Los límites sociales de la paciencia y la inmortalidad de las ideas

Andrés Vavrik hace una analogía histórica en la batalla de las ideas para referirse al posicionamiento de Javier Milei y a sus detractores, que pretenden borrarlo.

Andrés Vavrik

La sociedad argentina varias veces a virado. La mayoría de las veces los cambios se dieron por hechos traumáticos, la autoflagelación y el padecimiento de los más débiles son un denominador común.

La crisis de representatividad que estamos sufriendo, especialmente en el sistema de partidos políticos, que repercute directamente en la gobernabilidad, y seré más extremo aún... afecta el funcionamiento de en nuestra joven democracia, se puede comparar con un hecho histórico que marcó de manera definitiva a la fe cristiana.

Les cuento brevemente la historia:

Girolamo Savonarola fue un predicador que vivió en la república de Florencia a finales del siglo XV, en pleno renacimiento. Transcurría el gobierno de facto de Lorenzo de Médici, el arte y la cultura alcanzaron su esplendor durante este período. La muerte de Lorenzo hizo que su hijo Piero llegue al poder para continuar con la dinastía corrupta y a la cual Girolamo fue un acérrimo opositor, denunciándolos y enfrentándolos constantemente. Siempre los acusó de tiranos y nunca se dejó doblegar por sus amenazas, intentos de sobornos y operaciones de todo tipo en complicidad con el clero y la alta sociedad Florentina para callarlo.

Paralelamente llega al Vaticano en 1492 Alejandro VI, el papa Borgia. La realidad de la Iglesia católica no era menos polémica que la del gobierno de Florencia.

Lejos de aislarse en su propuesta, Girolamo se hizo muy popular, llegó a tener 250 frailes en su orden, seguidores por toda Italia, sus sermones de protesta en el templo de San Marco eran multitudinarios, y panfletos con sus polémicas declaraciones contra el desmanejo católico trascendían los límites de la Italia renacentista para llegar hasta Turquía y Francia.

El débil gobierno de Piero de Medici cae a manos de Carlos VIII, rey de Francia, quien tras cruzar Los Alpes conquistó Nápoles invadiendo luego Florencia. El vacío de poder hizo que se designara en el Congreso una nueva señoría, dando la oportunidad a Savonarola de proponer una revolucionaria constitución inspirada en la de Venecia, esta no pudo ser aprobada por falta de tan solo voto.

El monje no se aplacó por este fracaso, al contrario, se decidió a ir directamente contra las atrocidades del vaticano y del papa Borgia.

Durante el episcopado de Alejandro Borgia, la corrupción era sistémica dentro de la Iglesia, llegando hasta el punto de que la venta de indulgencias era un hecho común. Esto significaba que cualquiera podría licuar sus pecados pagando diferentes sumas de dinero, dependiendo el precio de la gravedad de los mismos.

El mismo Papa se tomó el trabajo de encargarse del rebelde Savonarola, que no conforme con la caída de los Medici estaba dispuesto a terminar con las atrocidades que provenían de la santa sede y decía:

"La Iglesia abunda en abominaciones desde la corona de su cabeza hasta las plantas de sus pies, pero no solo no aplicáis ningún remedio, sino que rendís homenaje a la causa de las miserias que la mancillan, por esto está el señor muy airado y hace tiempo que dejó la iglesia sin pastor, pues yo doy acá testimonio de ello".

El predicador y sus seguidores impulsaron para la época del Carnaval "la quema de las vanidades" donde niños pasaban recogiendo joyas, obras de arte y todo tipo de objetos de valor para ser incinerados. Se sabe que Donatello esculpió una imagen del niño Jesús para encabezar la procesión y que Miguel Ángel recitaba frases del sacerdote.

Este importante y ruidoso hecho dio la posibilidad a que Roma se decida por excomulgar a Girolamo. Este respondió redoblando la apuesta, y excomulgó el mismo el al papa, escribiendo lo siguiente:

"Alejandro no es Papa ni puede ser tenido por tal, que dejando aparte el pecado mortal de simonía con el cual compró el sol y el Pontificio diariamente vende los beneficios de la Iglesia al mayor postor y dejando a sí mismo, aparte de sus otros vicios en manifiesto, yo declaro que no es cristiano ni cree en Dios".

