"¡Palestina libre!! El cliché de un pseudo progresismo

El abogado Carlos Varela Álvarez reflexiona en torno a luchas que están vacantes de defensores, mientras todos levantan la bandera de "Free Palestine".

Carlos Varela Álvarez
Abogado

Imposible no estar con la población de Gaza, su hambruna, aniquilamiento, destrucción su masacre a manos del ejército israelí bajo el mando de un criminal de guerra como Netanyahu ( nuestro presidente no tiene problemas de sacarse fotos juntos).

Ahora bien, el pseudoprogresismo pretende contagiarnos con esa bandera de libertad.

Me pregunto entonces ¿el resto del mundo y sus víctimas? Para ellos no hay marchas, ni tomas, ni banderas flameando por sus derechos.

En primera persona: La doble guerra que viven los ciudadanos en la Franja de Gaza

Empiezo por Hamás y su terrorismo del 7 de octubre donde se pasa por alto el tipo de organización que es y su propuesta de estado.

Muy pocos seríamos allí oficialistas. ¿Quién marcha contra ellos, que no sean los israelitas?

Sigo con Trump y sus expulsiones y la agresión al indocumentado, no hay marchas de México a Tierra del Fuego contra ese crimen migratorio de un presidente que se jacta de poder hacer lo que quiere, incluso hasta querer ser honrado con el Nobel de la Paz.

Continúo con las tres peores dictaduras latinoamericanas como Nicaragua, Venezuela y Cuba que desde hace décadas expolian a su población y ofrecen sólo cárcel a su disidencia en medio de un silencio atronador.

En Argentina no hay presos políticos por la libertad de expresión o por asistir a las manifestaciones, en esos tres países el destino es la tortura y el encierro sin derecho.

Me detengo en El Salvador donde desapareció el derecho de defensa y el juicio justo y por el miedo a criticar ese sistema nos puede hacer quedar defendiendo a las temibles maras.

En qué consiste el acuerdo de paz para Gaza anunciado por Trump

Bukele ríe sin oposición ni criticas ni marchas por ningún lado.

Me cruzo a Asia y veo que China es una dictadura exitosa adoptando el capitalismo sin prensa ni oposición y con la sonrisa de todos los estados, se anexa Nepal, el Tibet y exilia al Dalai Lama.

Para qué hablar del sistema coreano del norte donde un dictador hereditario de tres generaciones gobierna como emperador sobre las vidas de millones de personas.

Me queda el mundo árabe donde sus teocracias permiten, entre otras barbaridades, que las mujeres sean cosas, vendidas, acordadas, con corte en su clítoris en algunos países, sin acceso a educación, a usar velo, y el ciudadano sin prensa y elecciones libres y mucho menos sin poderes de contrapeso en materia institucional.

En todos ellos, con la dudosa excepción de Estados Unidos, precisamente no están presente ni la justicia, ni la prensa, y la libertad.

Palestina libre, sí como no, pero libertad también para todos ellos/as los oprimidos que la ceguera ideológica olvida y que reivindica en muchos casos al horror y a la muerte.

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Hasta ahora sólo hay pan y circo de los extremos y es hora que la libertad sea propiedad de todos y no privilegio y tesoro de los déspotas de izquierda y derecha.

Nicanor Parra, poeta del absurdo exclamó alguna vez que "la derecha y la izquierda unida jamás serán vencidas".

Ayer esas palabras causaban risa hoy estupor.



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