La multinacional que fabriba Oreo, Terrabusi y Milka otorgó licencias masivas en medio del derrumbe del consumo

Más de 2.300 operarios quedaron suspendidos mientras Mondelez frena la producción por sobrestock y caída de ventas. La empresa habla de una "reorganización operativa", pero el gremio advierte que no ocurría algo similar desde 2001.

La filial argentina de Mondelez decidió interrumpir por completo la actividad en su planta de Pacheco -donde se fabrican marcas como Oreo, Terrabusi y Milka- y otorgar licencias a todos sus empleados por tiempo indeterminado. La medida, que alcanza a más de 2.300 trabajadores, generó un fuerte impacto en el sector y profundizó la incertidumbre laboral en un contexto de marcado retroceso del consumo masivo.

El freno productivo ocurrió en el establecimiento ubicado sobre el ramal Escobar de Acceso Norte, uno de los complejos más grandes de la industria alimentaria del país. Según fuentes gremiales, el anuncio se formalizó mediante comunicaciones internas que detallaban la suspensión de tareas y la activación de licencias pagas para la totalidad de la dotación, sin plazos definidos para el retorno a la actividad habitual.

Mientras en el sector señalan que la compañía reaccionó a un fuerte exceso de stock y a ventas en caída, Mondelez explicó que se trata de "una adecuación operativa prevista dentro de sus procesos de planificación" y que acciones similares se aplicaron en otros momentos para sostener la viabilidad del negocio a largo plazo. No obstante, referentes sindicales remarcan que una paralización de esta magnitud no se producía desde la crisis de 2001.

Desde el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) indicaron que el acuerdo alcanzado contempla tareas de mantenimiento y licencias rotativas, aunque aún no hay precisiones sobre las condiciones del regreso. Delegados internos describieron un clima de creciente preocupación y recordaron que la producción ya venía reduciéndose desde comienzos del año.

"Había escenarios distintos según cómo evolucionara la economía. Pero la demanda cayó y el sobrestock se volvió insostenible", explicó Jorge Penayo, representante gremial, quien señaló que la planta no logra colocar en el mercado miles de toneladas previstas para 2025 pese a la incorporación de nuevos productos.

El exceso de inventario fue el punto de inflexión. La compañía arrastra una baja sostenida en las ventas de alimentos procesados y, ante depósitos colmados y menor rotación en supermercados y mayoristas, decidió detener las líneas de elaboración hasta que el consumo muestre signos de recuperación.

Aunque los contratos continúan vigentes y no hubo anuncios de despidos ni de recortes en los salarios, la ausencia de un horizonte concreto sobre el reinicio de tareas mantuvo en alerta a los trabajadores. Las asambleas internas se multiplicaron en los últimos días y también se activaron contactos con autoridades municipales, que siguen de cerca el cuadro laboral y productivo.

Mondelez-Pacheco, un histórico polo de producción de galletitas y chocolates, quedó así completamente paralizado a la espera de que cambie el escenario de mercado. La continuidad del esquema de licencias y la fecha de reactivación dependerán de una recuperación en las ventas, coinciden delegados y fuentes de la empresa, que por ahora avanzan en un monitoreo conjunto de la situación.


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