Globos con ideas
Con globos, discursos cortos, una oratoria nasal y entrecortada, ajena a toda grandilocuencia, el ingeniero propuso una comunicación fácil de compartir por Facebook y diametralmente opuesta al autoritarismo.
En el año 2015 Mauricio Macri ganó las elecciones presidenciales por las mismas razones por las que hoy Javier Milei consiguió en las urnas los resultados que consiguió. Concedeme esa tesis. Macri ganó gracias a los globos de colores. Y no me malinterpretes. Juntos por el Cambio, por entonces Cambiemos, tenía ideas. Ideas que triunfaron a la hora de contar los votos. Pero ideas que nunca habrían llegado a todos los argentinos a los que llegaron si no hubiesen existido los globos.
Una nueva mística
Mauricio Macri asumió el 10 de diciembre en medio de una disputa entre peronistas y radicales por la legitimidad de la identificación con el concepto profundo del término "democracia" y nueve meses después la República Popular de China dio a luz a Douyin, que es la palabra con la Xi Jinping, y todos por aquellas tierras, se refieren a Tik Tok.
Es decir que cuando el ex presidente Macri recibió el bastón de mando por parte de Federico Pinedo, en las redacciones de los diarios digitales aún no estaban seguros sobre si convenía filmar los videos en formato vertical u horizontal.
En el año 2015 la televisión todavía era la norma. Se discutía una Ley de Medios que todos sabíamos que había nacido vieja, sí, pero era lo que se discutía en el presente de entonces. Era la época de hablaalpaíslapresidentadeloscuarentamillonesdeargentinos. Se bajaba línea y se bajaba presupuesto. En 6, 7, 8 se maqueteaban ideas, en la ex-ESMA y en Tecnópolis se hacían los actos de lanzamiento y las innumerables horas de cadenas nacionales se las repetía recursivamente.
Luego decantaban en las Unidades Básicas y los Centros de Estudiantes de las universidades públicas y se convertía en pintadas en las paredes, en calcomanías de Evita y Cristina en versión lesbiana, en remeras y en videos con música de Los Redondos de fondo. Se pasaba de la comunicación orgánica de los dirigentes a la inorgánica de los militantes. Todo un aparato vertical diseñado para fabricar eso que llamábamos "mística".
Mauricio Macri apareció y puso en jaque ese formato. O supo aprovechar la ola. Porque al formato lo puso en jaque el mundo. El mismo mundo que luego, en 2021, nos mostraría que en Cuba todos quieren Patria pero no Muerte, y que las cámaras de los celulares podrían servir como armas de combate frente a dictaduras como la de Díaz-Canel. Macri pudo en 2015 conectar con esos nuevos argentinos, esa nueva ciudadanía que no se distinguía por edades ni provincias sino por su pertenencia a un nuevo paradigma social.
Con globos, discursos cortos, una oratoria nasal y entrecortada, ajena a toda grandilocuencia, el ingeniero propuso una comunicación fácil de compartir por Facebook y diametralmente opuesta al autoritarismo que implicaba interrumpir la programación de todos los canales para imponer la palabra de la lideresa del movimiento nacional y popular. Los números demostraron que la preocupación de los argentinos era ver un nuevo Gobierno y no un nuevo capítulo de la novela. El total de amas de casa de barrios privados no alcanzaba para explicar los resultados de las urnas.
Recuperar el foco
Arranqué la semana acostándome tarde el lunes por ver esta entrevista a Durán Barba en el programa de Luis Novaresio. Cuando el ecuatoriano comienza a hablar de Computación Cuántica e Inteligencia Artificial antes de cumplir los primeros diez minutos de entrevista, Novaresio abre los ojos, demuestra interés genuino y al instante busca una vía para retornar a lo que él consideraba que era el tema más importante, que era la abstención electoral y la asociación de entre Milei y un presunto voto "fastidio".
