La memoria sí se mancha: Maradona, el juicio anulado, la foto con Milei y la crueldad digital sin freno

El análisis sobre la vuelta a fojas cero del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, a cargo de Eduardo Muñoz.

Eduardo Muñoz
Criminólogo. Autor del libro "El Género de la Muerte". Divulgador en medios. Análisis criminológico aplicado a temas sociales de actualidad y seguridad. linkedin.com/in/eduardo-muñoz-seguridad IG: @educriminologo


Un juicio anulado, una herida abierta

El juicio por la muerte de Diego Armando Maradona fue declarado nulo hoy. La decisión llega tras el escándalo protagonizado por la jueza Julieta Makintach, quien participó en un documental guionado sobre el caso mientras aún formaba parte activa del proceso. Una aberración judicial que detiene nuevamente la posibilidad de justicia y reabre el dolor de una familia que lleva años exigiendo respuestas.

En este contexto, con el duelo aún a flor de piel y la justicia convertida en espectáculo, ocurrió algo aún más inquietante. El influencer libertario "El Gordo Dan" publicó una imagen generada por inteligencia artificial donde Maradona aparece abrazado a Javier Milei, acompañada por un provocador eslogan: "Maradona es Milei".

El oportunismo digital no conoce límites

La reacción de Dalma Maradona fue inmediata. Acusó al influencer de usar la imagen de su padre con fines políticos y de aprovecharse de su muerte para ganar visibilidad. "Vos sabés que está mal", le recriminó. Él respondió con ironías, afirmando que su fuente era Verónica Ojeda, ex pareja de Maradona.

Más allá de la disputa familiar, el episodio deja en evidencia algo más grave: una lógica de oportunismo digital que no respeta ni la muerte. En esa lógica, el dolor ajeno es contenido, y los ídolos son carne para el algoritmo.

De ídolo a moneda de cambio

Desde las selfies con su cuerpo en la funeraria, pasando por el show judicial en un documental, hasta este montaje político, Maradona ha sido víctima de una sistemática degradación simbólica. Su figura, una de las más amadas del país, se ha convertido en objeto de uso viral.

Este fenómeno tiene nombre: instrumentalización de los muertos. En la era digital se expande como un virus. Se trata de convertir la muerte en contenido, de usar cuerpos, memorias o imágenes de quienes ya no pueden defenderse, para capitalizar polémicas, clics o seguidores.

Cuando la viralidad supera al respeto

El caso del Gordo Dan no es un hecho aislado. Es un síntoma. Un reflejo de un modelo social que convierte el dolor en espectáculo y la memoria en oportunidad. Donde el límite ya no es lo ético ni lo humano, sino lo que genera reacciones en redes.

Mientras la familia de Maradona debe afrontar ahora la espera de un nuevo juicio, reviviendo todo el proceso, otros utilizan su imagen para alimentar el escándalo. El sistema no se detiene: ni ante la muerte, ni ante la espera, ni ante el sufrimiento de una hija que solo quiere justicia.

¿Hasta cuándo se puede usar a un ídolo?

Maradona fue mucho más que un futbolista. Fue un ídolo popular, querido y discutido por millones. Pero también fue un ser humano. Y como tal, merece respeto.

La pregunta ya no es quién tiene razón, sino quién tiene límites. Porque cuando ni la muerte pone freno a la necesidad de ser visto, ya no estamos hablando de comunicación: estamos ante una nueva forma de violencia.


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