Mendoza, la que acunó la libertad

Leé un capítulo completo del libro "Gildokracia. Feudalismo y caos institucional argento", de Alfredo Cornejo y Alfredo Aciar. Será presentado el lunes 30 de octubre desde las 20 en el Hotel Diplomatic.

A. Cornejo y A. Aciar

Qué aporta el libro Gildokracia a los lectores

GildoKracia es un libro que analiza el sistema de federalismo fiscal en la Argentina. Es decir que, echa luz al laberíntico sistema que reparte unos 200.000 millones de dólares por año (equivalente al 40% del PIB argentino) y que tiene una incidencia directa (a favor o en contra) en la canasta de bienes y servicios públicos financiada por el Estado, en cualquiera de sus versiones, que reciben cualquier ciudadano argentino, viva dónde viva.

GildoKracia te cuenta cómo ha evolucionado históricamente el sistema tributario y el modo de reparto de los recursos fiscales entre la nación y las provincias, demostrando el progresivo deterioro de correspondencia fiscal; es decir, entre los actores políticos que recaudan los impuestos y los actores políticos que ejecutan los gastos del Estado. También es elocuente al desnudar la inequitativa distribución de los recursos federales entre las 24 jurisdicciones subnacionales que componen nuestra República Argentina; y lo que es peor, no deja dudas al revelar que el reparto se hace sin ningún criterio lógico que sustente una estrategia de desarrollo económico nacional equilibrado.

También le explica, a cualquier ciudadano argentino, viva donde viva, cuánto representa la canasta de bienes y servicios públicos que financia el Estado consolidado, en términos del producto bruto de la economía de su provincia; desentrañando, nuevamente, las injusticias distributivas; que son la base de sustento de la existencia y perpetuación de "feudos" financiados por recursos aportados por contribuyentes que votan en otras jurisdicciones.

Además, echa luz y contiene, con argumentos sólidos, a aquellos que no encuentran explicación acerca del por qué, por más que se esfuercen produciendo y contribuyendo en este país, el único resultado que obtienen es que, cada día, la Argentina se torna en un país insufrible porque no se pueden ver los frutos, en términos de progreso de la sociedad organizada.

Gildokracia es contundente a la hora de concluir que haber aumentado sistemáticamente el gasto público consolidado, en términos de producto, no ha redundado en mejorar ningún indicador socioeconómico de la Argentina. Muy por el contrario, algunos han empeorado, significativamente.

Finalmente, esta publicación aporta soluciones viables y concretas para salir de este círculo vicioso que, perversamente, va poniendo en jaque la unión nacional. No se queda en el análisis y el diagnóstico, sino que incluye una propuesta factible para ser planteada frente a las autoridades de las demás provincias, la CABA y el Gobierno Nacional.

No es justo generar dignidad social efímera sin miras de progresos para algunos argentinos, cuando, por el otro lado, se está quitando dignidad económica en forma permanente a otros argentinos, que se esfuerzan, tributan y votan en jurisdicciones distintas, muchas veces, lejanas de dónde se ejecuta el gasto público.

Los cuyanos en general y los mendocinos en particular, tenemos historia de solidaridad con nuestros connacionales, pero cuando la solidaridad se vuelve en contra de nuestro propio progreso, deja de tener sentido.

Por eso, queremos generar conciencia en nuestra Nación, en la certidumbre de que, cuando uno conoce quien lo está ayudando económicamente, se vuelve más cuidadoso al momento de tomar decisiones políticas, sociales y económicas que puedan afectar esa fuente de financiamiento.

Capítulo 2: Mendoza, la que acunó la libertad

 

En este capítulo esbozaremos y testearemos una hipótesis intentando explicar la razón por la cual gran parte de los mendocinos no se sienten contenidos políticamente dentro de nuestra República Argentina.

Al decir "falta de contención política" nos referimos a sentir que a Mendoza le iría mejor (en términos socioeconómicos), si fuese un Estado independiente. Es decir, en una hipótesis en la que Mendoza recuperase las facultades delegadas a la República en materia económica y financiera.

No obstante, antes de ello vamos a describir sucintamente la economía mendocina y haremos una reseña de la presencia del Estado, en sus tres órdenes (nación, provincia y municipio), dentro del tamaño de la economía provincial.

