Jubilaciones, a la sombra de los vaivenes políticos

La palabra "jubilado", proviene del latín y significa "gritar de alegría". Una verdadera ironía porque, en la mayoría de los casos, lo que viven es un verdadero calvario, atado a los designios del poder de turno. Escribe Norma Abdo.

Norma Abdo
Periodista y docente

"Adivinen qué haré", afirmó en tono burlesco y riéndose desde uno de esos estrados en los que al presidente Milei le gusta aprovechar para vilipendiar con insultos, expresiones soeces, ofensivas, sostenía que vetaría las leyes recientemente aprobadas por el Congreso, como jubilaciones (con 52 de los 72 senadores) y discapacidad, temas sensibles para un amplio sector de la sociedad. Y redobló la apuesta diciendo que si ese cuerpo rechazaba el veto, lo iba a judicializar.

Como un verdadero autócrata, creyendo tener la suma del poder público y desconociendo la división de poderes que es la base un sistema democrático, desde que asumió ha usado y abusado del veto de leyes emanadas del Congreso. El argumento, como latiguillo, que nada ni nadie lo hará desviarse del equilibrio fiscal y la baja de inflación, aspectos de los que nadie duda como necesarios. Pero acá importa no sólo el qué sino el cómo. Y es allí desde donde uno como ciudadano se para, no pudiendo comprender hacia dónde vamos y cómo se resguarda a sectores tan sensibles como la niñez, jubilados, discapacitados. 

Uno también se pregunta cuál es el rol del Congreso para el presidente; para qué quiere sumar legisladores para LLA, si desconoce el rol de esa institución propia de la democracia. Será que sólo busca levanta manos genuflexos, como ha sucedido con gobiernos de otro signo y que tanto criticó en campaña. Pero claro, a veces, las palabras y promesas se las lleva el viento.

Milei confirmó el veto y la judicialización de las leyes aprobadas en el Senado 

En ese marco, las jubilaciones siguen siendo motivo de disputas políticas y de posiciones ideológicas, dejando en el medio a quienes hicieron sus aportes previsionales, esperando que al final del camino laboral recibirían lo que aportaron durante su vida activa. La palabra "jubilado", proviene del latín y significa "gritar de alegría". Una verdadera ironía porque, en la mayoría de los casos, lo que viven es un verdadero calvario, atado a los designios del poder de turno.

Hemos pasado por regímenes de reparto, de capitalización, mixtos; con porcentajes por diversos sistemas para el cálculo de las jubilaciones, pero a la postre siempre pierden los que sueñan con un retiro justo y digno. En síntesis, la historia del sistema previsional en nuestro país ha tenido más retrocesos que avances. El hilo siempre se corta por lo más delgado. Será que como dijo Milei hace unos días, que la primera ley de la economía es la escasez, que no hay todo para todos. Inquietante postura. Lo hizo al acompañar en el Chaco al pastor Jorge Ledesma (con investigaciones en la justicia por los "milagros" pecuniarios) en la inauguración de un templo de la iglesia cristiana internacional, en el que precisamente no hubo escasez de palabras por parte del presidente. Hizo un mix entre política, los principios judeocristianos, el capitalismo, la izquierda. También hizo referencia al Estado (al que calificó de maligno), olvidando que es una entidad política y jurídica, en tanto el gobierno importa la administración del Estado y que se ejerce a través del Ejecutivo, Legislativo y Judicial, una división de poderes que no puede ser obviada en una república democrática.




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