Institute of International Finance resaltó los resultados de la economía argentina, pero advierte sobre sus debilidades

Luego de que la calificadora de riesgo Moody's mejorara la nota de la deuda argentina, la gestión económica del Gobierno argentino sumó los elogios del Institute of International Finance (IIF), el influyente think tank de los bancos internacionales. De todos modos, en ambos casos advirtieron sobre los desafíos que persisten, como la necesidad de levantar el cepo cambiario en un escenario de reservas netas negativas.

A finales de la semana pasada, Moody's elevó la calificación de la deuda argentina de "Ca" a "Caa3" y modificó la perspectiva de "estable" a "positiva". Según la calificadora, "el enérgico cambio de política ha activado un ajuste fiscal y monetario que está ayudando a abordar los desequilibrios económicos y estabilizar las finanzas externas, reduciendo la probabilidad de un evento crediticio".

No obstante, Moody's alertó que persisten riesgos significativos en cuanto a la capacidad del país para cumplir con los pagos de la deuda externa. Entre los principales desafíos se destacan la remoción de los controles de cambio y capitales, así como la exposición a posibles shocks externos que podrían derivar en pérdidas sustantivas para los tenedores de bonos.

Por su parte, el IIF destacó que la "terapia de shock" implementada por el Gobierno ha logrado estabilizar la economía rápidamente, allanando el camino para un repunte del crecimiento. Sin embargo, advirtió que el enfoque cauteloso en torno al levantamiento de los controles cambiarios responde a la baja liquidez externa y a una inflación todavía elevada. En su informe, la institución señaló que mantener el cepo podría generar desequilibrios y distorsiones que afectarían la economía a mediano plazo.

Durante su reciente participación en el Foro Económico de Davos, el presidente Javier Milei reafirmó su compromiso de levantar el cepo cambiario este año, calificándolo como una "aberración". No obstante, también aseguró que su administración no tomará esta medida hasta que se den las condiciones necesarias para evitar riesgos económicos.

El IIF advirtió que las principales preocupaciones sobre la eliminación de los controles cambiarios radican en la limitada liquidez en dólares para hacer frente a shocks externos y en el impacto inflacionario que podría generar la fluctuación del tipo de cambio en un contexto político desafiante, con las elecciones legislativas de octubre en el horizonte.

Según el think tank, la liberalización del mercado de divisas podría impulsar el crecimiento económico, pero requeriría una inyección de al menos 10.000 millones de dólares en reservas, cifra que podría obtenerse a través de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Un desembolso de esta magnitud afirmó el IIF, estaría en línea con programas anteriores del organismo, proporcionando los recursos necesarios para intervenir en el mercado cambiario ante posibles turbulencias.

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