Nunca está de más recordar el fracaso del Consejo Económico Social y Ambiental

Se lanzó como un organismo para desarrollar Mendoza, pero el resultado fueron ideas generales a las que se les llamó "proyectos" y que son propios de un trabajo escolar hecho a última hora.

Se termina la gestión de Rodolfo Suarez y la verdad es que Mendoza mantene ese status quo que para muchos es un estilo y para otros es un estancamiento. En el balance oficial siempre algo qué poner en alto y también tiene el golpe de la pandemia como limitante para muchas otras cosas.

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Sin embargo, hay algo que se mire por donde se lo mire resultó ser un fracaso porque no cumplió para nada el objetivo con el se creó, en medio de altas expectativas, bombos y platillos. No cumplió su objetivo y tampoco es un organismo que genere expectativas entre los actores de la sociedad mendocina.

El 10 de diciembre, cuando Alfredo Cornejo inicie su segundo período al frente de Gobierno de Mendoza se cumplirán tres años desde la primera sesión del Consejo Económico Social y Ambiental de Mendoza (CEAS), organismo que iba a ser una "entidad consultiva" que iba emitir opiniones "no vinculantes" a requerimiento de alguno de los poderes.

Además, en diciembre del 2020 se presentó con gran participación de distintos sectores sociales y políticos de todos los colores, y hasta aparecieron todos los exgobernadores con "Paco" Pérez incluido. Muchos pensaron que era la oportunidad para que todas las fuerzas unidas entregaran una mirada de la Mendoza del futuro, pero en serio, y no como en otras oportunidades en que era mucho "bla,bla" y nada concreto.

No paso un año y todo comenzó a desvanecerse, porque los grandes pensadores de la política mendocina se pusieron al frente de las comisiones que se crearon y fueron cortaron las alas de todos los organismos que formaban parte. Es decir, manejaban la situación con criterio político y actores privados y entidades empresarias, por ejemplo, se dieron cuenta que sus ideas no tendrían avances porque no eran convenientes y podían se negativas a la hora de sumar votos.

Un punto de inflexión fue la consulta casi forzada a todos los consejeros por la reforma constitucional de parte del Ejecutivo, buscando el aval del organismo para avanzar en la Legislatura. La situación molestó a muchos de los participantes que directamente no contestaron o se fueron para no volver. Se fueron de algo que no tenía actividad y que después de las fotos del plenario tuvo sólo acciones remotas o una participación menor y desmotivada.

Finalmente, en abril del 2022 se presentaron ocho "proyectos para el desarrollo de Mendoza" que si hubieran tenido que ser evaluados en una secundaria o una universidad, no pasarían porque no dejan de ser ideas generales sin especificaciones y muy alejadas de ser motores de desarrollo.

La comisión de Crecimiento Económico, por ejemplo, se aprobaron dos proyectos. El primero era "diseñar mecanismos que agilicen los trámites relacionados con negocios a nivel provincial y municipal, a cargo del Ministerio de Economía y Energía". El segundo era "desarrollar un circuito turístico de sendero de montaña a cargo del Ministerio de Cultura y Turismo con la participación de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial".

No vale la pena ni siquiera detenerse en ellos, porque no hay forma en que estas dos generalidades sirvan para empujar una economía estancada, sin generación de empleo genuino hace muchos años, con altísima inflación y con más del 40% de pobreza. El que tenga tiempo puede revisar las otras ideas, que no son ideas y que no sé por qué tomaron dos años, porque en una café en la peatonal cualquiera podría haber pensado lo mismo conversando con los amigos.

El CEAS hoy, en teoría, sigue funcionando pero no es un órgano de relevancia y de vez en cuando se le presentan algunos proyectos del Ejecutivo o se les hace alguna consulta. De la conformación original, poco queda y ya nadie se acuerda. En su momento, por ejemplo, los antimineros pensaron que era la herramienta de Suarez para darle luz verde a la actividad minera, pero tampoco fue eso y no se ve cómo puede ser algo en el futuro.

Desde el humilde punto de vista de este cronista, en medio de una crisis económica y social como la que vive Mendoza y la Argentina, por lo menos uno esperaría que un organismo como el CEAS estuviera activo desarrollando un plan técnico y serio para enfrentar los próximos años, desarrollar la economía y a partir de allí sacar a los miles de mendocinos que viven en la pobreza. Que se genere un documento, un plan maestro de desarrollo de Mendoza con objetivos específicos y proponiendo las herramientas para que se logren metas.

Claramente acá hubo una victoria más del status quo empujado por la dirigencia política, la cual fue la principal responsable del alejamiento de actores muy valiososo que estaban en el CEAS. Tenían ideas importantes que les frenaron y, con eso, los invitaron a irse porque no podían convivir en una entidad en la que la premisa era "mejor no hagamos nada, pero que parezca que estamos haciendo algo".

Igualmente eso no debería extrañarnos, porque durante la campaña el frente que ganó las elecciones dejó claro que Mendoza está mal porque la Nación está mal, pero si se ordena la macroeconomía "Mendoza vuela". El mensaje es claro, mantengamos lo que tenemos así como está y veamos que hacen en Buenos Aires.

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