Breve descripción de la economía mendocina y de la participación del Estado1

Mendoza es la provincia más grande del oeste argentino. Tiene cerca de 150.000 Km2 de superficie y poco más de 2 millones de habitantes. Del total del territorio, solo 450.000 hectáreas (3%) se encuentran irrigadas, y pueden ser destinadas a la producción agrícola. Actualmente los mendocinos generan un producto bruto geográfico (PBG) que equivale al 3% del PBI argentino, aproximadamente.

La provincia tiene dos grandes turbinas que impulsan su economía, a saber:

1. La agroindustria (incluye al sector ganadero): representa cerca del 12% del PBG

2. La producción y destilación de petróleo (incluye gas): representa el 15% del PBG

A estos sectores productivos se debe sumar un tercer "motorcito" oferente de servicios, que año tras año va ganando potencia: el turismo. Este sector, impulsado fundamentalmente por el enoturismo o turismo del vino, aporta un 6% al PBG.

En suma, entre el complejo agroindustrial, el conglomerado petrolero y los servicios asociados al turismo, se genera un tercio del PBG mendocino. Estos sectores son los propulsores más relevantes a la hora de impulsar el crecimiento y desarrollo económico provincial. Más allá de la existencia de otras actividades económicas innovadoras, como las tecnologías de información y comunicación (TICs), que están creciendo exponencialmente en los últimos años.

Participación sectorial en el PBG. Mendoza, promedio 2015/20

Fuente: elaboración propia sobre la base de datos de la DEIE.

  

Por lo visto, Mendoza goza de una economía bastante diversificada, pero sus principales motores son sectores "transables". Es decir, que dependen fuertemente de una variable que no maneja Mendoza, sino la Nación. Hablamos del tipo de cambio real.

Hasta acá, nada nuevo bajo el sol. Por lo tanto, proponemos una manera innovadora de analizar la economía de cada jurisdicción nacional sacando el foco del ámbito empresarial o sectorial, para echar luz sobre otro gran actor de la economía. Nos estamos refiriendo a la presencia del Estado en el territorio de cada jurisdicción en sus tres órdenes de gobierno: nación, provincia y municipios.

En el caso de Mendoza, el tamaño del Estado equivale al 38% en su PBG, ya que gasta o invierte una cifra equivalente a 4.470 millones de dólares. Visto de otra manera, en promedio, cada uno de los mendocinos y mendocinas recibe en bienes o servicios públicos el equivalente a 2.223 dólares anuales por parte del Estado en sus tres ámbitos.

Cuando desagregamos el gasto del Estado, nos encontramos con que la Nación tiene un peso equivalente al del gobierno de la provincia de Mendoza, representando cada uno entre un 18 y 19%, en términos del PBG mendocino. Los municipios son casi irrelevantes, ya que el gasto de los mismos financiado con recaudación propia, representa solo medio punto del producto2 mendocino.

En Mendoza, si sumamos el gasto que realiza la Nación directamente en territorio mendocino, más los recursos que recibe la provincia a través del sistema de coparticipación de impuestos, resulta que el 74% del gasto público consolidado es financiado con recursos federales. En otras palabras, de cada 100 pesos que gasta el Estado en Mendoza, sea que se trate de la nación, la provincia o los municipios, 74 pesos son financiados por recursos federales recaudados por la nación, a través de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

Esta nueva forma de analizar la economía desde una perspectiva focalizada en el gasto público no es trivial. Es tan significativo el tamaño del gasto público consolidado respecto del tamaño de las economías provinciales que, si se modificase la distribución de recursos federales entre Nación y provincias, sería determinante al momento de analizar la realidad socioeconómica. Por caso, al final del capítulo uno, pudimos advertir que Mendoza perdió 0,55 puntos porcentuales de la distribución secundaria de recursos coparticipables a partir de 1988, con respecto a la correspondiente de 1973. Es decir que, perdió el 12% real de los recursos coparticipables entre las provincias.

