A conveniencia: tres maneras de leer los resultados del domingo

Este domingo, el país concurrirá a las urnas para elegir diputados nacionales en cada una de las 24 jurisdicciones nacionales. ¿Habrá un ganador o festejarán todos? ¿Quiénes se van y quiénes se quedan en el Congreso?

El próximo domingo 26 de octubre, más de 36 millones de argentinos están habilitados para concurrir a votar en las Elecciones Legislativas 2025, en donde las 24 jurisdicciones del país elegirán diputados nacionales y ocho de ellas también definirán 3 senadores cada una.

Con un oficialismo necesitado de mostrar una victoria a sus amigos del Tesoro estadounidense, un peronismo que aspira a revertir los magros resultados históricos en las legislativas y un rejunte de gobernadores que se refugiaron en sus pagos tendiendo puentes con otros ideológicamente diferentes, cada espacio prepara su propio recuento para tener algo (o así lo esperan) que festejar el domingo por la noche.

En los últimos días, una polémica completamente estéril copó la discusión política: la forma de conteo de votos. Mientras que desde la militancia digital del oficialismo señalaron que La Libertad Avanza era la única fuerza presente en todas las jurisdicciones (con alianzas locales en algunos casos como Mendoza), el peronismo protestó que el cambio de nombre no convertía en menos "compañeras" a las expresiones provinciales, como la Fuerza Justicialista de Mendoza que encabeza Emir Félix.

El debut nacional de la Boleta Única Papel es todo un misterio: la posibilidad del crecimiento del voto nulo (por mala ejecución) o del "corte de boleta" en las jurisdicciones que eligen senadores (el cual ahora no requiere más que poner la cruz en un casillero distinto al de los diputados) son dos grandes incógnitas que equiparan las dudas respecto al ausentismo, el cual también jugará su papel en los comicios.

Exceptuando la posibilidad de una paliza numérica que implique una catástrofe, ya sea para el oficialismo o para la oposición, es muy probable que el domingo por la noche haya festejos (medidos) en todos los bunkers. Cada espacio mirará la parte de la foto que le conviene para poder adjudicarse una victoria que les permita continuar con sus respectivos planes de cara al futuro.

Plebiscito nacional

Una de las posibles lecturas será la de sumar los votos de cada jurisdicción para alcanzar un total nacional y a partir de allí comparar con otros espacios. De aquí nació la discusión que se trasladó rápidamente a las redes y que poco sentido tuvo. Militantes de LLA especulan que al ser la única fuerza presente en todas las jurisdicciones, ser la más votada es casi un hecho, por no decir una obligación.

Fuerza Patria se presenta como tal en 12 distritos, aunque es una cuestión de marcas. Dentro de las provincias que los libertarios no piensan contar está por ejemplo Formosa, un terruño que nadie se animaría a decir que no está alineado con el peronismo nacional aunque compita bajo el nombre "Frente para la Victoria". Sin embargo, el peronismo también tiene sus contradicciones: ¿qué espacio se cuenta en Santiago del Estero? ¿el oficialismo provincial kirchnerista del Frente Cívico o la línea oficial de Fuerza Patria? ¿o ambos?

En ambos casos, el resultado será discutido y hay quienes sumarán sus propios números con tal de terminar arriba siempre que el recuento esté parejo a nivel nacional. Sin embargo, el número será simbólico: al no ser elecciones ejecutivas presidenciales, ser la fuerza más votada a nivel país no tiene ningún premio, a menos en lo concreto.

Pintar el país de color...

Uno de los fetiches preferidos de los medios de comunicación es colorear el mapa de la Argentina una vez finalizado un acto eleccionario. Violeta, azul y naranja serán probablemente los colores que pinten el amplio territorio argentino el domingo por la noche cuando las tendencias sean irreversibles.

Este escenario parece ser el mejor para Provincias Unidas: las gestiones provinciales pueden hacer pata ancha defendiendo sus respectivos pagos y meterse en la polarización violeta-azul del mapa.

Sin embargo, teniendo en cuenta la paridad en muchas provincias y la fuerza de algunos espacios provinciales, es muy difícil imaginar que el domingo a la noche tengamos la Argentina pintada con un solo color predominante, por no decir imposible.

