Gerardo Fernández: "Se paga en tiempo, pero no se paga bien"

El reclamo del presidente de la Cecim, Gerardo Fernández, en la cena aniversario.

Gerardo Fernández

Este es el festejo del trabajo. Queremos agradecer el trabajo conjunto gremial empresario que hemos realizado y quiero destacar, en primera instancia, el trabajo con nuestra casa madre: la UCIM; con la FEM, con la UIM y con el CEM, con los que hemos trabajado denodadamente durante todo el año y quiero agradecerles, no sólo su compañía, sino también las horas de trabajo compartidas y la búsqueda de objetivos comunes por el bien común de todos los ciudadanos y de nuestras empresas.

Nos juntamos una vez al año y hacemos un balance, y este balance está relacionado, una vez más, con el trabajo. Ha sido un año duro, difícil, complejo y para entenderlo tenemos que pensar, tal vez, en dos años para atrás. Hace ya más de dos años que las tasas de interés nos vienen castigando y eso se ha visto reflejado, como todos saben, en que la actividad de nuestro rubro, de nuestra industria, de lo privado ha tenidos que transformarse, ha tenido que mutar. Muchos de esos actores de la actividad privada vinieron a competir a la obra pública y eso se vio reflejado en un deterioro generalizado de los precios.

Esto sumado a que, si bien lo hemos dicho en distintas oportunidades, hemos estado cobrando conforme lo dice la ley, no hemos estado cobrando bien. Lo hemos hablado con el gobierno saliente en donde se escudaba diciendo "pero pagamos bien". No. No se paga bien. Se paga en tiempo, que no es lo mismo. Cuando se paga con desfasaje, por la inflación, las empresas nos descapitalizamos. Entonces, nos encuentra en un momento difícil y complicado.

Con respecto al sistema que tenemos de redeterminación en la provincia, más el sistema de la UVI (Unidad de Vivienda), en aquellos que la han adoptado, hemos demostrado técnica y jurídicamente la ruptura de la ecuación económica de los contratos y, lamentablemente, por las circunstancias macroeconómicas nacionales y políticas por la cercanía de las elecciones, no han podido ser corregidos, asique vaya nuestro primer pedido a nuestro ministro (Mario Isgró) y a nuestro gobierno entrante en atención a este problema que estamos describiendo y que seguramente tendremos la oportunidad de hablar en breve: corregir la velocidad con la que salen las planillas de la DEIE -Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas- es fundamental.

Es redundante decirlo -porque todos lo padecemos- pero con una inflación del 4% anual, sacando las planillas con cuatro meses, la cuenta es fácil y no se puede trabajar con una inflación como la que tenemos con 16 puntos cobrando, con 16 puntos por debajo de lo que pagamos.

Esto ya no ha producido un desfinanciamiento, sino que nos pone en riesgo a muchas empresas. Hay una palabra que se ha puesto de moda y que es lamentable: el canibalismo; y es el que estamos sufriendo en las licitaciones. Las últimas licitaciones que hemos visto han sido realmente sorprendentes. No se vio, todos tenemos como referencia (los que estamos en la industria y en el comercio) lo ocurrido en 2001. Entiendo que no se veían licitaciones con rangos diferenciales de precios tan gravosos ni siquiera en el 2001, en las grandes obras, en las medianas obras y en las pequeñas obras. Esto nos está dando una voz de alerta y tenemos que llamar la atención.

Hace una semana tuve la oportunidad de escuchar al gobernador saliente y nos pedía a los empresarios que contribuyéramos. Señor vicegobernador, señor ministro: la CECIM siempre acompañó con trabajo, que es lo que sabemos hacer; y, una vez más, vamos a estar acompañando como lo hemos hecho siempre. Somos gente de trabajo, somos gente de familia, somos gente de palabra y pedimos ser llamados al diálogo para poder aportar nuestros equipos de trabajo, para poder aportar nuestra experiencia y para poder contribuir en el bien común.

También, hablando de dialogo, con sorpresa escuchamos al presidente saliente, hace poco tiempo, expresar en un discurso que ahora sí había escuchado. ¡Ojalá! Brego para que esto no vuelva a suceder y que no haga falta un castigo de las urnas para escuchar. Necesitamos y merecemos tener un diálogo constructivo.

En nuestro trabajo con las distintas entidades estamos convencidos que, por el fragor de la batalla diaria con la administración de nuestros negocios, con la banca y con el trabajo, hemos ido perdiendo protagonismo y en esto quiero agradecer y llamar una vez más a las instituciones de las que formamos parte, para que redoblemos el esfuerzo y el trabajo en pos del bien de nuestras empresas y, con ello seguramente, el de toda la comunidad y de toda Mendoza.

En este año difícil que describí, se dieron muchas licitaciones a principio de año pero, como también es de público conocimiento, eran con bases electorales. Las elecciones pasaron y nos estamos quedando sin obras. Quedarse sin obras significa, para nuestras empresas, tener que despedir gente y nosotros somos pymes y la pyme se vincula inconscientemente con la familia. Nuestras empresas son nuestras familias y la verdad es que nos cuesta despedir gente.

Nuestro principal capital es el capital humano, que nos cuesta encontrar, educar, forjar y no lo queremos perder. Tal vez, en esto encontremos algunos de los justificativos de porqué en las últimas licitaciones aparecen precios tan alejados de la realidad de mercado. Esto es complejo.

Entendemos que este gobierno lleva recién cuatro días, pero les pedimos la comprensión de entender que los tiempos de las empresas y de la realidad financiera que tenemos son complejos.

Por eso, una vez más, quiero agradecerles el respeto y agradecer a todos que han venido. Un agradecimiento especial a nuestros proveedores y quiero, para ellos, un mensaje especial: se habla de banca y los que nos bancan a nosotros son ustedes y quiero que tengan claro que nosotros lo tenemos claro. Nuestros proveedores son, no sólo para la fiesta de fin de año y para un auspicio, sino que son los que nos bancan todo el año. Muchas gracias.

Señor vicegobernador, señor ministro: lo más importante que pedimos es trabajo, atomización de la obra y el resto ya lo saben. La infraestructura consume mucho dinero pero poco empleo. Nosotros somos los dadores compulsivos de empleo registrado y no calificado. En el buen sentido de la palabra: pueden utilizarnos. Estamos aquí para trabajar. ¡Muchas gracias!