Esa pérdida ocurrida en 1988, podría estimarse en 1.25 puntos porcentuales del PBG. Este cálculo surge de la siguiente cuenta: si el gobierno provincial financia el 55% de sus gastos con RON y el gasto provincial equivale al 19% del PBG, entonces una reducción del 12% en el ponderador de la distribución secundaria de la coparticipación, equivale a perder 1,25 puntos de PBG (55%*19%*12%). En 34 años de vigencia, equivaldría al 42,5% de un PBG. Unos 6.375 millones de dólares, sin contemplar ningún tipo de actualización.

En otros términos, esos 6.375 millones de dólares equivalen hoy a más de 6.000 kilómetros de rutas nuevas (tengamos en cuenta que el Departamento Provincial de Vialidad administra un total 4.500 km de rutas o caminos asfaltados). O unas 160.000 viviendas nuevas (el déficit habitacional según un estudio de la Universidad Nacional de Cuyo, es de

40.00 viviendas) y 80.000 ampliaciones. O unas 10.000 escuelas nuevas, cuando la Dirección General de Escuelas administra un total de 1.326 edificios escolares y unos 2.200 establecimientos educativos. O bien unas 200.000 hectáreas de nuevas plantaciones con viñedos, cuando en toda Mendoza existen algo más de 150.000 hectáreas cultivadas con vid. Estos son sólo algunos ejemplos para comprender la dimensión o magnitud del impacto de esa aparente pequeña modificación.

¿En qué áreas se asigna el gasto nacional en la provincia de Mendoza?

Si volvemos a enfocarnos en el gasto público y detallamos el gasto nacional en Mendoza, por lejos, la erogación más relevante corresponde a las transferencias que realiza el sistema de Seguridad Social en materia de prestaciones previsionales (jubilaciones y pensiones) y de asignaciones familiares (activas, pasivas y universales). Entre ambas totalizan erogaciones por casi 1.400 millones de dólares anuales (casi un 12% del PBG). Agregando la

totalidad de gastos atinentes a la seguridad social, dentro de los que se encuentra la atención a la ex Caja Provincial, el presupuesto de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), representa el 75% del presupuesto total que la Nación gasta en Mendoza (14% del PBG).

En síntesis, de cada 100 pesos que gasta la Nación en Mendoza, 75 corresponden a políticas relacionadas con la seguridad social. No obstante, creemos importante comentar los demás gastos en función de su importancia relativa dentro del presupuesto.

Gasto público nacional presupuestado, principales ministerios. Mendoza, 2021

Concepto

Mendoza

en MM de US$

Part Relativa

% PBG

Agencia Nacional de Discapacidad

77

3,5%

0,6%

Ministerio de Seguridad

29

1,3%

0,2%

Gendarmeria Nacional

11

0,5%

0,1%

Ministerio de Defensa

77

3,5%

0,7%

Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca

11

0,5%

0,1%

Ministerio de Obras Públicas

91

4,2%

0,8%

Dirección Nacional de Vialidad

52

2,4%

0,4%

Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento

22

1,0%

0,2%

Ministerio de Desarrollo Territorial y Habitat

32

1,5%

0,3%

Ministerio de Educación

109

5,0%

0,9%

Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social

1.647

75,4%

13,9%

ANSES

1.641

75,2%

13,8%

Prestaciones previsionales

1.197

54,8%

10,1%

Asignaciones familiares

201

9,2%

1,7%

Atención Ex cajas provinciales

128

5,9%

1,1%

Ministerio de Salud

12

0,5%

0,1%

Ministerio de Desarrollo Social

59

2,7%

0,5%

Otros Ministerios y dependencias nacionales

39

1,8%

0,3%

Total Gasto Nacional en Provincia

2.184

100,0%

18,4%

Fuente: elaboración propia sobre la base del Presupuesto de Gastos del Sector Público Nacional 2021

En tal sentido, el segundo organismo público nacional que más gasta en Mendoza es el Ministerio de Educación (5% del total del gasto nacional, destinado principalmente a financiar la Universidad Nacional de Cuyo). En tercer lugar, aparece el Ministerio de Obras Públicas (4% del total, destinado a financiar la inversión real directa en rutas, autopistas e infraestructura para saneamiento). El cuarto lugar lo ocupa el Ministerio de Defensa (3,5% del total, asignado mayoritariamente al Ejército Nacional). Finalmente, el quinto puesto lo ocupa con un 3,5% del presupuesto, la Agencia Nacional de Discapacidad que depende de presidencia de la Nación.

