La lamentable contaminación de nuestro idioma

Mientras día tras día nos acostumbramos al uso de términos de otros idiomas, aquí sale a la defensiva del castellano Eduardo Da Viá, habitual colaborador de Memo.

Eduardo Da Viá

No es la primera vez, ni será la última supongo, que introduzco el serio y preocupante tema de la contaminación idiomática que sufre implacablemente nuestro buen Español.

Contaminación no es peyorativo, sino exactamente la afección que padece el idioma de Cervantes, y que según la Real Academia significa "Alterar la forma de un vocablo o texto por la influencia de otro".

El detonante de mi reiteración en el tema ha sido el leer en el Boletín Oficial del día 2 mayo, el decreto 555/21 que regula nuevamente las actividades permitidas y prohibidas en Mendoza, y en cuyo artículo 6º es establece las normas para restaurantes y casas de comidas," respetando el DELIVERY como de costumbre"

La palabra delivery NO es un anglicismo por cuanto no está reconocida ni por el diccionario de la Real Academia ni por el Panhispánico de las Dudas, es simple y llanamente un absurdo injerto en remplazo del viejo y por demás elocuente REPARTO.

La inclusión de ese vocablo en un documento oficial, lo considero una falta de respeto al idioma y a los cultores del mismo como el que escribe.

He hablado hasta el hartazgo y sentado mi posición respecto del extranjerismo que nos invade, remedando las oleadas de pobres inmigrantes que se refugian en otro país al que aportan sus creencias, costumbres e idioma.

La gran diferencia es que esos desvalidos seres huyen de condiciones de vida infrahumanas, a otra supuestamente mejor. Resulta así inevitable el choque idiomático, obviamente cuando se trata de lenguas diferentes y cuya consecuencia es la adopción progresiva de términos por ambas partes, al mero efecto de poder comunicarse, lo que resulta benéfico para todos.

Incluso surgen neologismos generados mediante la conjunción de parte de los vocablos originales, como es el típico caso del espanglish, para referirse al idioma hablado por las minorías de habla hispana que residen sobre todo en Miami o Los Ángeles en Norteamérica.

Pero en la Argentina no hay migraciones masivas de personas que no hablan español, ni tampoco existen barrios en los que solo viven determinadas colectividades, tales como chinos, polacos, judíos ortodoxos, italianos etc.; lo que en realidad ocurre es que una minoría de argentinos nativos y por ende hispanoparlantes desde su mismo nacimiento, gustan por mero esnobismo de utilizar extranjerismos, en especial ingleses y franceses según el tópico de que se trate.

Entendemos por esnob, palabra castellanizada, a la "persona que imita con afectación las maneras, opiniones, etcétera, de aquellos a quienes considera distinguidos" o de clase social alta para aparentar ser igual que ellos, pero que en mi opinión los primeros esnobistas son precisamente los de las clases altas.

Utilizar extranjerismos es no solo innecesario por cuanto nuestro más que rico idioma tiene capacidad de sobra para expresar cualquier idea, e incluso se da el lujo de disponer de numerosos sinónimos para un mismo sustantivo o adjetivo.

Lo que en el fondo ocurre, es que esta mezcolanza, y aquí vuelvo a la RAE: "Mezcla extraña y confusa, y algunas veces ridícula", esconde una clara actitud discriminatoria. En efecto, por lo general, los veinte millones de pobres que hoy alberga este saqueado país, no utilizan anglicismos o francofonías porque por lo general están referidos a hábitos, costumbres, vestimentas, comidas o cosmética muy caras y exclusivas de las elites adineradas y paradojalmente poco cultas, déficit que también pretenden ocultar vanagloriándose, por ejemplo de no cocinar y que a falta de cocinera se valen del famoso DELIVERY, para hacerse traer los alimentos, para lo cual envían un WhatsApp, sin saber o sabiéndolo, lo cual es mucho peor, que la Academia ya aceptó la palabra guasap.

