Primer mes de Milei, en el talk show argentino

Se cumple un mes de Javier Milei como presidente. El expanelista de episodios polémicos en la TV argentina ahora transforma al país en un show de frases y acciones rimbombantes. Al final de la "luna de miel" se verá si se consumó su matrimonio con la sociedad.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Javier Milei es, hasta ahora, el profeta de su propio Apocalipsis. No hay ocasión en la que se exprese públicamente en la cual no vuelva a decir que lo que viene es "peor", que los argentinos sufriremos mucho y pone plazos para ver "la luz al final del túnel" dentro de 15 años, aunque su mandato presidencial sea de solo 4 y se aguarden resultados dentro de ese período constitucional. Al menos, algo y aun a sabiendas de que "todo tiempo pasado fue peor", tal su leitmotiv.

Milei es una anomalía producida por el peronismo al que le llegó su fecha de caducidad por no conseguir definir qué es. Si bien a lo largo de la historia el movimiento peronista se ha puesto el disfraz que le ha quedado mejor para triunfar y sostenerse en el poder (ya sea por derecha o izquierda, o ambos a la vez) en el tiempo en que lo configuró el triunvirato compuesto por Cristina Kirchner (chavista) y Sergio Massa (pro EEUU) y su creación y delegado, Alberto Fernández (nada) su administración interna y externa, la del Estado, fue horrible: todos los índices sociales y económicos se fueron al Infierno y la sociedad cayó a un pozo del que le cuesta salir y para lo cual es Milei quien llega con lo que llama "las fuerzas del Cielo" a "vender" una salida que implica que primero, quien está en hoyo deba cavar más profundo, con riesgo de que los muros se derrumben sobre todos.

¿Por qué es necesario analizar al peronismo para hablar del primer mes de Milei? Pues porque su instalación y triunfo es producto de la impericia del otrora movimiento arrasador. 

A muchos les cuesta todavía comprender que Milei sea presidente, un animador de talk show que dijo que estaba preparado para asumir el gobierno en cualquier momento y que, apenas le tocó hacerlo, no tenía ministros, ni funcionarios, ni plan: solo fuertes consignas ideológicas con las que, obviamente, tampoco puede cumplir.

De hecho, su gobierno es un Frankestein que incluye kirchneristas, radicales, macristas y hasta antiguos menemistas (seguidores del Carlos Menem liberal de los años '90), y algunos propios personajes que suben y bajan a diario de la consideración presidencial.

Todo estaba mal en Argentina cuando llegó Milei, y por eso fue elegido presidente. 

El gobierno anterior mintió demasiado, se paró encima de resortes de precios que al correrse, saltaron, malgastó los pocos recursos que había solo para intentar perpetuarse en el poder y culpa de ambos, es fácil darse cuenta de que todo va para peor, por más que gran parte de la sociedad aplauda la expulsión del peronismo del poder y hasta acepte, masoquista, los latigazos de Milei. Argentina es ahora un talk show.

El mes de marzo será crucial para saber si se consumó el matrimonio tras los 100 días de "luna de miel", o si los argentinos que lo adoran y respaldan -aun en condiciones evidentemente desfavorables- verán roto el compromiso que asumieron con él, el enlace político que surgió del ritual de las urnas en noviembre pasado.

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