En síntesis: la Nación concentra sus recursos en solventar los gastos correspondientes a la seguridad social, la universidad nacional, la obra pública, el ejército y el gasto social que atiende las discapacidades.

Y el gobierno provincial ¿cómo asigna su gasto?

En lo que respecta al gasto del gobierno provincial, unos 2.224 millones de dólares, que se financiaron en partes iguales con recursos de origen nacional (RON) y recursos propios de Mendoza, fueron asignados por el presupuesto en un 85% a gastos corrientes y el restante 15% a gastos de capital.

Dentro de los gastos corrientes, las áreas de gobierno que más recursos demandan son educación, salud y seguridad (acumulan un gasto de 900 millones de dólares por año). Esto sería equivalente al 40% del presupuesto total. No obstante, existe un gasto corriente provincial que cada vez se torna más relevante, y consiste en las transferencias que realiza el gobierno para subvencionar el costo de los servicios públicos: 171 millones de dólares (7,5% del presupuesto total). Está destinado fundamentalmente a amortiguar el costo del transporte público de pasajeros.

Gasto público provincial por ministerio. Mendoza, 2021

Jurisdicción

Gasto

Corriente

Gasto de

Capital

Total

Participación relativa

% PBG

en MM de US$

Poder Legislativo

17

-

17

0.8%

0.1%

Poder Judicial

102

0

102

4.6%

0.9%

Tribunal de Cuentas

6

0

6

0.3%

0.0%

Ministerio de Gobierno, Trabajo y Justicia

21

1

22

1.0%

0.2%

Ministerio de Hacienda y Finanzas

86

29

114

5.1%

1.0%

Ministerio de Economía y Energía

32

218

249

11.2%

2.1%

Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes

274

1

275

12.4%

2.3%

Ministerio de Planificación e Infraestructura Pública

25

69

95

4.3%

0.8%

Dirección General de Escuelas

453

3

456

20.5%

3.8%

Fiscalía de Estado

4

0

4

0.2%

0.0%

Ministerio de Seguridad

173

3

176

7.9%

1.5%

Ministerio de Cultura y Turismo

7

0

7

0.3%

0.1%

Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial

7

0

7

0.3%

0.1%

Secretaría de Servicios Públicos

171

5

176

7.9%

1.5%

Unidad de Erogaciones no Apropiables

511

7

518

23.3%

4.4%

Total General

1,888

336

2,224

100.0%

18.8%

84.9%

15.1%

100.0%

Fuente: elaboración propia sobre la base del Presupuesto de Gastos de Mendoza 2021

Dentro de los gastos de capital, la obra pública provincial, totaliza unos 287 millones de dólares, lo que representa el 13% del presupuesto total. Este valor triplica el presupuesto correspondiente a todo el Ministerio de Obras Públicas de Nación en Mendoza, para el mismo período.

En definitiva, la provincia concentra su gasto en brindar los servicios de educación, salud y seguridad; en subsidiar el costo de los servicios públicos (principalmente el servicio de transporte de pasajeros), servir la deuda pública provincial, y realizar obra pública provincial.

Hipótesis: si declaráramos la independencia, ¿podríamos vivir con lo nuestro?

En otras palabras, nos plantearemos si sería factible que Mendoza pudiera absorber el gasto nacional y hacerse cargo de la seguridad social, la Universidad Nacional, la obra pública que financia Nación, el ejército y los discapacitados, entre otros menores.

Pues bien, para responder este interrogante, a partir de este momento vamos a encender la lámpara de la imaginación intentando alumbrar una Mendoza totalmente independiente de la República Argentina. No obstante, somos plenamente conscientes que el artículo 1° de la Constitución Provincial3 reza: "La provincia de Mendoza es parte integrante inseparable de la Nación Argentina y la Constitución Nacional es su Ley Suprema."

El ejercicio que estamos planteándonos se funda, primeramente, en la sensación de injusticia por la distribución de los recursos federales Y se justifica todavía más, en la falta de cumplimiento de los "deberes" económicos correspondientes al Estado Federal. En otras palabras, en el incumplimiento de objetivos de política macroeconómica como la estabilidad de precios, una buena distribución del ingreso y el crecimiento económico.

