Emprendedores con historia: Del horno familiar al corazón de Maipú, la vida de Miguel Di Betta

Con casi cinco décadas de historia, la Panadería y Confitería Cristian se convirtió en un emblema de Maipú. Miguel Di Betta, su fundador, repasa los inicios junto a su esposa, los desafíos del oficio y el legado que hoy continúa su hijo con creatividad e innovación. Una historia de esfuerzo, familia y sabor mendocino. Anabel Angileri en EntornoPyme.

Anabel Angileri

En el corazón de Luzuriaga, Maipú, hay una esquina que huele a bizcochuelos recién horneados, a pan caliente y a historia viva. Es la Panadería y Confitería Cristian, fundada hace casi cinco décadas por Miguel Di Betta y su esposa, un matrimonio que transformó una pequeña cocina en un emblema del barrio y un ícono de la panificación mendocina.

En una nueva edición del segmento Emprendedores con Historia de EntornoPyme, conversamos con Miguel, un hombre que no solo amasó pan durante toda su vida, sino también sueños, trabajo familiar y un legado que hoy continúa con su hijo Cristian.

Un sueño que empezó bajo tierra

"Comenzamos con mi señora, desde muy abajo. Cocinábamos en el horno de la cocina, vendíamos en un lugarcito de dos por dos", recuerda Miguel, con emoción y orgullo. Mientras ella amasaba a las tres de la mañana, él salía con una camioneta a repartir lo que luego se convertiría en la marca registrada de la casa: productos caseros hechos con esfuerzo y amor.

Emprendedores con historia: Del horno familiar al corazón de Maipú, la vida de Miguel Di Betta

En esos primeros años, la casa era también el local comercial. Con el tiempo, y gracias a la constancia, lograron adquirir el supermercado de la esquina y transformar la cuadra en un verdadero centro de elaboración y atención al público.

La panadería como oficio, empresa y comunidad

Miguel no habla solo de números o productos. Habla de valores. De empleados que llevan 40 años a su lado. De una chica que empezó a trabajar con él a los 17 y hoy, con 56, sigue siendo su mano derecha. "No hay panadería sin empleados", dice con énfasis, recordando también su rol como presidente de la Federación Argentina de la Industria del Pan.

"El cliente es quien paga el sueldo", les recuerda a sus trabajadores. Por eso, insiste en cuidar a la gente, ofrecer calidad y estar siempre innovando: "Antes una panadería hacía pan. Hoy hacemos más de 60 productos diarios".

La sangre panadera y creativa

Hoy, Cristian Di Betta, su hijo, ha tomado la posta con entusiasmo y creatividad. Las redes sociales y las ideas disruptivas lo convirtieron en una nueva cara visible de la panadería. La medialuna de 70 centímetros -una verdadera celebridad que llegó a medios nacionales como Infobae y al canal Olga en Buenos Aires- fue idea suya. También lo fue el ya famoso "alfajor del Dibu Martínez", inspirado en la icónica frase "Mirá que te como".

Emprendedores con historia: Del horno familiar al corazón de Maipú, la vida de Miguel Di Betta

"Cristian es el autor intelectual de muchas de estas ideas", afirma orgulloso Miguel, quien reconoce en su hijo una nueva visión que se complementa con la tradición. La empresa sigue siendo familiar, con otras hijas también involucradas, cada una desde su lugar.

Innovación sobre ruedas

Mucho antes de que se hablara de "delivery", Miguel ya pensaba en cómo llegar a sus clientes. En 1996, lanzó las "panaderías móviles": camionetas que recorrían los barrios llevando sus productos. Un modelo que hoy, aunque en versión más reducida, sigue activo. "Era como una sucursal andando por las calles", explica.

Reconocimientos y raíces

El intendente de Maipú, Matías Stevanato, reconoció la trayectoria de la panadería, y Miguel se muestra agradecido con su comunidad: "Maipú nos dio todo. Siempre digo que adelante de un gran hombre, hay una gran mujer. Y mi esposa es ese pilar".

La panadería también fue escenario de celebraciones locales. Miguel recuerda con cariño a la locutora Milka Durán, quien animaba los festejos del Día de la Madre en el local. "Era una persona especial, humilde, responsable. Una verdadera vecina de oro", evoca.

Consejos de horno para nuevos emprendedores

A quienes se inician en el oficio, Miguel les ofrece una receta infalible: aprender el oficio, tener pasión, compromiso y aceptar que no hay horarios cuando se trabaja con responsabilidad. "El pan se hace con agua, y todo lo que se hace con agua, deja", repetía su padre. Y así lo vivió.

"Uno tiene que saber comprar, vender, atender al cliente. Y sobre todo, hacerlo con amor", insiste. Para él, un negocio no es solo una estructura comercial, sino un lazo con la comunidad.

El futuro del sector

Como presidente nacional de la Federación de Panaderos, Miguel reconoce que el sector atraviesa momentos difíciles, pero también observa señales positivas. "Este nuevo escenario político trajo algo de estabilidad en los precios. Hay que tener paciencia y seguir apostando", asegura.

Ve al rubro en constante transformación, con desafíos estacionales como las ventas bajas en verano, pero destaca que la clave está en la adaptación y en seguir ofreciendo productos de calidad y buen servicio.

Casi 50 años después, la Panadería Cristian no es solo una panadería. Es una institución. Un rincón de Maipú donde la tradición convive con la innovación, donde se hornea la memoria del barrio y donde una familia ha sabido construir mucho más que una empresa: ha tejido comunidad, identidad y una historia de esas que vale la pena contar... y saborear.

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