Savonarola fue llevado a las celdas del Palacio Vecchio. El Gobierno de Florencia pidió la liberación al papa, pero el dejó esto en manos de la Inquisición. El monje Savonarola fue torturado y por eso le arrancaron confesiones acerca de cierto parentesco y adoración al diablo y sobre todo acusado de herejía, de conspirador y culpable de orgullo y ambición.

Cuando lo iban a encadenar, él dijo que le mandaba la absolución al papa, que lo perdonaba y esto lo hizo en tono irónico. Cuando marchó hacia la pira donde iba a ser quemado, besó un crucifijo y dijo, "el Señor sufrió mucho por mí" y no volvió a hablar. Sus cenizas fueron arrojadas al río para que nadie pudiera usar alguna parte de su cuerpo o sus huesos como reliquia.

Que borren de la faz de la Tierra a Girolamo Savonarola y discípulos, sus escritos y todo lo que se relacionaba con él no hizo que sus ideas y verdades desaparecieran. Al contrario...  

Muy pocos años pasaron, y el sacerdote alemán Martin Lutero abriría una brecha en el corazón de Europa, dando inicio al protestantismo y dividiendo al cristianismo para siempre.

Las calamidades y corrupción del catolicismo dieron lugar a las reformas que en 1517 fueron publicadas, y hasta la actualidad millones de fieles en todo el mundo se sienten representados por la Iglesia protestante, llegando a tener en muchos países más peso que La católica romana.

Esta historia nos debería poner a reflexionar y no podemos hacernos los distraídos, el escenario que se nos presenta ante el ballotage y la posibilidad de cambiar o continuar con el modelo actual es la muestra clara de que gran parte de la sociedad está mal, está asqueada y no se trata de quien encabece la revolución, pues muchos estamos dispuestos a cambiar, y no se limita a este momento, porque sabemos que la particularidad de estos tiempos es la aceleración de los procesos debido al acceso a la información. Lo que en el siglo XV tardó 20 o 30 o 100 años en madurar, hoy puede tratarse de solo semanas...

No es casual que la decisión sea binaria, blanco o negro. Nos llevaron hasta el extremo y se partió el país al medio. Solo resta saber cuánta gente hay de cada lado.

Lo que pasó en Mendoza el jueves 9 con la visita de Javier Milei, debemos tomarlo como un antes y un después en nuestra historia democrática.

 Hace muchos años que ninguno de los partidos políticos tradicionales puede movilizar la militancia sin ofrecer transporte, comida y promesas de trabajo en el estado. Los militantes de La libertad Avanza llegaron por sus medios y apoyaron al candidato a presidente sin otro objetivo que reclamar un cambio verdadero.

Le guste a quien le guste, le cueste a quien le cueste esto es así, Mendoza ha dejado un mensaje claro en las urnas en dos oportunidades este año y el próximo 19 dará sentencia final. Los votantes piensan el voto y eligen sin mandatos partidarios intendentes, gobernador y presidente según su propia experiencia y esperanzados por la propuesta futura.

La mayoría de las personas que arengaban con banderas amarillas al libertario eran jóvenes, ahí estaba el futuro y más allá de lo que pase en la segunda vuelta nada cambiará en nada el rumbo de nuestra sociedad.

Si Milei gana será todo más rápido, pero, así como la protesta de Savonarola pudo trascender a su existencia física, las ideas de la libertad y la evidencia de la mentira de la justicia social ya son parte de las próximas generaciones.

Ya no se trata de derecha o izquierda, socialismo o liberalismo. Se trata de una parte de la sociedad que se informa y sabe lo que quiere, mientras busca las herramientas para desactivar una maquinaria electoral formada por la otra parte, que durante décadas políticos inescrupulosos crearon, que funciona a base de pobreza, ignorancia, fanatismo y extorsión.

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