Reiteramos, por si sigue quedando alguna duda, esta proclama la hacemos conscientes del principio de solidaridad, ya que como bien plantea el capítulo anterior, los ponderadores vigentes en la distribución de recursos entre Nación y provincias son "mágicos" y no se construyeron a la luz de criterios objetivos.

Dicho esto, del análisis de la información correspondiente al gasto consolidado (nación + provincia + municipios) surge que, en materia estrictamente fiscal, con una presión tributaria del 38% (tributos/PBG), Mendoza podría financiar los bienes y servicios públicos que reciben los mendocinos de los tres órdenes de gobierno, incluyendo por supuesto, las transferencias del sistema de seguridad social.

Solo para tener una referencia, diremos que el gasto público consolidado en la Argentina de los últimos 10 años en términos de PBI, supera el valor obtenido para la hipotética

Mendoza independentista. Tal como puede verse en el siguiente gráfico elaborado con datos del Ministerio de Economía de la Nación, donde para el año 2020 este indicador alcanzó el 47,5%. Es decir, casi 10 puntos porcentuales más que el dato correspondiente a Mendoza.

Por supuesto que lo expresado es un simple cálculo realizado a modo ilustrativo. Sin embargo, la idea de exponer la información simplificada de esta manera, tiene por objeto conocer de cuánto sería la presión tributaria en este mundo ideal, en el que Mendoza se convertiría en un Estado separado de la Argentina. También, y más importante, como se podrá ver en los próximos capítulos, nos permitirá comparar la situación con el resto de las jurisdicciones sub nacionales que componen nuestro país.

Fuente: elaboración propia sobre la base de datos del Mecon.

Por lo tanto, siguiendo el ejemplo de laboratorio, con una suerte de un único impuesto que grave el valor de todos los bienes y servicios producidos en Mendoza y cuya alícuota sería del 38%, se podría financiar la totalidad del gasto público que hoy beneficia a los mendocinos.

En otros términos, con la recaudación obtenida del cobro de este único impuesto por parte de la provincia, estaríamos en condiciones de financiar el actual gasto consolidado de Nación, provincia y municipios en la totalidad del territorio mendocino, incluyendo seguridad social y servicios de la deuda pública de Mendoza.

Es importante aclarar que este valor no incluye los subsidios otorgados por Nación a las tarifas energéticas y al transporte, asignables a la provincia de Mendoza, porque no contamos con la información oficial desagregada por provincia. Tampoco incluye los servicios de la deuda pública nacional que teóricamente, le correspondería pagar a los mendocinos por ser parte del país. No obstante, agregar esta información no modificaría significativamente la alícuota teórica del impuesto único, para absorber la totalidad de los gastos descritos y no contabilizados.

Hipotéticamente, estamos hablando de una nueva economía mendocina en la que no se cobrarían retenciones a las exportaciones. Tampoco habrían impuestos al trabajo (931 o corresponsabilidad gremial), ni impuestos al cheque o a los combustibles. Tampoco se cobraría impuesto a las ganancias de las corporaciones y de los trabajadores, ni impuestos internos, ni monotributo. En el ámbito provincial, tampoco se cobrarían Ingresos brutos, sellos, inmobiliario y automotor. Mientras que, en el ámbito municipal, no habría cánones ni tasas municipales.

En definitiva, ningún otro tributo que no sea esta suerte de único impuesto que grava el valor de la producción de bienes y servicios que estamos planteando a modo de simulación. Solamente se tributaria este nuevo impuesto cuya alícuota general sería del 38%.

Reiteramos y pedimos disculpas a los lectores por la insistencia: con una alícuota de un único impuesto que gravaría toda la producción mendocina con una alícuota ad valorem del 38% de su valor agregado se financiarían el gasto provincial; la seguridad social; el resto de los gastos de organismo federales en Mendoza y el gasto de los 18 municipios. De este modo gozaríamos el mismo nivel de bienes y servicios públicos en los tres órdenes del Estado con una presión tributaria relativamente inferior a la que actualmente soportan las empresas y las familias mendocinas.

En síntesis, alumbrar una hipotética Mendoza Independiente les saldría fiscalmente un poco más barata a los mendocinos.

