Lana de vicuña, con la cotización más alta de la historia
Los programas de recuperación de la vicuña son un éxito. Un kilo de lana de vicuña se vende en el mercado internacional a más de 400 euros.
El kilo de fibra de vicuña se vende en el mercado internacional a más de 400 euros. Pero no siempre fue así. Dentro de los esfuerzos por preservar la especie, en 1975 fue incluida en el "apéndice I" de la Convención sobre el Comercio de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), con lo que quedó prohibida la comercialización de su fibra. Fue así durante 20 años, hasta que pasó al "apéndice II", lo que autoriza la venta de la fibra obtenida de ejemplares vivos.
Un informe difundido por la agencia alemana DW puso en el tapete la información. La vicuña es una especie muy importante para gran parte de Sudamérica, especialmente para Perú. Allí está presente en muchos ámbitos, desde la enseñanza nacional hasta el apellido de muchos peruanos. Está en la cultura, las tradiciones y la historia. Incluso en la prehistoria, ya que se han encontrado pinturas rupestres que la representan. Con su preciada lana se vestían los antiguos reyes incas y sus altos sacerdotes, que castigaban su caza con la pena de muerte. Sin embargo, a mediados del siglo XX, la vicuña estaba en serio peligro de extinción.
"La protección de la vicuña en Perú empezó en la década de los 60, cuando se estimaba una población de entre 5.000 y 10.000 ejemplares, como consecuencia de una caza furtiva indiscriminada", explicó Hugo Castillo Doloriert, investigador de la Universidad Nacional de San Marcos y del Instituto de Investigación y Desarrollo de Camélidos Sudamericanos (CONOPA). "El último dato oficial de la población de vicuñas en el país es el del cuarto censo nacional, realizado en 2012, en el que se contabilizaron un total de 208,899 ejemplares", detalló.
Según proyecciones, ahora podría haber hasta 450.000 vicuñas en ese país, aunque son meras estimaciones. "Para este año se tenía previsto realizar el quinto censo (postergado el año pasado), pero con la emergencia sanitaria actual es casi un hecho que será aplazado nuevamente", augura el profesor Castillo.
Entre los distintos países no hay un sistema compartido para contabilizar la población de este animal protegido. "Por esta razón, en la XXI Reunión Técnica del Convenio de la Vicuña, a realizarse en Ecuador y también postergada, el tema central serán las metodologías censales en vicuñas", adelanta.
Además, el Congreso Mundial de la Naturaleza, que se iba a celebrar en junio en Marsella, también ha sido pospuesto a enero de 2021 por la crisis de coronavirus. En el último, celebrado en Honolulú en 2016, se hizo hincapié en la prohibición del comercio ilegal de vicuña. La Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN deja así pendiente su análisis sobre la cuestión.
La fibra natural más fina del mundo
"La gente suele creer que la mejor lana es la de cachemir, pero la de alpaca y, sobre todo, la de vicuña, es mucho más fina y más escasa", explicó Christine Losser, fundadora de la marca de alta costura especializada en lanas de lujo Aqvarossa. En realidad, técnicamente no se puede hablar de "lana", término reservado comercialmente para la fibra procedente de la oveja. Y, cuando dice "fina", no se refiere únicamente a delicada y de buena calidad, sino también a su grosor. "El hilo se puede hacer grueso también, pero la fibra del pelo en sí es muy fina y su superficie muy lisa, lo que la hace muy suave al tacto. Y si se mira a través del microscopio se ve además que es hueca por dentro, lo que la hace más ligera y ayuda a mantener la temperatura corporal gracias a esa cámara de aire", explicó. Añadió que otras características son su impermeabilidad al agua y al viento, además de resultar antialérgica.
En Argentina
Catamarca y Jujuy son en Argentina dos de los puntos en donde más importancia se le ha dado a la crianza de vicuñas. Prevalecen prácticas artesanales para el chaku, la esquila de este animal para obtener su valiosa fibra.
En Catamarca precisamente, prevén que este año 2020 superen las cifras de obtención de lana. El año pasado de 2.439 vicuñas se obtuvieron 831, 405 kg de fibra.
Mientras que en Jujuy, la ‘cosecha' obtenida mediante la esquila sustentable de vicuñas silvestres por parte de comunidades de la Puna jujeña se triplicó en poco tiempo gracias al desarrollo de un programa con apoyo oficial que incorporó a esa actividad ancestral nuevas técnicas y herramientas.
Un programa multisectorial comenzó a trabajar en esto en 2014, pero los resultados comenzaron a verse en 2016, cuando las comunidades involucradas lograron llevar a cabo unos 11 chakus (encierres de vicuñas silvestres), de los que obtuvieron 136 kilogramos de fibra. Esa cifra se triplicó el año pasado, con la cosecha de 393 kilogramos de fibra en unos 19 chakus. En ellos se capturaron unos 2.530 animales y fueron esquilados cerca de 1.800.
"Hemos tenido un gran salto con los chakus -técnica ancestral para la esquila-, que se siguen haciendo de la forma en la que culturalmente se hacían, a diferencia de lo que ocurre en otras provincias, como Catamarca", señaló la secretaria de Desarrollo Productivo de Jujuy, Patricia Ríos.
En el video de abajo, el Conicet explica su programa de manejo de la vicuña: