Ya en Mendoza, los "mecheros" de Miami desmienten que hayan robado algo y culpan a los medios por la "condena social"
En un hotel del centro mendocino, los cinco detenidos por la Policia de Florida -donde todavía no ha terminado el proceso judicial-contaron su versión de los hechos y por qué nunca salieron del mall sin pagar las prendas.
Luego de ser noticia nacional, los cinco mendocinos que fueron detenidos en el Dolphin Mall de Miami, uno de los más conocidos outlets en la ciudad, acusados de robar valijas llenas de ropa de marcas como Columbia, The North Face y Tommy Hilfiger, conversaron hoy con la prensa. Asistidos por su abogado Roberto Castillo, negaron rotundamente los hechos tal cual trascendieron, y que, además, toda la confusión se debió más por la condena social.
Según la acusación de los guardias de seguridad, las cámaras registraron al grupo mientras se dispersaba para evitar levantar sospechas, con algunos integrantes que distraían a los empleados y otros que ocultaban las prendas en las valijas.
Tras ser descubiertos, fueron arrestados por la Sweetwater Police. Sus caras y sus nombres fueron difundidos: se trataba de Diego Luis Xiccato (46), Mauricio Ariel Aparo (49), Sebastián Luis Moyano (41), Juan Manuel Zuloaga Arenas (49) y Juan Pablo Rua (45).
Sin embargo, los mendocinos dieron su versión: "No somos ladrones, fue una situación confusa y fuimos condenados antes de hablar", dijo en primera instancia Rua. Además, participó Juan Manuel Zuloaga.
Ambos sostuvieron que no cometieron ningún robo y que lo que vivieron fue un malentendido que derivó en una "persecución mediática" que afectó a sus familias y los expuso a una condena social anticipada.
"No robamos nada. Lo que pasó fue un episodio confuso"
Juan Pablo Rua fue el primero en tomar la palabra. Habló con cautela, aclarando que no puede entrar en detalles por la investigación que continúa en Estados Unidos, pero insistió en que ninguno de los cinco cometió un delito.
"Yo no robé, nunca robé, no tengo causas en Argentina ni fuera del país. No fui deportado. Somos personas que trabajan y lo que tenemos es por esfuerzo. Los que nos conocen saben que es imposible que hayamos hecho lo que se dijo", afirmó.
Contó que todo se desencadenó por una situación "confusa": una alarma que sonó cuando uno del grupo -luego precisado como Diego Sicato- salía de una tienda. Según Rua, la barrera idiomática y el desconcierto inicial hicieron más difícil explicarle a la policía qué había pasado.
"Fue muy complicado porque nadie de nosotros habla inglés. Nos llevaban de un lugar a otro y en el medio teníamos compras. Nosotros solemos viajar seguido y, como hace mucha gente, comprás en distintas tiendas, metés la ropa en una valija y vas tirando bolsas para no andar cargando", relató.
Asegura que presentaron tickets de casi toda la mercadería, pero que algunas prendas quedaron sin comprobar en el momento por la mezcla en las valijas y por haber descartado bolsas y cajas, algo habitual en los shoppings estadounidenses cuando se acumulan artículos.
El abogado agregó que: "La acusación se armó sobre una alarma y prendas sin ticket, no sobre un robo organizado"
"Los cinco se dividieron en el mall y mezclaron la mercadería en las valijas. Cuando suena la alarma en una tienda, la policía empieza a revisar cámaras y a pedir comprobantes. En un shopping de Estados Unidos es normal tirar bolsas y cajas. Entonces hubo prendas que no pudieron acreditar en ese momento y, sumado a la alarma, lo interpretaron como una organización criminal. Esa es la base del reporte policial", expresó Castillo.
Castillo también apuntó contra la cobertura mediática argentina, a la que calificó como "un juicio paralelo".
"Les preguntaron a vecinos o peluqueros que no estuvieron en Miami qué pensaban. Y a partir de eso se armó una narrativa. Para la sociedad, ellos ya son culpables. Pero en Florida ni siquiera hay una imputación formal todavía; recién el 29 de enero hablará la fiscalía", señaló.
"En Estados Unidos nos trataron bien. El problema fue volver a Argentina"
Juan Manuel relató su propia experiencia con la policía. Aseguró que el procedimiento fue estándar y que no sufrieron malos tratos.
"Nos pusieron el traje naranja como a cualquier persona detenida, pero el trato fue correcto. Al otro día salimos y nos quedamos tres días más en Estados Unidos porque teníamos el vuelo. Salimos a comer, seguimos comprando, nunca tuvimos problemas", dijo.
También respondió a las críticas por la supuesta falta de cuidado al guardar tickets:
"Es muy caótico comprar en esas fechas, todo pasa rápido. Yo tenía todos mis comprobantes. El problema fue que quien gatilló la alarma no tenía el ticket en mano porque había pagado en efectivo y muchas veces los tickets van enganchados a las bolsas, que se tiran para no andar cargando".
Entre la confusión y la condena social
Los cinco mendocinos aseguran que el episodio se amplificó porque permanecieron incomunicados durante horas y terceros dieron opiniones sin información. Incluso cuestionaron el mensaje irónico publicado por la Embajada de Estados Unidos en Argentina -"¿Te parece gracioso robar en un shopping?"- afirmando que alimentó un clima de señalamiento.
"Acá ya nos condenaron. Estamos pagando un precio muy alto por algo que no fue así", sostuvo Rua.
Mientras aguardan la audiencia judicial del 29 de enero en Florida -a la que, según su abogado, no deberán asistir personalmente-, buscan ahora exponer su versión y desligarse de la etiqueta de "banda organizada" que aseguran que nunca existió.