Chile revela la clave para que la minería y la agricultura convivan con el cuidado del agua

El Director de Aguas de Chile, Rodrigo Sanhueza, afirmó que la minería, la agricultura y la población deben construir una "mirada objetiva" cuenca por cuenca, desmitificando porcentajes globales y apostando por la desalinización ante la finitud del recurso hídrico.

El debate sobre si el agua de Mendoza alcanza para sostener simultáneamente la agricultura y la minería encuentra un eco y una respuesta en la experiencia de Chile, el principal productor de cobre del mundo. En el marco del Congreso Internacional del Agua, Rodrigo Sanhueza, director de Aguas de Chile, compartió en una entrevista realizada por Julian Chabert para Radio Post, la estrategia de su país para gestionar el recurso hídrico, un modelo que se basa en la gestión integrada y el diálogo sinérgico entre sectores.

La dificultad de la convivencia

Sanhueza reconoció que no ha sido ni es un trabajo fácil gestionar el recurso entre distintos sectores, y ante la pregunta de si se "pelean", respondió: "No, siempre hay discusión, desde la presentación de un proyecto nuevo o de la ampliación de un proyecto ya existente, ¿Qué va a ocupar o que no va a ocupar agua o que eventualmente si está modificando su matriz hídrica."

Sin embargo, enfatizó la necesidad de un "trabajo que tiene que hacerse de manera sinérgica entre los distintos rubros que habitan en una cuenca."

Para aliviar la presión sobre las fuentes continentales, el funcionario destacó los esfuerzos del sector minero. "En Chile está ocurriendo que muchas de las empresas mineras ya en el territorio están buscando agua desalada para los procesos," explicó. Esta agua puede ser de mar o bien desalinizada para el uso específico de los campamentos, entre otros.

Sanhueza señaló que todos los sectores están preocupados por la gestión: "ya sea de la agricultura, del abastecimiento, de agua para la población, en Chile existen los sistemas de abastecimiento rural, y también las empresas sanitarias, todos estamos preocupados, ¿cierto? De cómo se gestiona de mejor manera el recurso hídrico para abastecer, ¿cierto? La matriz productiva del país." Esta matriz productiva incluye a la minería, la electricidad (hidroeléctrica), la agricultura y las "otras miradas que se han ido sumando en los últimos años, tienen que ver con la protección del ecosistema, la mirada sin humedales, la remediación, etcétera, etcétera."

La realidad es la que define los porcentajes

Al abordar el mito sobre el uso del agua, donde globalmente la agricultura es la mayor consumidora, Sanhueza pidió cautela y enfoque local: "Quizás esos valores que tú mencionas son más bien valores a nivel mundial, en general esos son los porcentajes. Y lo que uno debe hacer es cuál es el análisis de los porcentajes por cuenca."

El Director de Aguas de Chile detalló que, en las cuencas del Norte, donde la minería predomina, "probablemente los porcentajes tienden a igualarse o bien la minería ocupa un porcentaje mayor." Esta realidad local es vital para la planificación, especialmente considerando que en esas zonas "el resto del año no cae ni una gota," lo que hace "supercomplejo administrar estos los pocos recursos hídricos que van alimentando ya sea las fuentes superficiales."

La solución: mesas estratégicas y mirada objetivo

La estrategia chilena para ordenar este complejo panorama se basa en el Plan de Adaptación al Cambio Climático en Recursos Hídricos. Esto "se aterriza en planes por Cuenca y ahí en Cuenca por Cuenca," en un país que tiene "101 cuencas, o sea, el trabajo y el desafío grande."

La herramienta fundamental es la Mesa Estratégica de Recursos Hídricos, donde interactúan todos los actores: "Los actores de la Cuenca, que son los agricultores, los sistemas de APR, las comunidades indígenas cuando existen, la minería también con sus representantes."

El objetivo de estas mesas no es la confrontación, sino la construcción: "y ponemos en la mesa cuáles son las problemáticas, qué es lo que se está mirando y qué es lo que se quiere construir como una imagen objetivo de la Cuenca."

Sanhueza insistió en que esta imagen objetivo debe conciliar prioridades ineludibles. La minería debe existir y la agricultura "no puede fenecer, tiene que permanecer en el territorio porque es quien nos da seguridad alimentaria." Además, está el abastecimiento de agua para la gente, que es contar "justamente con el recurso calidad y continuar en el servicio." Estas materias son "justamente las que se disputen en la mesa estratégica."

El consejo para Argentina

Ante el desafío de sentar a todos los actores en una misma mesa en Mendoza, Sanhueza ofreció una reflexión final: "Más que convencer, yo creo que hay que poner en la mesa cuáles son las realidades existentes de cada una de las cuencas y la importancia que tiene para la provincia o que tenga para el país. Avanzar en estas cuestiones."

El funcionario subrayó la gravedad del problema hídrico, ya que "el recurso hídrico es un bien preciado. Un bien que es finito, no tenemos una máquina para hacer agua, y sabemos que el cambio climático ha pesado ha pegado súper fuerte."

La única conclusión es la planificación llamada "gestión integrada recurso hídrico donde todas las miradas confluyen a esta mirada objetivo que es lo que se quiere hacer," potenciando el ecosistema, asegurando el abastecimiento a la gente, y los otros usos productivos como minería y electricidad.

Reconoció el papel vital del campo: "la agricultura es un actor superrelevante. Son los primeros que estuvieron a pala y picota. Abriendo canales y son los que nos alimentan, son aquellos que producen los alimentos que nosotros consumimos." Por ello, es importante escucharlos, "pero ciertamente hay que poner a todos los actores en la mesa como lo hemos hecho nosotros y creemos que ha sido una buena práctica y está funcionando."


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