La importancia de las PASO para combatir la casta
La opinión del Dr. Carlos García respecto a las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias.
Las elecciones primarias abiertas son una herramienta moderna que favorece la participación de los ciudadanos en la vida política de su ciudad, provincia o nación, conociéndose el daño o beneficio que la elección de buenos o malos representantes significa para toda la población. Promover su desaparición o suspensión por razones económicas es una falsedad, pues los gastos que representa son ínfimos en comparación con sus beneficios.
Su desaparición otorga poder a las elecciones cerradas en los partidos políticos, eternizando las élites que los dirigen y fomentando la participación de sólo quienes cuentan con medios para hacerlo: en la Argentina, las grandes corporaciones económicas, los sindicatos, los millonarios o los actuales gobernantes. Es decir, ni más ni menos que la "casta" qué se dice combatir. Retrocederíamos 20 años en la elección directa de nuestros representantes.
Las primarias abiertas, al ser promovidas por el Estado, permiten a los débiles de una población ser candidatos, solo con su honorabilidad, trayectoria y capacidad, haciendo carne aquella exigencia de "idoneidad", inserta en la Constitución Nacional.
Combatir la casta para reforzar solo el poder unitario del Presidente y de la oposición peronista es debilitar la democracia, tan duramente conseguida, con argumentos de dudoso republicanismo como el de aumentar el poder de oligarquías partidarias o sindicales existentes. ¿O no vemos empoderados a Milei y Cristina detrás de esto? Más casta y mayor gasto público a corto plazo.
Desplazar dirigentes de corporaciones eternas, como la de sindicatos, obras sociales o empresarios, no se logrará con medidas de esta índole. Por el contrario, se reforzará su poder elitista en desmedro del pobre republicanismo liberal del que gozamos.
El federalismo sin PASO será debilitado en pos de aquellos que manejen los medios de comunicación, redes en especial, acentuando la individualización y desinformación de nuestra débil cohesión civil, tan necesaria para la democracia participativa de un país desigual.
¿Hubieran accedido Milei o Macri a cargos nacionales sin las PASO? Lo dudo. ¿Habrá futuro para noveles dirigentes juveniles o sindicales, sin canales participativos? Lo dudo. ¿Podrán crearse nuevos liderazgos en el interior sin los medios adecuados de participación? Lo dudo.
Estas dudas deben ser disipadas del incierto futuro democrático del país, o estaremos a las puertas de gobiernos autoritarios, sostenidos por el poder de turno o los actores económicos de siempre.