Más dudas que certezas en torno a la falta de provisión de asfalto

Las empresas que se dedican al rubro aducen que no tienen reservas y que no lo consiguen.

Las obras públicas y privadas han venido siendo víctimas de una legislación no oficial: la ley de la selva. Durante el año pasado, el acopio por parte de productores y proveedores mayoristas de materiales movió el precio hacia arriba de los principales productos necesarios para mantener a uno de los sectores que generan, por otro lado, más mano de obra en el país.

Mendoza no estuvo ausente y afectó, principalmente, a los municipios que no frenaron la obra pública, a quienes les resultaba muy difícil -sino imposible- conseguir hierro. Ese fue el caso de Guaymallén, que no frenó su plan de obras en la pandemia, al que rápidamente le aplicó protocolos para no paralizar tareas que después no sabría si podría continuar, debido a todas las demás consecuencias de esta etapa crítica para el país.

Ahora está sucediendo algo similar con la provisión de asfalto.

Las empresas que se dedican al rubro aducen que no tienen reservas y que no lo consiguen. Algunas comunas tienen todavía para funcionar, como Capital, a la que está costando conseguir hierro pero asfalto todavía tiene, igual que Godoy Cruz y la sureña Alvear.

Pero Vialidad Provincial y Guaymallén, que llevan un alto ritmo de asfaltado, sí se quedaron sin provisión.

La duda está en el por qué. En un principio se especuló con el corte de ruta que realizan en Neuquén a los centros petrolíferos, que ya está causando problemas en el suministro de diversos productos, principalmente combustibles.

Pero luego también se habló de especulación: la de siempre, guardar el producto para que falte y cueste más caro.

Sin embargo, no se ha desentramado el origen del problema actual, pero se sabe que si continúa, obligará a frenar obras en marcha, con el consiguiente descalabro en la planificación y la reacción vecinal, pero también esas maniobras dejan a gente sin trabajo.

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