También estoy convencido de que la mayoría delos usuarios del delivery, ignoran las más de veinte acepciones que la palabra tiene en inglés, entre las cuales se encuentra; parto, nacimiento, alumbramiento; y por cierto deben ignorar asimismo que el origen etimológico es en el vocablo francés DELIVRER con el sentido de liberar. Por cierto han de ignorar también que "Carta Certificada", en inglés se denomina "Special Delivery".

Lo más probable cuando una madre de un barrio pobre manda a alguno de sus numerosos hijos al almacén a comprar algún bien imprescindible y que precisamente en ese momento el almacenero no lo tiene, el niño vuelve y le dice a su mamá que Don Manuel no lo tenía pero que te lo nada con el "reparto" ni bien lo consiga.

El "reparto" es a los barrios pobres, lo que el "delivery" es a los barrios privados.

Me resulta inadmisible que se emplee un extranjerismo en un documento oficial de un país, el nuestro, cuyo idioma oficial es el Español.

Me gustaría saber si quien escribió y quien refrendó lo expresado en el decreto, sabe las acepciones que tiene la palabra delivery en inglés.

En otros rubros, siempre con el común denominador de ser propios de las elites, como la cosmiatría, donde abundan hasta el hartazgo, expresiones tales como "lifting", que significa levantamiento y no estiramiento porque la clienta no aceptaría que el médico piense que tiene algo "caído", sino simplemente un tanto arrugado; y a propósito hay un instituto en Buenos Aires que alardea de tener una novísima tecnología ultrasónica para realizar el "peeling facial" o sea la mondadura o abrasión cutánea, y sin necesidad de "down time", así escrito, en inglés, y que se traduce como reposo después de la intervención.

Todos procedimientos tendientes a combatir la Ritidosis que es el término médico para denominar la presencia de arrugas en piel, así como pérdida de la tersura.

La mayoría tienen algún grado de efectividad, pero ninguno es definitivo, sin embargo los ricachones, de ambos sexos, apuestan a la duración de su "rejuvenecimiento", no obstante lo cual siempre salen con la indicación médica de una o más cremas "antiage", de uso matinal y nocturno específicamente.

Negocio descarado por una parte e imbecilidad con dinero por la otra.

Pasando a otro tema: la gastronomía por ejemplo, y como mera muestra transcribo textual una nota aparecido en una revista española VOZPÓPULI, que reza:

Léxico 'gourmet': el vocabulario imprescindible de la gastronomía contemporánea, a su vez gourmet galicismo aceptado para indicar persona de gustos exquisitos en lo relativo a la comida y a la bebida.

"La eclosión de la cocina, la irrupción de nuevas técnicas y sabores y la globalización de los conceptos culinarios han creado todo un nuevo vocabulario que todo 'foodie' ha de conocer".

La versión española correcta para foodie es comidista.

Tener un buen paladar, ser de estómago agradecido, gustar de la buena mesa o, ser, en definitiva, todo un comilón... ya no es suficiente. Para manejarse en el panorama gastronómico actual es necesario estar al tanto de las tendencias y, sobre todo, manejar palabras extranjeras. El francés -idioma dominante en las cocinas durante décadas- está dejando paso al mundo anglosajón... y a gran multitud de anglicismos para denominar algunas nuevas realidades, y otras no tanto. Este es el diccionario básico del foodie moderno:

Brunch: Este desayuno tardío o comida temprana ya lleva años con nosotros. Como su propio nombre indica, se encuentra a caballo entre el breakfast y el lunch, entre el desayuno y la comida. Cada vez más locales y restaurantes lo ofrecen en sus cartas.

Chifa: Fusión de las cocinas peruanas y china

Cool hunter: cazador de tendencias..

Cronut: mitad croissant, mitad donut. Es el último grito en el mundo de la repostería, llegado directamente desde Nueva York, donde causa furor. Una bomba calórica, eso sí.

