En 5 claves, qué le deja Boric a Kast en materia económica

Para el próximo presidente, el desafío será impulsar un crecimiento más dinámico, equilibrar las cuentas fiscales y fortalecer la confianza de inversionistas nacionales e internacionales en un contexto regional que -como se evidencia en recientes comicios- avanza hacia propuestas económicas y políticas de perfil diverso.

La administración de Gabriel Boric deja a Chile con una economía estable pero con desafíos estructurales significativos, según un análisis publicado recientemente por ExAnte. 

El artículo, firmado por Jaime Troncoso R., ofrece un balance de las principales variables macroeconómicas al cierre del mandato, que serán parte del "heredado" al nuevo presidente del país vecino. 

Algunas de las claves son:

1- Crecimiento moderado y control de precios

Tras cuatro años de gestión, la economía chilena se ha encaminado hacia un crecimiento acotado, con proyecciones que sitúan el Producto Interno Bruto (PIB) entre 2,3 % y 2,5 % en 2025, lo que dejaría un promedio de cerca del 2 % anual durante el mandato de Boric

Esta cifra, aunque positiva frente a etapas recientes, queda por debajo de los registros históricos previos a la crisis social de 2019 y la pandemia de COVID-19

La inflación, que llegó a niveles superiores al 14 % en 2022, ha sido controlada de forma sostenida hasta ubicarse cerca del 3 % hacia fines de 2025, un logro que, según ExAnte, se atribuye principalmente a las decisiones del Banco Central chileno, aunque el Gobierno también jugó un rol mediante ajustes al gasto. 

2- Empleo y mercado laboral

En 5 claves, qué le deja Boric a Kast en materia económica

A pesar de la creación de 600 mil empleos formales durante el período, las reformas laborales impulsadas por el gobierno -como la reducción de la jornada laboral a 40 horas, el aumento del salario mínimo y cambios en el sistema previsional- han sido objeto de críticas por encarecer el empleo formal y aumentar los costos para las pequeñas y medianas empresas, señala el informe. 

Como resultado, la tasa de desempleo se sitúa en torno al 8,4 %, con desafíos particulares para ciertos sectores productivos.

3- Finanzas públicas y ahorro

Uno de los rubros más preocupantes que deja la gestión de Boric es la situación fiscal. La deuda pública alcanzó cerca del 41 % del PIB, en niveles considerados manejables, pero que limitan el margen de maniobra del próximo gobierno ante posibles shocks económicos. 

Además, el déficit estructural persistente y el uso de recursos del Fondo de Estabilización Económica y Social (FEES) -que cayó de más de US$ 7.500 millones en 2022 a unos US$ 3.800 millones a fines de 2025- reducen el colchón fiscal disponible para futuras crisis.

4- Mercados, inversión y pensiones

El mercado financiero chileno, simbolizado por el índice bursátil IPSA, ha experimentado una recuperación relevante, impulsada por expectativas favorables ante una eventual administración más orientada al mercado. Sin embargo, la inversión privada -especialmente fuera del sector minero- mostró debilidad en años recientes, con una caída de 0,8 % en 2024, aunque se proyecta una recuperación de 5,1 % para 2025

El impacto de los tres retiros de fondos de pensiones aprobados en 2020 y 2021 también se refleja en la menor profundidad del mercado de capitales: los activos previsionales pasaron de representar más del 80 % del PIB antes de la pandemia a cerca del 56 % hacia finales de 2022, con recuperación parcial en 2025 pero aún por debajo de los niveles previos. 

5- Un panorama con luces y sombras

Según el análisis de ExAnte, firmado por Jaime Troncoso R., el gobierno de Boric consiguió estabilizar la economía chilena en varios frentes clave, especialmente en el control de la inflación y la recuperación del mercado financiero. Sin embargo, persisten desafíos estructurales como el crecimiento limitado, el mercado laboral tensionado, la reducida capacidad fiscal y una inversión privada que aún no termina de despegar. 

Para el próximo presidente, el desafío será impulsar un crecimiento más dinámico, equilibrar las cuentas fiscales y fortalecer la confianza de inversionistas nacionales e internacionales en un contexto regional que -como se evidencia en recientes comicios- avanza hacia propuestas económicas y políticas de perfil diverso.

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