El peronismo, en modo Isidoro Cañones

Mientras en Mendoza la planta de personal del Estado permanente está congelada desde el gobierno de Alfredo Cornejo, la Nación pasó a planta a 11 mil trabajadores y Tierra del Fuego a 5 mil. Ningún dirigente del peronismo provincial salió a criticar, no entienden el Modo Mendoza.

Martín Kerchner
Senador por la UCR en Mendoza. Preidente Provisional del Senado.

Finalizaba el año 2015 y el peronismo de Paco Pérez se iba con récord de empleados públicos (96.751 agentes), en medio de la irresponsabilidad de no poder pagarles el sueldo. Hoy, tan solo 7 años después, hay 3.000 mil empleados menos en el gobierno (93.790 agentes), es decir, no solo se congeló, sino que se achicó la planta provincial, ya que muchos se jubilan y no se los reemplaza.

Por el contrario, fuera de Mendoza, se conoció esta semana que la Nación pasó a planta permanente más de 11 mil trabajadores públicos, y Tierra del Fuego hizo lo mismo con casi 5 mil. Ambos gobiernos son justicialistas, y ningún referente mendocino de ese partido salió a criticar estas efectivizaciones en masa.

Lo de Tierra del Fuego tiene inclusive ribetes escandalosos, ya que aparte de los 5 mil efectivizados, el gobernador Melella, incrementó tanto la planta de empleados públicos que la austral provincia ya es récord en cantidad de empleados públicos a nivel país, con 149 estatales cada 1.000 habitantes. Nuevamente, ningún dirigente peronista mendocino de peso ha salido a criticar.

De más está decir que el Justicialismo no entiende las normas básicas de una correcta gestión pública de los recursos. El personal estatal que efectiviza debe hacerlo a través de rigurosos concursos, como se hace en Mendoza desde Alfredo Cornejo, y no vía concursos simples, fáciles de aprobar, armados a medida del que va a ganar.

El peronismo gestionando empleo público es blando. Como el dinero no es de ellos, sino del contribuyente que paga los impuestos, les gusta poner los presupuestos al límite, generando deuda y más deuda para gastos corrientes, como en la época de Paco Pérez. El peronismo hace acordar a las historias de Isidoro Cañones, el famoso playboy que nunca trabajó ni estudió, y que vivía de la mensualidad de su tío, el coronel Urbano Cañones, "farreándose" la plata en diversión. Eso es el peronismo, como Isidoro Cañones, poco estudio, mucha farra, mucho gasto, mucho exceso, eso sí... siempre con la plata de los demás (la del contribuyente, el tío Urbano).

El peronismo no entiende el "Modo Mendoza", es por eso que le va a costar mucho volver a gobernar la provincia. El pueblo mendocino es trabajador, ahorrativo por naturaleza, acá todo cuesta el doble porque somos un desierto, todo se hace con sacrificio, lo contrario a pasar a planta permanente a 16 mil agentes estatales con un "examen facilongo", a medida del que va a aprobar. Juntos por el Cambio sí que ha entendido lo que quiere el mendocino promedio: políticos honestos, empleados públicos que trabajen y rindan por concursos serios, servicios públicos que funcionen, impuestos que bajen y no que suban (como Ingresos Brutos para las empresas), ese es el Modo Mendoza, esa es la partitura que venimos interpretando con Cornejo y Suárez, y que seguiremos interpretando en sucesivos gobiernos, porque una vez más y van... el peronismo sigue demostrando, a cada paso, que no sabe administrar los recursos del contribuyente.

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