Detox: Es la dieta para limpiar y desintoxicar el organismo. Esta nueva tendencia gastronómica denominada ‘revolución verde' se basa, fundamentalmente, en los green smoothies, es decir, en los zumos y batidos de frutas y verduras, que se toman crudas. Proviene de smooth que significa suave.

Finger Food: comida que se toma con los dedos.

Food truck: Cocina itinerante en esencia

Mealsurfing: Comer en casas particulares con gente desconocida, a las que se llega a través de las redes sociales. Es la última tendencia, para unir a gente con algo en común: le gusta comer bien.

Y así al infinito, por cuanto infinita es la capacidad de los humanos para marcar diferencias sociales, desde venir del SPA , a efectos de estar bella o bello para el Evening Food Tasting (degustación de comidas al atardecer) y al que concurrirán de inmediato.

Aclaro de paso, que SPA no significa Salutem per Aqua, sino que proviene del belga y significa balneario, procede de la ciudad belga Spa, en la provincia de Lieja, conocida por sus baños desde la época romana y mencionada por Plinio el Viejo en su Naturalis Historia (c. 77-79 dC.)

En definitiva, si los que practican estas expresiones idiomáticas extranjeras tuviesen respeto por sí mismo, lo menos que tendrían que hacer es conocer varios idiomas y además la etimología de cada una de las palabras que en su lamentable vida de figuración utilizan.

Pero saben que no es necesario porque la mayoría de los contertulios tampoco lo saben pero se entienden como un niño al que se le enseña a no introducir ningún objeto en un tomacorriente porque tiene electricidad que lo puede matar. El pequeño ignora por ahora qué es la electricidad pero sí aprende que es peligrosa y así se lo transmite a sus amiguitos que lo incorporan de inmediato.

Por último algunas palabras sobre extranjerismos en las prácticas deportivas.

La práctica de deportes que fuera desde siempre una sana costumbre, hoy ha pasado a ser una adicción en la búsqueda de una apariencia física lo más ajustada al Canon de Policleto, aunque seguramente sin saber de su existencia.

En la actualidad mujeres y hombres se sienten más presionados y se ven juzgados por los cánones estéticos que con el tiempo son más grandes y exigentes, según Lourdes Ventura.

La discriminación estética es un hecho que según la autora afecta hoy día a ambos sexos, produciendo en las personas un "estado de inseguridad" y "de falta de autoestima".

La absurda búsqueda de la perpetuación de la juventud, cuenta con la complicidad comercial de atletas famosos y de médicos deportólogos que en sus lujosos "Gyms", apócope en inglés de Gymnasium, o bien dirigiendo grupos al aire libre, practican Running (carrera) Hiking (caminata), Biking (ciclismo) Kick Boxing (combinación de puntapiés con pugilato)Climbing (escalada). Etc. etc.

Y todo lo anterior luciendo ropas y calzados de marcas importadas.

En fin, ya lo dije más de una vez, una Nación es un conjunto por lo general muy gran de persona, millones habitualmente, que viven en dentro de un territorio con límites definidos, que tienen un idioma común y costumbres mayoritariamente compartidas. Cuando se pierden los límites geográficos, se desdibuja el idioma por la adquisición de términos foráneos o se olvidan costumbres ancestrales, deja de ser una Nación para transformarse en un mero conglomerado humano luchando a brazo partido para sobresalir y destacarse, a cambio de la sumisión y la dependencia de la otrora minoría, que, como está ocurriendo hoy en la Argentina, va ganando terreno muy a su pesar, con la diaria incorporación de miles de conciudadanos descendiendo por debajo de la línea de pobreza y que aunque sepan de la existencia de la palabra delivery, por cierto la miseria no les permite acudir a ella para conseguir el diario sustento, sino que deben trabajar a destajo, muchas veces en condiciones de disimulada esclavitud o si no simplemente robar.