Creo que Novaresio no entendió que Duran Barba le explicaba que esa lectura sociológica sobre las boletas y los votos no importaba. Y que lo que importaba eran las computadoras cuánticas. Es decir, que lo que importaba era -y es- que la sociedad cambió a niveles tan grandes que ya nada es lo mismo que hace ocho años atrás, cuando ganó Macri en 2015. Y que quizá ya nada es lo mismo que hace ocho días atrás, cuando ganó Milei.
Cambió todo. En ocho años cambió todo. Tanto cambió que de ver programas como Intratables y Animales Sueltos para informarnos sobre política, donde muchos entrevistados hablaban rápida y brevemente sobre un paquete de temas impuestos por periodistas especializados y panelistas con voz de autoridad, pasamos a consumir largas charlas en YouTube que a veces duran hora y pico, como esta de Break Point a Eugenia Rolón, otras más de tres, como esta de El Método a Ofelia Fernández. Son notas tomadas de canales de Twitch, de radios que ahora son televisión, en formato de conversación y ejecutadas por entusiastas recién salidos de la secundaria, por gamers o militantes partidarios. Esos a los que en un intento de bajarles el precio llaman "youtubers" en lugar de "periodistas".
Mundo raro ese que ven desde algunos estudios de tevé, donde los periodistas son los hacen pases entre un programa y otro y los que entrevistan en serio son "influencers" y coso.
Nadie pretende -yo no lo hago- que todo el mundo entienda las implicancias de estar inmersos en la nueva sociedad de la Computación Cuántica y la Inteligencia Artificial. Pero quienes quieran dedicarse a la actividad política y, sobre todo, a ocupar cargos representativos en la cosa pública, debería hacerlo. Más aún si su deseo es ganar elecciones y la carrera la está perdiendo. Patricia Bullrich, por lo tanto, debería hacerlo. Sergio Massa también, claramente; pero al partido de los Moyano, los Baradel y los De Mendiguren sería una estupidez pedirle tanto. Que los olmos no dan peras ya lo sabemos todos.
La buena noticia es que entender la implicancias de estos campos en la vida diaria no requiere estudiar una carrera de Ingeniería en Sistemas -que, también, un poco ya quedó vieja-, sino tomar nota de algunas de sus repercusiones. Algunas nada más. Esbozo una lista:
- Los estudiantes de secundaria pueden editar videos con asistencia de IA, con subtítulos que se generan automáticamente, y publicarlos mientras la profesora da Química.
- Las aplicaciones y programas que usamos avanzan tan rápido que nos demandan estar permanentemente informados, a punto tal que cada vez somos más lo que abrazamos y vemos las enormes posibilidades de habernos adaptado a la hiperinformación.
- La vida pública se descentralizó, ahí donde no entienden como usar Binance al menos saben usar Mercado Pago. ¿Qué me vienen a hablar de preservar el Banco Central si ya ni los bancos sirven? Mentira. Sirven. Pero ya no tienen el peso de antes. Para muchos, de hecho, son un estorbo.
La lista podría seguir. Son solo algunas ideas lanzadas al azar. Lo importante es, a mi juicio, entender que cambió radicalmente el paradigma sobre el cual nuestra sociedad se consolida como conjunto de individuos.
Las grandes instituciones con las que que hasta ahora nos habíamos criado -universidades, gobiernos, bancos centrales, medios masivos de comunicación, juzgados- se caen, no por haberse vaciado de sentido, sino por la posibilidad real y la necesidad cada vez mayor que tenemos de reemplazarlas. Y subrayo, enfatizo, remarco lo de que se reemplazan porque se puede, pero también por necesidad. No es que sean instituciones destinadas a desaparecer, sino que ya dejaron de ser la única opción y, por lo tanto, dejaron de ser lo único a lo que cualquiera que aspira a representar al pueblo debería prestar atención.
