El Enacom habilita las redes privadas de comunicación: una propuesta que presentamos semanas atrás
Una propuesta del diputado Mosso que tomó el Enacom. Aquí te lo explica el autor.
El 8 de agosto publiqué en el diario nacional El Economista una columna proponiendo que el Enacom habilite redes privadas de comunicación para proyectos productivos -mineros, petroleros, logísticos, energéticos- que operan en zonas alejadas y sin cobertura de las operadoras tradicionales.
Esa idea surgió tras hablar con empresarios de tecnología, minería y petróleo que, desde el frente de obra, describieron la necesidad de enviar grandes volúmenes de datos de manera segura y con baja latencia para el control de procesos, seguridad, telemetría y mantenimiento predictivo.
Tres semanas después, celebro que Enacom haya adoptado la medida, como se publicó hoy lunes 25 de agosto de 2025 en el Boletín Oficial.
¿De qué hablamos cuando hablamos de redes privadas?
Son redes 4G/5G exclusivas de cada proyecto, que usan espectro asignado para su propio perímetro operativo (mina, yacimiento, planta, puerto, parque industrial).
En Argentina, Enacom anunció el esquema SPIBA (Sistemas Privados de Banda Ancha) en la Banda 40 (2300-2400 MHz), con canales configurables para operación indoor y outdoor. Esto permite montar conectividad propietaria y segura, priorizando el tráfico crítico de la operación.
Esto es algo que ya se hace en Alemania, Reino Unido, EEUU, Australia y en la región en Brasil y en Chile. Permiten que las empresas tengan sus propias redes LTE o 5G, diseñadas para funcionar donde los operadores comerciales no llegan. Redes pensadas para entornos exigentes, no solo para que un teléfono funcione en la ciudad.
Los casos típicos están fuera de cobertura comercial: campamentos mineros en alta cordillera, pozos no convencionales alejados como los de Vaca Muerta, plantas de proceso y salares en el NOA. Allí hay tecnologías de automatización industrial (OT) que capturan, procesan y supervisan datos del mundo físico para operar procesos críticos en tiempo real, cámaras, flotas de vehículos autónomos y miles de sensores enviando datos en tiempo real.
Cuanto menor es la latencia, -los milisegundos que tarda un paquete de datos en ir del origen al destino y volver-, más "rápida" y confiable es la respuesta del sistema (control de equipos, frenado ante un evento, cierre de válvulas, etc.). Las redes privadas permiten latencias bajas y estables, justamente porque no comparten recursos con tráfico ajeno a la operación.
¿Cómo lo resolvemos hoy? ¿Y por qué no Starlink u otro servicio satelital?
Actualmente en Argentina, las empresas deben improvisar: radios VHF/UHF, internet satelital, enlaces punto a punto, redes Wi-Fi extendidas... Todo funciona, pero es caro, lento y poco escalable. Además, limita la automatización de procesos y dificulta implementar herramientas modernas de monitoreo, seguridad y eficiencia. Por eso el SIPBA, la Banda 40, es una gran solución.
Y esta necesidad no se resuelve con internet satelital. Como dijimos, una red para uso privado es una red específica que permite conectividad dentro de los límites de un predio para conectar sistemas de control y equipos, con una mejora en la comunicación. En cambio los sistemas satelitales son servicios compartidos, que dan acceso a Internet. Una funciona puertas adentro de la industria y el proveedor satelital le da la conectividad hacia afuera, a Internet. Es como tener en una casa varios routers WIFI para la interconexión interna, pero para la comunicación externa, puertas afuera, requiere de una operadora de telecomuncaciones.
La conectividad satelital complementa, pero no reemplaza a la conectividad dedicada, priorizada y de baja latencia que exigen minería y petróleo.
No compite con las telcos: es complementario
Estas redes se despliegan sólo en zonas sin cobertura o sin mercado para una red pública. Son de uso exclusivo del proyecto y no dependen del "alea de la demanda" (no necesitan miles de clientes para ser viables): su razón de ser es asegurar la operación 24/7 del emprendimiento. Por eso no le quitan mercado a las empresas de telecomunicaciones; más bien las complementan: donde hay cobertura y servicio público, las empresas seguirán contratando enlaces corporativos; donde no lo hay, la red privada permite producir con estándares de seguridad y eficiencia.
Un paso estratégico para producir mejor
Con la decisión de Enacom -que adoptó el SPIBA en Banda 40-, Argentina se alinea con las mejores prácticas y habilita a que minas, yacimientos, puertos y parques industriales operen con conectividad de clase mundial en territorio remoto. Es un avance que propusimos públicamente el 8 de agosto y que hoy comienza ser política pública. Lo celebro porque mejora la seguridad, la productividad y la competitividad de nuestras economías regionales