Controladores aéreos inician paros por turnos: cientos de vuelos podrían retrasarse
Desde este viernes y hasta el 30 de agosto, los vuelos nacionales e internacionales sufrirán interrupciones parciales en 54 aeropuertos, en medio de reclamos salariales de los trabajadores de la aviación.
Los pasajeros deberán prepararse para posibles demoras, cancelaciones y reprogramaciones, ya que los controladores aéreos iniciarán desde este viernes un cronograma de medidas de fuerza por turnos que se extenderá hasta el sábado 30 de agosto. La interrupción afectará vuelos en los principales aeropuertos del país, incluyendo Mendoza, Ezeiza y Aeroparque, así como en otras terminales del interior.
La Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) informó que los paros se desarrollarán en franjas horarias específicas debido a la falta de avances en las negociaciones salariales. Según el sindicato, tras dos instancias de conciliación obligatoria, ni el Gobierno ni la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) ofrecieron respuestas satisfactorias.
El cronograma de medidas es el siguiente:
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Viernes 22 de agosto: de 13 a 16 y de 19 a 22
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Domingo 24 de agosto: de 13 a 16 y de 19 a 22
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Martes 26 de agosto: de 13 a 16 y de 19 a 22
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Jueves 28 de agosto: de 13 a 16 y de 19 a 22
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Sábado 30 de agosto: de 13 a 16 y de 19 a 22
Durante esos horarios, no se autorizarán despegues ni se recibirán o transmitirán planes de vuelo, aunque los aterrizajes estarán permitidos.
ATEPSA agrupa a entre 1.000 y 1.200 afiliados, incluyendo controladores de tránsito aéreo y personal técnico encargado de la seguridad de la aviación, distribuidos en 54 aeropuertos del país. El sindicato asegura que la medida es una acción sindical legítima tras el fracaso de las negociaciones paritarias.
Los pasajeros con vuelos programados en los días afectados deben consultar previamente con sus aerolíneas posibles cambios o reprogramaciones, ya que se esperan alteraciones especialmente en los vuelos de cabotaje. Las compañías aéreas tendrán la posibilidad de ajustar su operativa para reducir el impacto en los aeropuertos.