Elogio de la Maldad
Un verdadero ensayo sobre la humanidad, a cargo del Dr. Eduardo Da Viá, de impostergable lectura.
los 15 años aproximadamente tuve oportunidad de adquirir y leer minuciosamente esa obra magnífica de Erasmo de Rotterdam titulada Elogio de la Locura.
En el transcurso del texto el genial holandés, sacerdote y erudito, va analizando y criticando las principales actividades humanas mediante el recurso literario de ser la misma locura, en primera persona, la que realiza la investigación.
Pues bien prácticamente no quedó palo sin voltear ante la acutísima inteligencia del sabio, incluidas serias críticas a la religión católica y a sus representantes en la tierra empezando por el Papa siendo él mismo sacerdote, y se atrevió a hacerlo en plana Inquisición lo que equivalía a jugarse la vida.
Pero mi intención no es analizar la obra sino el impacto que en mí produjo y que hoy, a los 85 años, me induce a escribir algo similar pero haciendo el elogio a la Maldad.
La Maldad ha sido tema de discusión entre los filósofos más notables de la historia; así por ejemplo Hobbes consideraba en coincidencia con Kant, que el ser humano es malo por naturaleza, egoísta y agresivo, necesitando un poder absoluto para mantener el orden social.
En cambio Rousseau argumentó que el ser humano es bueno y empático por naturaleza, y que es la sociedad y el concepto de propiedad lo que corrompe esa bondad.
Aquí disiento con el gran filósofo por cuanto si todos los hombres son buenos, la sociedad que conformen no puede transformar en malo a uno de sus integrantes.
En tanto Maquiavelo admitía que la maldad de los hombres podía ser corregida por medio de las instituciones políticas; lo que implícitamente significa que admite la maldad natural en el hombre.
Pero veamos ahora como puedo yo justificar el título de este ensayo dado que lo encabezo con la palabra Elogio que según la Real Academia es "alabanza de las cualidades y méritos de alguien o de algo".
Pues bien la maldad, ha sido el motor de la mayoría de las grandes obras humanas, tanto edilicias como administrativas, comerciales, tecnológicas, y aun supuestamente benéficas.
Comenzando por la antigüedad, las ciudades, fortalezas, residencias reales e incluso los monumentos funerarios más fastuosos, fueron hechas por esclavos y a golpes de látigo, encarcelados en las peores condiciones higiénicas, con dietas de hambre y salidas sólo para trabajar de sol a sombra.
Como simple ejemplo las famosas pirámides y templos o esculturas gigantes egipcias fueron hechos por esclavos.
La esclavitud en sí, es a mi juicio la expresión humana de mayor maldad que se hubiera podido concebir.
Lo mismo hicieron griegos y romanos para levantar sus templos, murallas, puentes y caminos y como condimento las inevitables batallas donde la soldadesca era obligada a pelear y los barcos de guerra eran motorizados por los pobres infelices llamados galeotes, encadenados a los remos y al ritmo enajenante del tambor manejado por el cómitre, además de los alguaciles encargados de azuzar a rebencazos a las víctimas.
De no ser por los soldados obligados y por los remeros condenados, los imperios no se hubieran desarrollado, al menos con la velocidad con que lo hicieron, y hoy nos veríamos privados como turistas, en otrora campos y mares de batallas de los monumentos que fueron dejando a su paso las huestes víctimas de la maldad de los grandes emperadores y reyes que permanecían en sus más que lujoso palacios, mientras sus súbditos morían masacrados.
Gracias a la maldad junto a alguna de sus numerosas hijas e hijos como lo son el poder y la vanidad, hoy existe el Taj Mahal.
El Coliseo Romano, también conocido como Anfiteatro Flavio, es un gran anfiteatro construido en Roma por los emperadores Flavio. Fue el escenario de espectáculos públicos como peleas de gladiadores, combates con animales salvajes y batallas navales simuladas (naumaquias). Con capacidad para unos 50.000 espectadores, el Coliseo fue un símbolo del poder y entretenimiento de la Antigua Roma. Su construcción comenzó en el año 70 d.C. bajo el emperador Vespasiano y se completó en el 80 d.C. con el emperador Tito.
Inicialmente era un magnífico teatro pero pronto se transformó en un horroroso destino para soldados y civiles a los que se obligaba a trabarse en duelos mortales luchando entre sí o contra animales salvajes y ante la mirada embelesada de 50.000 ciudadanos que se regocijaban con el espectáculo vale decir gozaban de la maldad a que eran sometidos
Hoy, cuando lo visitamos como otros miles de turistas, también quedamos embelesados por la magnificencia de la obra, pero sin pensar en su cruento pasado porque la Maldad es también madre del Olvido, y la obra en sí es también, a la par que una absurda demostración de poder y de crueldad, una extraordinaria demostración del arte que puede llegar a dominar el hombre.
