Delito en "boxes": el robo de ruedas no da tregua en Mendoza
A plena luz del día, en cualquier barrio y en cuestión de segundos: así actúan los ladrones de ruedas en Mendoza. Omar Jara, perito de seguros, reveló detalles del fenómeno y alertó sobre la creciente incidencia del autorrobo y el rol del mercado informal.
El robo de ruedas se ha convertido en una postal cotidiana en Mendoza. Lejos de limitarse a zonas oscuras o altas horas de la noche, los casos se registran en pleno mediodía y en la puerta de cualquier casa. "Vengo de hacer una pericia por robo de rueda en barrio Cano. Es todos los días", contó Omar Jara, perito de siniestros para una compañía aseguradora, en diálogo con el programa "Tenés que saberlo", por Radio Post.
La modalidad no es improvisada: hay logística, coordinación y velocidad. "En segundos te roban una rueda. Hay videos donde se ve claramente: uno ‘botonea' y dos sacan la rueda. Algunos incluso te dejan ladrillitos para que no se caiga el auto. Es casi como en la Fórmula 1, pero tardan 10 o 15 segundos", comparó Jara, con un toque de ironía.
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El problema, sin embargo, va más allá del delito en sí. Según el perito, un alto porcentaje de las denuncias no son genuinas: "La gran mayoría es autorrobo. En este momento de crisis, la gente le busca la vuelta y trata de zafar". En esos casos, explica, muchas veces los asegurados desisten del reclamo antes de enfrentar una causa por falsa denuncia. "Cuando te das cuenta de que es mentira, para no caer en cana, terminan firmando un desistimiento", señaló.
¿Cómo se detecta un fraude? Jara lo resume con la experiencia de años en la calle: "Ya en las primeras palabras que intercambiás con la persona, te vas dando cuenta cómo viene la mano. No es por hacerme el genio, pero es así". Y agrega: "Después intervienen otros peritos más específicos. Mi parte es el análisis inicial, el valor de la mercadería y detectar indicios de fraude".
La tecnología también juega un papel clave. "Se pide la geolocalización del teléfono. Eso es fundamental. Si el celular muestra que nunca estuviste donde decís que fue el robo, no hay chance. El siniestro es un fraude", detalló.
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Para Jara, la continuidad del circuito delictivo también se explica por el rol del mercado informal: "Si la mercadería robada no circulara, esto no existiría. Hay compañías a las que no les importa a quién le dan la orden ni qué rueda entregan. Y hay gomerías que trabajan así también".
Consultado sobre los patrones de estos robos, fue tajante: "No hay época, no hay zona, no hay horario. En todos lados se roban ruedas. Y aunque tengas tuercas antirrobo, te las sacan igual. Las aflojan, las sacan. Vienen equipados", afirmó.
Jara también se refirió al circuito opaco de reposición de neumáticos y autopartes. "Muchas veces vas a retirar una rueda y te dicen ‘venite mañana'. Y vos pensás: ‘La están buscando'. Da la sensación de que están viendo de dónde la sacan", advirtió.
En Mendoza, el robo de ruedas es una realidad constante, muchas veces minimizada por su carácter "menor". Pero como señala el propio Jara, no es solo un problema de inseguridad: "Esto se retroalimenta porque hay mercado. Si no hubiera a quién venderle, si no circulara esa mercadería, no pasaría lo que pasa".
Editó Carina Pérez
