Al norte del Polo Norte no hay norte

La importancia de los "marcos de referencia" en Economía para salir de un proceso inflacionario

Sebastián Laza

Las Ciencias de la Naturaleza han desarrollado sistemas de medición de tiempos y movimientos que han moldeado nuestra manera de ver el mundo, y nos han ayudado a armar nuestros marcos de referencia físicos. De esta forma, las ideas de Norte y Sur son claras, siempre y cuando nos movamos dentro del planeta Tierra, pero si nos salimos encontraremos que más allá del Polo Norte se acabó el Norte, solo hay espacio exterior, lo mismo que en el Polo Sur.

Al igual que en el mundo de las Ciencias Naturales, en Economía (Ciencia Social) también se utilizan marcos de referencia, aunque en este caso suelen ser más abstractos, anclados en expectativas probabilísticas. Por ejemplo, tanto la oferta como la demanda de cualquier bien o servicio (real o financiero) tienen incluido algún grado de proyección futura del escenario económico, en función del algún cálculo de probabilidad, basado en algún marco de referencia, alguna perspectiva del contexto. De hecho, todo el sistema de precios relativos de la economía está construido de esa forma, para poder responder a cuestiones tales como ¿qué es caro y barato?, ¿qué es rentable producir? ¿qué es más o menos riesgoso? ¿comparado contra qué? En el mundo económico se necesitan anclas, es decir puntos de referencia para comparar cantidades, precios, salarios, tipos de cambio. Estas anclas son como el Norte, o el Sur, puntos de referencia, siempre relativos, enmarcados en algún contexto determinado, que puede cambiar. 

Y allí nos metemos con la inflación, es decir, la dinámica de los precios. El presidente Fernández sostuvo hace algunos días que "la inflación argentina es autoconstruida, está en la cabeza de la gente". En los medios lo defenestraron, porque lo dijo para minimizar el casi 100% anual de nuestro país, que es indefendible, por la mala praxis. Pero la afirmación, mirada en otro contexto, fuera de la coyuntura nacional, es acertada. La inflación, más de allá de los estrechos vínculos con la emisión monetaria, es una cuestión de expectativas y de perspectiva, de marcos de referencia construidos por nuestra mente ex ante a la emisión monetaria, no ex post. 

La inflación de nuestro país va a dar mínimo este año (2023) entre 80% y 100%, porque empresarios y sindicalistas tienen ese marco de referencia en su cabeza. De esta forma, como profecía auto-cumplida, los salarios van a aumentar en 2023, en promedio, cerca de ese porcentaje y los precios también. Luego, la emisión monetaria va a convalidar el proceso, para financiar ese aumento de la nominalidad transaccional esperada. Pero primero está el marco de referencia en la cabeza del mercado (expectativa, perspectiva), luego la emisión monetaria que convalida. De lo contrario, si el BCRA durante 2023 no convalidara dicha expectativa, y emitiera mucho menos, la economía caería en una fuerte recesión, ya que no habría demanda nominal suficiente para la expectativa de precios y salarios del mercado. Esa fuerte recesión desinflaría la economía, ceteris paribus, en función del diferencial entre emisión real versus esperada. Lo mismo sucedería si, a la inversa, el BCRA emitiera más de lo esperado, la inflación aumentaría más aún. La cuestión es siempre igual: expectativa del mercado (marco de referencia) versus convalidación del banco central. 

Y esto nos da pie para plantear como salir del marco de referencia inflacionario en que estamos entrampados. Hay 2 formas, una rápida y una lenta, pero ambas con la misma naturaleza: cambiar (reducir) el marco de referencia nominal en la mente de los agentes económicos. En la vía rápida, se hace todo en 1 año o a lo sumo 2, con una brutal recesión que desinfle todo, precios, salarios, gasto público, todo lo nominal. En la vía lenta, con algún marco legal del Congreso que conduzca dichas variables nominales a porcentajes preanunciados a la baja, llevarán la expectativa y la perspectiva del mercado también a la baja gradual. La vía rápida la suele hacer el mercado, la vía lenta la política. Pero en el fondo son lo mismo, solo es cuestión de velocidades de implementación. 

En síntesis, la Economía es un gran juego de marcos de referencia variables (expectativa, perspectiva) del mercado, que luego son convalidados o no por los bancos centrales. Al igual que en el mundo físico, con sus marcos de referencia de tiempo y espacio relativos, que determinan que es rápido y lento, que está al Norte o al Sur, en el mundo económico la relatividad lo da la propia mente de los agentes económicos, con sus marcos de referencia autoconstruidos, luego convalidados o no por los bancos centrales.  

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