No son oposición, sino celosos del poder de turno

El abogado Pablo Giordano deja su opinión sobre los desaguisados en el Senado de la Nación.

Pablo Giordano

En la arena política entendida esta como aquel sitio donde se enfrentan las ideologías y las personalidades públicas, todo gobierno suele estar dotado de ?oficialistas' entendidos estos como aquellos acólitos o seguidores que se encuentran en la órbita del poder como ser cámara alta/baja, los diversos estamentos del Ejecutivo, como así también en el ámbito privado (ciudadanos de a pie), que consiguientemente pregonan y apoyan las ideas y decisiones impartidas por quien detenta el Poder Ejecutivo ( presidente) y por otro lado ?los opositores', los cuales revisten el antónimo de los primeros, por cuanto poseen bases e ideales distintos. Esto es válido, ya que no todos piensan o debe pensar igual, es más tal división bipartita impregna el campo político mundial.

En atención a lo antes expresado, Argentina burdamente hablando en su rol crónico de querer dar la nota, ha instaurado un tercer bando que no es ni oficialista ni opositor, ni blanco ni negro, (básicamente no saben dónde están parados) llamados "celosos del poder de turno" siendo estos aquellos que sin importar las bases o ideologías partidarias que posean, van en contra de todo proyecto o idea propuesta (aunque estén de acuerdo). Incluso hasta de sus mismos colegas de bandera solo por el hecho de que no sale de sus entrañas y porque no cabe en sus cabezas como un ?outsider' pudo cooptar lo que ellos nunca alcanzaron.

Tal nueva categoría posee varios abanderados que, por su cinismo, personalismo y conservadurismo, olvidaron que una de las características de la democracia, de la cual se jactan en sus discursos, es asumir responsabilidad social, lo cual para ellos parece quedar en segundo plano.

Por única vez la cúpula de gobierno está siendo cooptada por personas comprometidas que tienen la valentía y el coraje para decirnos la verdad y no lo que queremos escuchar, capaces de dar un viraje constante y no meros espasmos, líderes que realizan un análisis FODA del Estado, descubriendo cuáles son sus fortalezas, cuales sus oportunidades, cuales sus debilidades y cuales sus amenazas, delineando en base a ello un plan sistemático y sinérgico cuyo resultado final sea levantar el país de la debacle que nos dejaron. Pero ojo, dicho proyecto no está siendo vendido como típicamente nos acostumbraron con palabras falaces, que hacen que parezca una fórmula mágica que dará frutos a corto plazo de un día al otro, sino como un proceso que una vez culminado dejara ver sus óptimos resultados de mejoría.

 Claro que, para todo opositor o celoso de poder es más fácil ceñirse en la miopía política achacando toda iniciativa que no mejore las cosas de inmediato haciendo creer en el ideario social que las propuestas no sirven.

En el Senado los celosos del poder tuvieron una única y exclusiva misión, quedar en la historia, pero no por heroicos, eruditos y/o verborrágicos, sino por "acompañar a la oposición", cagarse en el pueblo argentino y constituir la única vez en que en la Cámara alta bajan un DNU. Impresentables. FIn.

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