Que el árbol no tape al bosque

Un grupo de profesionales de la psicología desvinculados de la DGE criticó el abordaje del caso de la adolescente armada en La Paz. Se reunieron con Memo, pero evitaron dar a conocer sus identidades y dejaron este documento.

Lo que pasó con la alumna atrincherada en la escuela de La Paz generó un alto impacto que se podría haber evitado si se tenían las herramientas correspondientes.

El hecho fue disruptivo, eventual e impredecible. Eso está claro. Pero la forma de abordarlo antes, durante y después generó un impacto innecesario en la comunidad, ya que movilizar tres ministerios para la resolución del caso fue innecesario si se hubieran contado con los recursos adecuados en tiempo y forma.

En primer lugar, la avidez de profesionales en la institución habla de ausencia de gestión eficiente en la Dirección de Acompañamiento Escolar (DAE) dado que ante la escasez de profesionales se suman las renuncias masivas de los que ya están, acusando (y denunciando en algunos casos) malos tratos y hostigamiento por parte la directora Carina Gannam que no están dispuestos a soportar. De hecho, hay un promedio estimativo de una renuncia por día.

Asimismo, el impacto fue aún mayor cuando negociadores de la policía mediaban (con buen criterio y experiencia) con la adolescente en cuestión, cuando esa tarea bien diseñada por un equipo de contingencia hubiera surtido el mismo efecto ahorrando recursos. Pero ¿qué pasó? La DAE ya no cuenta con equipos de contingencia para estos casos, porque se desarmó el trabajo interdisciplinario que hacían los gabinetes seccionales para reconfigurarlo en intervenciones individuales en las escuelas. En efecto, sin equipos interdisciplinarios que funcionen como tal es difícil establecer un dispositivo acorde a una emergencia más allá de los protocolos que tienen las escuelas.

La otra pregunta que surge es ¿a qué fines luego del suceso se realizó una jornada de reflexión en la escuela?

La idea era hacer una jornada para que, guiados por profesionales, se hablaran y expusieran emociones particulares, grupales y con los padres. El resultado estuvo lejos del esperado ya que solo asistieron poco más de 50 alumnos.

Las medidas preventivas siempre son mejores cuando se hacen a tiempo y no después de que pasen los hechos. Pierden efecto, sentido e interés. La reflexión antes de que pasen las cosas ayuda a elaborar mejor las posibles consecuencias.

Muchos desafíos por delante tiene la gestión escolar en cuanto a DAE. El primero, volver al concepto de interdisciplina que tanto destacó en gestiones anteriores a Gannam aún con menos recursos presupuestarios , y el segundo, nutrir los equipos de profesionales y cuidarlos para que no se vayan, empezando con el valor esencial de cualquier vínculo: el respeto.








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