Las grandes catedrales católicas, góticas en especial por su descomunal altura y extensión también fueron obra de mano de esclavos, casi sin uso de tecnología que no había, sino a mero esfuerzo corporal sin importar dolores y achaques derivados de tan insólito trabajo
Dejemos la arquitectura artística bañada en sangre para pensar por un momento que hubiera sido del mundo de los humanos sino se hubiese inventado la guerra, hija del poder y de la ambición; por de pronto no hubiesen muerto cientos de millones de personas, más civiles que militares y sin distinción de edades y además se hubiesen ahorrado una cantidad incalculable de dinero, en última instancia pagado por los habitantes a través de los impuestos, y no habrían existido los hasta este mismo instante, magnates fruto de la industria de la guerra.
Gasto militar (estimaciones para 2025)
Estados Unidos: $962 mil millones
China: $246 mil millones
Rusia: $150 mil millones
Alemania: $109 mil millones
India: $75 mil millones (estimación de junio de 2025)
Arabia Saudita: $74,76 mil millones (estimación de agosto de 2025.
Si comparamos estos dislates con las necesidades poblacionales y apelando a datos proporcionados por el
Plan del Center for American Progress (CAP):
El centro estima que se necesitarían aproximadamente 95.000 millones de dólares para cerrar la brecha de 2 millones de unidades de vivienda en un plazo de cinco años.
Su plan, propuesto en noviembre de 2025, se centra en aumentar la oferta de viviendas para reducir los costos.
Análisis de la falta de vivienda (enfoque más limitado):
Un estudio de marzo de 2025 de la National Alliance to End Homelessness estimó que costaría al menos 9.600 millones de dólares adicionales para proporcionar una vivienda a todas las personas que se alojaron en refugios para desamparados solo en 2022.
Otra estimación, de enero de 2024, sugirió un costo de entre 11.000 y 30.000 millones de dólares al año para acabar con la falta de hogar, dependiendo del enfoque.
Sin embargo la maldad prefirió apoyar la guerra y expandir el poder tanto territorial como comercial
La gigantesca industria del algodón en EEUU era mérito de los esclavos negros, originalmente capturados y embarcados en África, vendidos en EEUU y pasar a ser propiedad del dueño de la plantación.
La inimaginable Guerra de Secesión fue originada entre esclavistas y liberacionistas; una gran nación escindida por la Maldad.
La maldad ignora el padecer de los indigentes, discapacitados y carentes de vivienda, pero hace a EEUU el país más poderoso del mundo y hace ricos a industriales que bien podrían fabricar insumos a costos accesibles para TODA la población.
Otro tanto es válido para China y Rusia que le siguen en el podio a Norteamérica.
Los supermercados y shopping centers no son otra cosa que la concentración de la economía doméstica puesta en manos de grandes capitales multinacionales, enmascarados con todo tipo de entretenimientos fútiles al estilo "pan y circo" de los romanos, valiéndose los dueños de las características de la clientela, generalmente clase media y alta, compradores compulsivos de bienes superfluos e innecesarios, pero que los influencers, (prefiero influyentes) )y la propaganda casi siempre mostrando mujeres hermosas y varones semi barbados, hoy de moda, que sonrientes te invitan a comprar.
La maldad de los dueños sabe cómo canalizar la estupidez humana y además explotan muy bien el qué dirán si no vistes, calzas, o te perfumas con el último aroma.
La industria farmacéutica, así como desarrolla medicamentos verdaderamente salvadores de vida, lo hace también fabricando innumerables productos inservibles o aun peligrosos para la salud, induciéndote a comprar en su denodada y desinteresada lucha anti- age; si no fuera por la maldad no existiría cosméticos que le confieren al rostro de Mirta Legrand una más cara de porcelana totalmente falsa, dado que las arrugas yacen por debajo sin desaparecer en absoluto.
Los maravillosos teléfonos celulares y los medios de comunicación ultra rápidos actuales, tipo tren bala, no están diseñados para hacer la vida más fácil y alegre, sino para acelerarla, facilitando la compra y la venta de insumos en su gran mayoría superfluos
El inicio fue facilitar las comunica las comunicaciones, pero presto la maldad los transformó en adicción y en arma mortal accionando explosivos y misiles desde muy lejos.
