El tótem de nuestro olivo

Un tótem alza los olivos

guardianes de historias

de fuerzas que inspiran

en este cielo sanmartiniano.

Olivos que danzan

en raíces antiguas

descansa

descansa

descansa

en sus troncos de amor,

tótem y olivos

donde laten los destinos.

Marcela Muñoz Pan

Cuando se inauguró el Hotel Puente del Inca en 1925, época de la construcción de los ferrocarriles ingleses y que lamentablemente el alud de 1965 lo destruyó, fue un ícono en el progreso de la región montañesa. Un hotel al que accedían las elites de aquellos años, era habitual ver a importantes personajes de la política de mendocina y nacional, así como también reconocidas artistas y escritores de aquella época. Este importante desarrollo turístico potenció Mendoza, otorgando muchos puestos de trabajo, con su increíble atractivo turístico e histórico, José de San Martín también anduvo por esas montañas.

Hoy en San Martín tenemos un nuevo Hotel, Tótem Hotel & Spa que vino a potenciar como fue en su momento el Hotel de Puente del Inca, un nuevo desarrollo no sólo inmobiliario, también, un hotel que se adapta la naturaleza de la zona este, como si fuera nuestro hogar. Un hogar que los hermanos Kristich nos lo han hecho saber con la cálida bienvenida que tuvimos el pasado 26 de junio, día de la inauguración, donde por supuesto estuvieron autoridades provinciales, locales, amigos de la cultura, el arte, el turismo y no podía faltar el clúster de Mendoza Este, donde su gerente Mauricio Tagua es miembro.

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Siendo sanmartiniana es un orgullo contar con un hotel de estas características por su fusión moderna y elegante, de diseño eficiente y disruptivo a la vez, con sus líneas limpias y colores neutros que invitan a estar, ser, una partecita más de este espacio que a su vez cuenta con un paseo comercial, centro de salud, boulevard, el lugar ideal para pasear con los amigos, en pareja y fundamentalmente un gran desarrollo turístico, gastronómico, industrial, económico y cultural para todos turistas y vecinos, locales, provinciales, todo el mundo alojado en esta nueva casa que renueva la increíble luz de nuestra zona este, donde desde sus habitaciones se puede contemplar la cordillera, el aire puro que lo rodea, un bienestar integral a todos los sentidos.

La audacia y relevancia de este Hotel, en su presentación e impronta, es la presencia de obras plásticas de, por ejemplo, Eleonora Guiñazú, un lienzo de un retrato del Gral. San Martín, con diseños puros que brillan con su sola presencia. El olivo es su insignia, como lo fueron los olivos para Don José, incluso su cafetería se va a llamar El Libertador. Una sinergia perfecta entre tradición, historia, tierra, arte, arquitectura, sueños por venir, sueños cumplidos. Un lugar para conectarse, conectar con estas frecuencias que vienen a inyectar otras esperanzas para el desarrollo estratégico del este.

Nuestro intendente Raúl Rufeil se refirió al mismo: Quiero agradece la presencia del gobernador Cornejo y de su equipo, del grupo Kristich que ha hecho posible este proyecto y de los intendentes amigos", señaló Rufeil y agregó: "Es un día muy feliz para el departamento y para la región del este. También quiero subrayar la decisión de este grupo inversor de haber puesto los ojos en la región y aportar al este mendocino. El casino, el centro comercial, el centro médico y ahora el hotel forman parte de una obra transformadora desde lo privado; a nosotros, los funcionarios, nos queda la tarea de generar las condiciones para que puedan desarrollarse este tipo de proyectos".

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Mendoza Este estuvo presente con su presidente Daniel Moreno, Mariano Morales, Alejandro Lacoste, Valentina Iúdica, Lorena Lancellotti, Irene Viggiani, Ely Martínez, Liliana Farina, Silvia Casari, Mauricio Tagua, aplaudiendo y apoyando con su energía, estos nuevos pasos que seguramente darán juntos, como cuando veíamos el globo aerostático que acompañaba la inauguración, donde aire, fuego, suavidad, tierra, Tótem y olivos, crearon la ideal atmósfera.

Los brindis no estuvieron ausentes y creo que entre todos levantó las copas de las bendiciones, José de San Martín, imaginándome nos daría su cálido ¡Salud sanmartinianos!