Argentina, "All-In"
Un país que de tan "Inclusivo", terminó por dividir el poder entre "Inhábiles" e "Inmorales".
Para no ofender en momentos de ánimos sensibles y a la vez exacerbados, bien conviene diferenciar incapacidad de discapacidad. La grieta se ensancha para peor.
La incapacidad, en términos básicos, está más bien relacionada al mundo laboral y se define como "la imposibilidad de desempeñar un trabajo, que evaluada por las comisiones médicas, suele generar una prestación económica".
Por el contrario, la discapacidad es una situación de desventaja para la integración social, familiar, educativa o laboral de una persona debido a una alteración funcional permanente o prolongada.
En Argentina, se acredita mediante el Certificado Único de Discapacidad (CUD) que por tanta Ineficiencia de la estructura del Estado, le cuesta tanto conseguir y revalidar a los verdaderos damnificados.
Sin embargo, en el fragor de la lucha narrativa entre libertarios y kirchneristas, probablemente poco le interese a ciertos kirchneristas inmorales, reconocer que durante los últimos años hubo un fuerte "superávit" en la creación de discapacitados para la estadística pública, en desmedro del sano manejo de las cuentas públicas.
Las inconsistencias de los inmorales, están a la vista de todos; Las pensiones por invalidez, pasaron de 75 mil beneficiarios en el año 2000 a 1,2 millones de beneficiarios, para el cierre del mandato de Alberto I.
La última deformación política del kirchnerismo, terminó con datos oficiales de la cuestionada ANDIS, con un total de 1.680.723 de personas certificadas hasta noviembre de 2023, tal como se puede ver a continuación:
Los inmorales de la "década ganada" para ellos mismos, hoy no se inhiben de opinar por cuánto micrófono o red social se lo permita, sin reconocer que en provincias como Chaco, dejaron 86 pensiones por invalidez cada 1000 habitantes, mientras que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el número es de apenas 8 cada 1000 habitantes.
CABA tiene 3.121.707 habitantes, mientras que Chaco 1.129.606 habitantes. Y aunque los números parezcan elevados, bien vale aclarar que la provincia del Litoral no atravesó guerras, ni tampoco invasiones durante los últimos 23 años.
Pero no todo es culpa de los inmorales. La inconsistencia en las pensiones otorgadas a mansalva, no puede eximir a los "inhábiles libertarios" de explicar los desmanejos y sospechas por el pago de presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad, ni de asumir los costos de haber pasado la motosierra sin distinguir pensiones incorrectamente otorgadas, a las que requieren exclusivamente personas con discapacidad.
El problema en común, tanto para los "inhábiles" que venían a cambiar todo, como para los "inmorales" que prefirieron el lucro político por sobre la verdadera inclusión, es la incapacidad para llevar a cabo la gestión pública.
Las capas geológicas de empleados públicos de planta permanente designados por los "inmorales", hoy chocan contra los nuevos "gerentes inhábiles", que no pudieron realizar un censo y mucho menos una auditoría seria sobre las personas que requieren de verdad las prestaciones de la ANDIS.
Para colmo de males, los "inhábiles" aparentemente se contagiaron de los "inmorales" y se encuentran sospechados de haber metido la mano en la lata de los más vulnerables.
En cualquier caso, los "inhábiles" con su incapacidad de gestión, trabaron vía intervención de la ANDIS, cualquier intento de mejorar el servicio a cargo del Estado y le dieron argumentos a los inmorales para volver a cargar de gasto público a los "insensibles" (usted, yo y todos), que al final de la cuenta son (somos) los que pagamos y pagaremos las 1,6 millones de pensiones por discapacidad.
La historia, que promete nuevos capítulos, seguirá inmóvil entre el aparente freno de los "inmorales" al veto que los "inhábiles" decretaron sobre la Ley de Emergencia en Discapacidad.
Lo que ninguno de los dos sectores políticos se percató hasta aquí, es que las incongruencias e inconsistencias en sus gestiones, no hacen más que dañar la diminuta institucionalidad Argentina y como si fuera poco, darle lugar en el mapa político a los insurrectos.
Argentina "All-In" pero de inviable, como siempre, como nunca.