Definime "voto bronca"
El motivo del éxito de Javier Milei es haber conseguido elaborar una propuesta en atención a toda esa lógica del nuevo mundo en que nos encontramos. Desconozco cuánto sabe Milei de comunicación y nuevas tecnologías. Podría asumir que sabe poco y nada y que además no tenga ni la más mínima intención de estudiar el tema. Pero su discurso es el único consistente con la manera en la que se constituye la sociedad de hoy. Es decir, que el problema para partidos como Juntos por el Cambio no es que los nuevos argentinos solo quieran escuchar lo que dice La Libertad Avanza, no es eso lo que pasa. Lo que ocurre es que La Libertad Avanza es el único partido que tiene en su discurso los componentes con los que viven día a día los nuevos argentinos.
Pasa eso mientras desde el arco de Unión por la Patria personajes como Juan Grabois hablan de hacer un registro centralizado de tierras. Pasa mientras en La Rioja y Salta aplican leyes para censurar periodistas con la excusa de controlar el presunto "odio" de las fake news. Pasa mientras en Chubut imponen la Ley Thiago, que obliga a los niños a decir que las Malvinas son argentinas y que no se puede disidir en pensamiento, como bien recordaba Luis Alberto Romero en esta nota de la revista Seúl.
Quizá las propuestas de Javier Milei no sean las mejores. No digo que sea así, solo que es algo posible. Pero las propuestas de Milei son las únicas que tienen sujeto y predicado. Milei es el único candidato que no dice vaguedades. Aún tratándose de temas que a priori creemos que le restan votos, como la venta de órganos, aún en esos temas Milei se mete de fondo y responde algo. ¿Algo aberrante? Puede ser ¿Algo ignorante? Asumamos que sí. Pero es algo. Algo que se puede analizar, algo que se puede discutir. Algo con lo que se puede dialogar. Es clave que se pueda dialogar con el discurso para que los ciudadanos de esa nueva sociedad argentina de la que hablábamos se vean tentados a recortarlo, editarlo, compartirlo y replicarlo en sus redes.
Si Juntos por el Cambio no cambia su posicionamiento sobre esta nueva forma de instalar discursos, entonces su derrota en los comicios estará asegurada no por el rechazo a sus propuestas, sino por la inexistencia de las mismas. ¿O existe algo cuando nadie lo ve, nadie lo siente y nadie lo escucha? ¿Hay "voto bronca" o hay voto a lo único posible? ¿Será que los liberales libertarios odian la Educación Sexual Integral (ESI) y quieren clausurar el Conicet o es que van un poco más allá de los graphs de la televisión y los títulos pensados para clickbait y analizan todo mientras juegan al Minecraft y fabrican memes gracias disponer de horas y horas de entrevistas llenas de contenido para poder editar? ¿Están desinformados ellos o es que a nosotros todavía no nos cae la noticia de que vivimos inmersos en la hiperinformación?
Papi dame algo, sube contenido
Cuando las tecnologías basadas en IA comenzaron a avanzar en materia de edición de imágenes, muchos especialistas vaticinaron el ocaso de las empresas como Adobe dedicadas a la producción de software para la Industria Audiovisual. Lejos de ocurrir eso, Adobe utilizó sus bases de datos con cientos de millones de fotos guardadas para desarrollar su propia herramienta basada en IA. En esta nota de The Economist se narra el caso con mayor detalle.
Hoy Milei irrumpió en la política con la velocidad de esas nuevas tecnologías. Enganchó la ola, como Macri en 2015. Se vistió de león y arrasó con los partidos tradicionales que, a diferencia de Adobe, no la vieron venir a tiempo.
La primera buena noticia para JxC, si lo que quiere es revertir los resultados, es que en la era del nuevo paradigma tecnológico esos tiempos se recuperan rápido. La segunda es que en esa carrera arrancan con ventaja: tienen las bases de datos, la infraestructura armada en todo el país lista para que la conecten al Wi-Fi y la revienten a hiperinformación. Hay cientos, sino miles, de militantes que son parte los nuevos argentinos y ya no saben como pedirle a sus dirigentes que dejen de bajarles línea y les generen contenido. A cualquiera que pretenda liderar a la nueva sociedad argentina le cabe el mismo consejo: es por ahí.