El rejunte improvisado que muestra la hilacha

La exdiputada Hebe Casado, macrista disidente dentro del Pro de Mendoza, critica la construcción que está realizando Omar De Marchi.

Hebe Casado

Mendoza se adentra de lleno en la campaña electoral y la desesperación por "llegar" se hace notar burdamente ante una ciudadanía expectante más de resultados que de un show que no quiere ver.

Cambia Mendoza, es más que la suma de sus partes, es la alternativa más elegida por los mendocinos en los últimos 8 años por demostrar, no sin errores, capacidad de gestionar y recuperar una provincia que no sólo estaba fundida, sino que temblaba en su estabilidad institucional, en su credibilidad con el sector privado y acreedores, y cuyos servicios de salud, seguridad y educación estaban decayendo a uno de sus peores momentos históricos.

La transformación no finalizó, no tenemos una provincia sin conflictos, seguimos con severos problemas en los 3 ámbitos de políticas públicas (seguridad, salud y educación), sin embargo, Cambia Mendoza ha sabido marcar un ritmo republicano en el medio de un país que ha tambaleado fuerte por irresponsabilidad populista a nivel nacional. Además, atribuirle los desajustes económicos a la provincia que menos recursos federales recibe del país, no solamente no es justo, sino que desliga de responsabilidad de fondo a quienes realmente la tienen. 

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Probablemente Cambia Mendoza vuelva a gobernar en el 2023, y quien conduzca ese proceso sea quien pudo reconstruir la base del Gobierno Provincial tras la tierra arrasada que dejó Francisco Pérez, probablemente el próximo Gobernador sea Alfredo Cornejo. Ello es una oportunidad para reajustar las tuercas y repensar reformas de fondo que quedaron pendientes para el desarrollo económico de la provincia, y para paulatinamente seguir mejorando los servicios del Estado.

Ahora bien, este contexto fue rápidamente resumido para clarificar por qué hay actores que se perjudican de que las cosas puedan marchar bien. Cuando la estabilidad de un frente electoral no es comprometida, se garantizan los consensos para las reformas profundas con mayor facilidad, porque sólo queda la discusión de las ideas, ya resueltos los nombres.

Hoy, Omar de Marchi se ve perjudicado porque Cambia Mendoza sea estable, y por eso intenta desestabilizarlo. Lo mismo supo hacer en su partido originario, el Partido Demócrata, vaciándolo íntegramente tras interponer sus proyectos personales antes de la vida institucional; lo mismo está haciendo con el PRO, adueñándose ilegítimamente y sin el voto de los afiliados para hacer locuras como romper el FCM solamente para aparecer nuevamente como un derrotado candidato a Gobernador. Quién sabe qué partido es su próxima presa, yo advertiría al PJ que ahora parece ser su próximo aliado (algunos parecen sorprendidos por ello, lamentablemente no es el caso de quien escribe). 

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El Pro de Mendoza no es Omar De Marchi. Sus intentos personalistas por obtener poder sin medir las consecuencias y poniendo en juego la unidad de JXC corren por su cuenta y riesgo. Los afiliados del pro, y muy probablemente sus propios militantes, no están dispuestos a una alianza con dirigentes peronistas que ya demasiado daño le han hecho a las instituciones de sus departamentos como para que se embarquen en una aventura provincial.

Es sorprendente que sea en campaña cuando se termine mostrando la hilacha, cuando ODM demuestre que no le interesa el para qué, ni el cómo, ni con quién, sólo llegar, cueste lo que cueste.

Esta alianza que se pretende lograr entre el PJ-PRO, no responde a los ideales del partido en lo más mínimo. Esto demuestra que la ambición de ODM no es lograr un cambio rotundo en las políticas públicos, sino "llegar", como sea, cueste lo que cueste, si hay que dinamitar la unidad de Cambia Mendoza habrá que dinamitarla, si hay que juntarnos con la dirigencia caudillesca y pseudoautoritaria habrá que juntarse, lo que sea. Sin embargo debe estar consciente de una cuestión, no será el PRO el que realice estas locuras, somos varios y cada vez más los afiliados cansados de las aventuras personalistas, somos varios los que no pudo comprar con dinero del Estado.

Estos afiliados, estamos dispuestos a dar la batalla con las reglas claras, en una interna partidaria como corresponde, sin atajos jurídicos ni medias tintas. Una interna de verdad. Esperemos que el PRO no termine de ser una red de colaboradores para un proyecto individual sin destino. Esperemos que el PRO sea responsable y partícipe de una gestión provincial con enormes desafíos por delante, y no un actor marginal que mira encaprichado cómo complicarle la vida a quienes logran el poder por las vías que corresponden.

LA AUTORA. Hebe Casado. Dirigente de Propuesta Participativa.

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