Sin agregar que, probablemente, el nuevo sistema tributario y de gasto consolidado en manos de la provincia, generaría ahorros por una cuestión asociada al tamaño, ya que sería mucho más simple y eficiente. No obstante, la revelación más importante de este capítulo es concientizarse de que, con una presión fiscal inferior a la actual, Mendoza podría hacerse cargo y responsabilizarse de las facultades delegadas en materia económica a la Nación.

En ese nuevo mundo no solo viviríamos con lo nuestro, sino que también....

Abusando de la elasticidad que nos otorga la literatura y la imaginación de los lectores, si la provincia institucional descripta en la introducción de este ensayo, recuperase las competencias delegadas en la Nación, no nos cabe ninguna duda de que se alcanzarían los siguientes beneficios económicos para nuestra población:

1. Reducción significativa de la tasa de inflación derivada del equilibrio fiscal, llegando a un nivel similar al observado actualmente en Chile

2. Posibilidad de generar una moneda propia con un Banco Central independiente que proteja su valor

3. Los puntos 1 y 2, se constituirían en un pedestal para desarrollar un mercado de capitales acorde a las necesidades productivas. El mismo podría alcanzar un volumen cercano al 50% del PBG (hoy no supera el 12%).

4. Se abriría la posibilidad de firmar tratados de libre comercio (TLC) con cualquier país o bloque económico del mundo.

5. La provincia recuperaría la política energética, lo que seguramente se traduciría en un importante impulso en las inversiones en el sector. Mendoza sería un exportador neto de energía

6. También se recuperaría la política en materia de obras sociales, y podría barajar y dar de nuevo, recuperando el terreno que nuestra República Argentina perdió en materia de salud pública

7. Entre otras cuestiones...

Imaginen por un minuto el impulso que le daría este nuevo esquema a los sectores productivos como la vitivinicultura. O la mejora en la calidad de vida que tendrían los consumidores frente a la posibilidad de adquirir automóviles, electrodomésticos o tecnología de información y comunicación a precios "chilenos". Para nosotros es fácil constatar lo que ocurriría porque Chile nos queda muy cerca, y en materia agroindustrial tienen una producción similar a la del oeste argentino.

Sin perjuicio de lo expuesto, se puede ver claramente en el ensayo que los beneficios son superiores a los costos, y que el desarrollo socioeconómico que podría derivar de esta idílica independencia sería significativo. Redundaría en mejores servicios y obras públicas, y por qué no decirlo, en mayores prestaciones jubilatorias para nuestra población de adultos mayores. En suma, se transformaría en un verdadero "mazazo" al trabajo informal y al desempleo.

En esa nueva Mendoza, nadie andaría preguntándose si la matriz productiva está agotada en su capacidad de generar empleo y mejores salarios, ya que esos indicadores se equipararían al nivel de los países de la región con estabilidad macroeconómica y apertura comercial.

Ahora bien, ¿sólo Mendoza quedaría en esta hipotética situación?

LOS AUTORES. Alfredo Cornejo y Alfredo Aciar. ¿Qué los une? 

- Militantes políticos forjados en la Franja Morada (ala universitaria de la UCR)

- Profesionales de las ciencias sociales con vocación por el bienestar de la sociedad

- Experiencia en gestión de políticas públicas: generales, como intendente y gobernador, en el caso de Cornejo; productivas y económicas como funcionario del Ejecutivo Provincial, en el caso de Aciar

- Experiencia legislativa: como legislador en el caso de Cornejo y como asesor en el caso de Aciar

- Nacidos y criados en familias de clase media de pueblos del interior de Mendoza (Eugenio Bustos en el caso de Cornejo) y de San Juan (Jáchal en el caso de Aciar)

- Interesados en diseñar y ejecutar políticas públicas que puedan torcer la senda del sistemático derrotero socioeconómico que ha seguido la República Argentina 

NOTAS

1 La información estadística correspondiente al gasto público fue extraída de las leyes de presupuesto nacional y provincial. En tanto que, los datos de PBG, corresponden a fuentes oficiales.

2 La mayor parte del gasto de los municipios se financia con recursos coparticipados por la Provincia.

3 La primera dictada y enviada para la aprobación del Congreso de la Nación, luego de la sanción de la CN de 1853

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