En el momento de su aparición, ambos, trenes y teléfonos móviles, sí fueron para beneficios de los usuarios, pero la maldad rápidamente inyectó la prisa y con ello el viaje en tren ha dejado de ser un paseo para transformarse en un traslado casi instantáneo, sin poder admirar el entorno que rodea la ruta; y los teléfonos, en una macabro acuerdo entre bancos, internet y comercios, nos sumieron en las pantallas, nos guste o no y con la maldad triunfante con la batuta en su poder.
El caucho que alimentó vertiginosamente la industria automotriz, provino inicialmente del árbol del caucho, el así llamado oro negro. La fuente principal fueron los bosques del Congo del que los belgas, por orden del asesino Leeopoldo II, a la sazón el rey, se adueñó de esas riquezas en base a sangre de los nativos, cuya utilidad desconocían pero que eran esclavizados para la extracción del material.
Occidente, beneficiario del arrebato, fue el principal cómplice al ser el comprador número uno, en especial EEUU.
Hoy ocurre otro tanto con la extracción del Coltán. También proveniente de la República Democrática del Congo, ex Congo Belga, y su principal reservorio. Son famosos los atropellos castigos y asesinatos cometidos por los explotadores contra los nativos sometidos a un régimen inhumano de extracción. Este mineral es parte clave de celulares, conductores, pantallas etc.
La explotación del hombre por el hombre es tan antigua como la misma humanidad.
Veamos algunos números: el 60% de los obreros de la construcción y el 75% del personal de tareas domésticas, en Argentina trabajan en negro, y quienes son los dueños o patrones respectivamente: los ricos.
Todo personal desamparado y explotado, sin derechos ni beneficios laborales.
Cada paso que ha dado la humanidad para su progreso, cada nuevo dispositivo benéfico al inicio, fue sistemáticamente transformado por la maldad humana en un medio de explotación o de extinción-
La pólvora no fue diseñaba para matar, al igual que la dinamita; el avión fue producto del genio de los hermanos Wrigth para facilitar el transporte no para lanzar bombas atómicas, misiles y balas.
La primera guerra mundial expresión máxima de la maldad humana, fue el gran estímulo para el desarrollo de la aviación, pero de combate; otro tanto sucedió en la segunda contienda mundial.
Los remedios naturales salieron de las plantas merced a la observación de los nativos primero y de los químicos después, destinados a curar o mitigar dolencias, pero aquellos nunca se imaginaron siquiera, el fabuloso y despiadado negocio en que se trasformó, maldad y embustes mediante, la industria farmacéutica.
Imaginemos un mundo sin maldad, donde las personas se desplazaran sin apuros y sin miedo, carentes de soldados, gendarmes, policías, guardiamarinas, ladrones, asesinos, violadores, usureros, estafadores, mentirosos, políticos corruptos
Imaginemos un mundo sin pecados, sería la implosión de las iglesias y religiones, y con ello pasarían a desocupados los miles de intermediarios que medran del temor y explotan la ignorancia.
Imaginemos maestras que concurren a sus escuelas sin el temor de ser agredidas por sus alumnos y o padres porque el nene sacó un cuatro.
Imaginemos exámenes de ingreso a cualquier actividad, educativa, judicial o profesional, sin trampas y sin cortes de calle ante el fracaso del cual los únicos responsables son los candidatos.
Imaginemos deportes de asistencia multitudinaria de público, donde los contendientes no pudieran ser dañados entre sí por maniobras deliberadamente lesivas, y no por estar prohibidas, sino porque los rivales no serían malos.
Las alarmas, rejas, alambrados con o sin electricidad fueron consecuencia de la maldad.
Otro tanto ocurre con la inteligencia artificial, de gran utilidad en medicina y en el mundo del hampa, donde se duplican voces y rostros para desvalijar desprevenidos.
Imaginemos volver a tener nombre y apellido en vez de un número en las reparticiones públicas y que al momento de ser atendidos resurja el buen día por parte del cliente y el cómo le va Sr, por parte del dependiente, y el contacto ser directo con otro ser humano en vez de una pantalla y encerrados en un cubículo intentando ocultar con el propio cuerpo las numerosas claves con que nos manejamos.
Claro, la maldad acecha y el personal debe exponerse lo menos posible, de allí la necesidad de hacer trámites desde el cajero o del propio teléfono, cuyo progreso inaudito fue también producto de la maldad, dado que si bien significa una comodidad, también nos expone al mundo entero vía internet y con ello a las hoy más que comunes estafas telefónicas.
No. Ninguna de esas quimeras habrá de repetirse porque el mundo es producto de la Maldad, que impera hasta en los actos más nimios, aunque de tanto sufrirla no lo advertimos o preferimos mirar para otro lado.
La Maldad, nos guste o no ha tenido la virtud de apropiarse del mundo de los hombres.
"La maldad usa muchas máscaras, la más peligrosa es la máscara de la virtud."