendo".

Mujeres que emprenden, mujeres que invierten

Otro de los ejes de la conversación fue el rol femenino. Silvia aseguró que las mujeres ya lideran todo tipo de emprendimientos, aunque el ritmo de crecimiento aún podría ser mayor. Destacó especialmente el programa Wise Women in STEM Entrepreneurship, que coordina desde hace ocho años junto al BID Lab: "Ya capacitamos a más de 15.500 mujeres en toda Latinoamérica, sobre todo en áreas científico-tecnológicas. Queremos que no solo investiguen, sino que transformen innovación en empresas".

En materia de inversión, el camino es más lento, aunque alentador. "Cuando fundamos el Club de Inversores Ángeles en 2001, yo era la única mujer. Hoy hay cinco, contra 70 hombres, pero va creciendo. Además, cada vez más mujeres lideran fondos de inversión o clubes de ángeles en la región".

Para Torres Carbonell, la clave está en la complementariedad: "No se trata de hombres o mujeres, sino de miradas complementarias que enriquecen las decisiones. El talento no tiene género".


La energía de seguir adelante

Con más de 25 años dedicados al emprendedorismo, Silvia no pierde el entusiasmo. La pregunta de qué la motiva aún tiene una respuesta contundente: "Cada vez que alguien me dice: ‘me transformaste la vida con un consejo, una mirada o un programa', siento que vale la pena. Eso me mantiene activa. Es una vocación de servicio".

Mencionó especialmente el programa Naves, que coordina hace más de dos décadas: "Recibo mensajes de personas que lo hicieron en 2006 y me cuentan cómo aplicaron lo aprendido. Ese impacto es invalorable".

Para el cierre, dejó un mensaje inspirador a la audiencia: "Hoy no hay mejor momento que este para emprender. Tenemos tecnologías y acceso a información como nunca antes. El desafío es encontrar un propósito -sea social, económico o deportivo- y dejar una huella positiva en los demás. No se rindan, sigan: la prosperidad de la patria viene por ahí".

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