El colmo de Chile sin paltas: ¿qué es lo que está pasando?

Choque de datos: la palta asciende en precio y disminuye en cantidad. La acusan de usar toda el agua disponible, pero desde el sector le pasan la responsabilidad a la sequía.

Las mejores paltas que hemos consumido en Mendoza son de producción chilena, las Hass. Pero este año casi no ha habido. Las que llegaron, lo hicieron carísimas, o muy pequeñas, mal maduradas en frigoríficos o directamente muy verdes, toda una sorpresa para el comprador, al punto de que muchos comercios prefirieron no "clavarse" con este producto.

Más inflación, más pobreza y menos ideas

En Chile pasa algo parecido. Es que la escasez ha aumentado notablemente el precio y a nivel comercio exterior se habla de una disminución de entre 15 y 20% de las cifras históricas. 

De hecho, el camino "mendocino" de viajar a las playas de Reñaca ya no lucen los otrora particulares puestos junto a las rutas en donde ofrecían paltas a precio accesible, calidad y cantidad. Más de una familia mendocina intentó mil métodos para poder pasarlas por la frontera. Pero ahora no hay. Es raro verlas en la calle y conseguirlas a precios accesibles en las verdulerías.

Algunas ofertas las ubican entre 4 y 5 mil pesos chilenos las 6 paltas, algo así como entre 2 y 2.500 pesos argentinos. ¡Y en Chile! Allí donde se las conseguía muy barato.

El problema es el agua y, por lo tanto, la afectación por la sequía de los cultivos tiene dos lecturas: no llueve, es cierto, puede apreciarse en el marrón imperante en pleno verano en una recorrida por el centro chileno. Pero también apareció el dato -ante estas circunstancias- de que los cultivadores de paltas requieren de muchísima cantidad de agua y que, en casos que ya son escandalosos, la quitan del consumo humano para poder producir en sus fincas.

La palta necesita entre 400 y 2000 litros de agua por kilo producido.

Hay una zona que se ha vuelto emblemática y es objeto de estudios: un estudio de la Universidad de Chile de 2015, muestra que la propiedad del agua en el acuífero del Río Petorca está conformada por 1248 Registros. La mayoría del caudal está destinado a las categorías "Empresas Agrícolas" (46,68%) y el 43% a "Personas Naturales". El Mercado de Aguas explicaría el 27% del total de registros, principalmente mediante "Compraventas". El estudio detectó una leve concentración geográfica de
captaciones con altos valores de caudal para la cabecera de la cuenca, asociado al rubro agrícola de exportación.

Guerra de datos a favor y en contra de la palta

Hay un choque de datos. Mientras algunos culpan a los agricultores que han sembrado paltas hasta en las laderas altas de los cerros de usar el agua que antes había en los arroyos y ríos, desde el sector indican que ellos son los que han tecnificado el riego y, por lo tanto, son los que mejor manejan el agua escasa.

Exhiben el estudio del Centro Regional del Agua para Zonas Áridas y Semiáridas de América Latina y el Caribe, CAZALAC -organismo patrocinado por la Unesco-, denominado "Estado del arte ambiental de plantaciones de Persea americana Mill en Chile", y que contó con el Comité de Paltas de Chile como organismo facilitador de la investigación y es un trabajo inédito dentro de la industria agrícola. 

Surgió ante la falta de información especializada respecto de los cultivos de paltos, luego de la participación de distintos actores de la industria en la Comisión Especial sobre Recursos Hídricos, Desertificación y Sequía del Senado, realizada en 2019.

Entre las principales conclusiones del reporte, destacaron el uso "eficiente y adecuado" del agua y la contribución a 14 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (ODS), entre los cuales se incluyen "Acción por el Clima", "Ciudades y Comunidades Sostenibles", "Producción y Consumo Responsables" y "Hambre Cero", entre otros.

"Consume menos que otros cultivos"

Una de las principales conclusiones de la investigación tuvo relación con el uso "eficiente y adecuado" del agua, un aspecto clave considerando los graves efectos que ha tenido la sequía, tanto para las comunidades rurales como para productores.

Al respecto, los investigadores concluyeron que la amplia cobertura de riego tecnificado entre los productores de paltas permite calificar como eficiente el uso del recurso hídrico, estimándose un consumo aproximado de 8.980 m3 de agua por hectárea analizado en zonas muestrales.

Este cálculo se suma al realizado por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) en 2013, entidad que sobre la base de la metodología Water Footprint Network estimó una huella hídrica de la palta en torno a los 427 l/kg.

De esta forma, señaló que "los paltos se ubican dentro del rango promedio del consumo de agua frente a otros cultivos frutícolas, incluso por debajo de algunas de las principales producciones" agrícolas de Chile. 

Y afirmaron que "las frutas son de los alimentos que menos agua consumen, en comparación con los cereales, aceites, legumbres, frutos secos, leche, huevos, carnes y alimentos procesados, entre otros".

El aumento constante del precio, también en Chile

En Argentina la palta ya puede decirse que se compran "por lingote", debido a su elevado precio. Pero en Chile, país productor por excelencia, la situación no es distinta.

Chile es el segundo país en el mundo donde más se consume palta, con un registro entre 7 a 8 kilos per cápita al año. Por esta razón, existe preocupación por su valor podría llegar a cerca de los 10.000 pesos chilenos por kilo (unos $5 mil argentinos), debido a distintos factores que están influyendo en la producción y en la oferta de esta fruta.


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