Lo que importa son las bancas

No hay que perder de vista que lo que se pone en juego este domingo son 127 bancas en la Cámara de Diputados y 24 en la Cámara de Senadores. Es una elección legislativa, no ejecutiva (salvo en Santiago del Estero, que sí elige gobernador). El verdadero objetivo de las fuerzas políticas es engrosar su número de representantes en el Congreso de la Nación.

Cámara de Diputados

Oficialismo

El bloque oficialista tiene una composición heterogénea: entre libertarios, liberales, amarillos del PRO y algunos socios más, actualmente cuenta con 82 representantes. ¿El gran objetivo? Llevar ese número a 87, el número mágico que le permite bloquear leyes especiales y rechazos a vetos presidenciales. De los 82, solo quedarán 47, por lo que con 40 nuevos representantes alcanzaría el número deseado.

Peronismo

Actualmente es el bloque más numeroso: tiene 98 diputados, de los cuales 46 renuevan y quedan 52. A este bloque irán los elegidos de Fuerza Patria y las expresiones peronistas provinciales. ¿El objetivo? Acercarse a los 127, el quórum propio. De manera solitaria es imposible, pero mientras más diputados logre meter, menos aliados necesitará para alcanzarlo.

Otras expresiones opositoras

Dentro del resto de la oposición, uno de los que más arriesga es el FIT: la izquierda pone en juego 4 de sus 5 bancas. En Coherencia, el bloque de 6 exoficialistas díscolos (como la mendocina Lourdes Arrieta) se quedan todos dos años más, mientras que el monobloque del santafecino Mirabella también desaparece por fin de mandato.

En Encuentro Federal, el bloque conducido por Miguel Ángel Pichetto, serán 8 de 15 los que permanecen, a la espera de ver la nueva composición para intentar ampliar el bloque de "oposición dialoguista". La recontra dividida Unión Cívica Radical pierde 11 de los 14 diputados de su bloque oficial, 9 de 12 en su escisión Democracia para Siempre y el monobloque de Barletta también se despide de la Cámara Baja. La Coalición Cívica, por su parte, pone en juego 4 de los 6 que tiene actualmente, mientras que otro que se va pero busca mantenerse es Ricardo López Murphy.

Dentro de los bloques provinciales, de los 8 integrantes de Innovación Federal (bloque de los gobernadores de Misiones, Salta y Río Negro) serán 3 los que se van, mientras que los peronistas tucumanos de Independencia perderán a 2 de sus 3 integrantes. Los sanjuaninos de Producción y Trabajo ponen en juego 1 de sus 2 bancas, al igual que los integrantes de Por Santa Cruz. Finalmente, el representante del Movimiento Popular Neuquino también se va.

Cámara de Senadores

Santiago del Estero, Neuquén, Tierra del Fuego, CABA, Salta, Río Negro, Entre Ríos y Chaco también eligen senadores y acá la cuenta es más lineal: 3 por cada provincia, de los cuales 2 serán de la mayoría y 1 por la primera minoría.

Bloques mayoritarios

Quien más tiene para perder es Unión por la Patria: de su bloque de 34, debe renovar 15, lo que lo obliga a ganar en siete de las ocho provincias para sostener el número. Con resultados cerrados en varias de estas jurisdicciones, parece complicado que el peronismo pueda sostener su cuantioso bloque en la Cámara Alta.

El oficialismo está mucho más tranquilo: de los 14 que posee actualmente (6 de LLA, 7 del PRO y el rebelde pero no tanto Paoltroni) solo renueva 2 amarillos. Triunfando en una provincia, todo lo demás será ganancia para el Gobierno en el Senado.

Los demás bloques

De lo 13 radicales, 4 dejarán la cámara, al igual que 2 de los 5 integrantes de Provincias Unidas. Innovación Federal renueva solo 1 de sus 3 integrantes, mientras que los 2 santacruceños de Por Santa Cruz y la sanjuanina de Por la Justicia Social Beatriz Ábila conservan su banca.

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