Emisión del Bonar 2029: un paso hacia la normalización financiera en medio de tensiones de liquidez

La colocación permitió cubrir el 77% de los pagos inmediatos y mostró demanda genuina, aunque a un rendimiento superior al objetivo oficial. Con reservas ajustadas, el Ejecutivo explora una operación de repo mientras busca convencer a inversores externos de su estrategia económica.

Juan Barboza
Gerente de Research Mariva.Economista con experiencia laboral en políticas económicas y educación relacionadas con mercados emergentes, macroeconomía y mercados internacionales de capital. Especialidades: Análisis Macroeconómico.

El Gobierno emitió ayer 1000 millones de dólares del nuevo Bonar 2029, lo que marcó el regreso de Argentina a los mercados voluntarios de deuda en moneda extranjera después de casi 8 años. El resultado estuvo casi en línea con las expectativas oficiales, ya que el gobierno buscaba captar ese monto con un rendimiento inferior al 9%.

Finalmente consiguió los fondos, pero el rendimiento se situó ligeramente por encima del objetivo y fue 9,26% anual. El gobierno cumplió su principal objetivo, financiar mayormente los pagos de capital bajo ley local con vencimiento el 9 de enero de 2026, los bonos L30 y a L29.

Con un monto efectivo total adjudicado de 910 millones de dólares, el solo puede cubrir 77% de los vencimientos de esos bonos. En el lado positivo, destacamos que el Gobierno logró colocar el bono a un rendimiento 100 puntos básicos inferior a la tasa de mercado vigente para bonos de duración comparable.

Esto representa una señal importante para el mercado, ya que creemos que el nuevo bono proporciona una buena medida del riesgo al país, porque su estructura es más robusta con pagos total al vencimiento y una casa de cupón atractiva. Además, observamos que la demanda no se impulsó artificialmente. De hecho, el gobierno endureció algunas restricciones a los bancos, exigiendo a los participantes esperar 90 días para vender los títulos.

En el caso de los individuos, ese parking se fijó en 15 días. El objetivo parece ser preservar el mercado secundario del bono, ya que los participantes podrían verse tentados a venderlos inmediatamente para aprovechar la brecha de el 4% en el FX en el mercado financiero. Creemos que esta subasta representa un paso importante hacia un posible retorno a los mercados internacionales de deuda, pero el camino aún está en construcción.

Para atraer a los inversores internacionales, el gobierno probablemente necesitará más tiempo y esfuerzo para convencerlos de la solidez de la estrategia de aumentar las reservas internacionales del Banco Central. Para evitar la reducción de las reservas, el aún necesita asegurar aproximadamente 3200 millones de dólares para cumplir con todos los pagos de los bonos, capital e intereses, todos bajo legislación local y de Nueva York.

En nuestra opinión, la vía más probable es una operación de repo con bancos internacionales. Con los vencimientos de enero acercándose rápidamente y las mejoras mencionadas aun necesitando tiempo para materializarse, consideramos que una operación de repo es el resultado estado más probable. En resumen, mantenemos una sobre-ponderación en bonos soberanos.

En nuestra opinión, esta emisión es un paso en la dirección correcta, especialmente considerando las bajas reservas internacionales y junto con las reformas estructurales, podría reducir el riesgo soberano.

En un escenario de 3 meses en el que la curva se normaliza a una calificación crediticia de B menos, rendimientos cercanos al 8%, los bonos GD35 y GD 41 ofrecerían el mayor potencial de crecimiento en torno al 15%

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