Poder: pandemia, tolerancia y hospitalidad
"El Congreso de la Nación debe estar funcionando y controlando la emergencia sanitaria y económica, sus integrantes no fueron elegidos para imponer ideologías con el poder coercitivo de la mayoría, tampoco mostrar fuerza política, sino consensuar con la oposición la mejor acción frente a este flagelo".
El avance del Coronavirus origina el aumento del miedo global de la gente y, a su vez, devela la verdadera idiosincracia de políticos, su capacidad de dar respuestas razonables a estos graves escenarios, pero también, muestra sus debilidades, su egoísmo y su habilidad para aprovechar las circunstancias y disfrazar de necesidad estrategias que atentan contra el funcionamiento de la democracia, y por ende, del federalismo.
Los Decretos de Necesidad y Urgencia como el otorgado al Presidente, deben tener un control de las instituciones representativas de la sociedad. No es el "Estado de excepción" (1), sino la posibilidad de actuar rápidamente, de la mejor manera, en la contingencia.
El Poder Ejecutivo es el responsable de dirigir las acciones contra este incierto virus que tantas muertes y enfermos causa, pero éste se combate con la cooperación de todos.
El Congreso de la Nación debe estar funcionando y controlando la emergencia sanitaria y económica, sus integrantes no fueron elegidos para imponer ideologías con el poder coercitivo de la mayoría, tampoco mostrar fuerza política, sino consensuar con la oposición la mejor acción frente a este flagelo.
En estos escenarios, ponemos a prueba el ejercicio de la tolerancia individual y colectiva. La tolerancia es el respeto y la aceptación que tenemos hacia las opiniones, creencias, sentimientos o ideas de los otros. Supone diálogo, escucha activa, a los que opinan, piensan y sienten de manera diferente. En una democracia plural la tolerancia es parte de una convivencia digna, mayor inclusión y respeto consigo mismo y con los demás.
Sin embargo, la tolerancia como virtud política ha sido discutida desde la antigüedad hasta el presente. "La tolerancia es buena, pero ¿es necesario tolerar todo? ¿No hay conductas inaceptables en convivencia humana?Sin lugar a dudas, no es lo mismo tolerar que soportar. Todos tenemos que soportar cosas que preferiríamos eliminar. A todos nos gustaría librarnos del envejecimiento y de la enfermedad, de los ruidos y de la contaminación ambiental, etc.
Estamos obligados a aceptar limitaciones naturales, insuperables para nosotros. La Naturaleza no es tolerante. Pero si el hombre es el culpable de las lacras, el hombre puede evitarlas o corregirlas"((Fetscher,E.1.994)(2). Por otra parte, la hospitalidad es la cualidad de acoger y agasajar con amabilidad y generosidad a los invitados o a los extraños.
"Hospitalidad" se traduce del griego filoxenía, que significa literalmente: "amor (afecto o bondad) a los extraños". En latín hospitare, significa "recibir como invitado". Existen algunas palabras con raíces latinas que están estrechamente relacionadas como hospital, hospicio y hostal. En cada una de estas palabras, el significado principal se centra en un anfitrión que da la bienvenida y responde a las necesidades de las personas que se encuentran temporalmente ausentes.de sus destinos de origen.
La hospitalidad, en concepto del filósofo de la deconstrucción Jacques Derrida y de Anne Doufourmantelle, es una obra que nos lleva por el problemático sendero de la extranjería, el turismo y la migración.pero que en los acontecimiento actuales puede extenderse a las estrategias que distintos países están ejecutando con los afectados por el virus que no conoce fronteras, ni clases, ni etnias (3).
En estas circunstancias, debe prevalecer el sentido amplio de la hospitalidad, esto es el nosotros. No es casual que el término Hospital derive de este sentido profundo. Lugar donde se diagnostica, se trata, se acoge al paciente. Recuerdo un término que acuñó el filósofo Shopenhauer para referirse a contingencias humanas de riesgo, en las cuales es necesaria una actitud tolerante y de mutuo respeto:"Hermanos en el dolor" , expresión a la que yo agregaría "Hermanos en el dolor y la esperanza". Resulta necesario y pertinente rendir un homenaje a todos los trabajadores de la salud, que a diario exponen su vida y que ejercen, ejemplarmente, su profesión aún en condiciones, a veces, deplorables. Pero también, un llamado de atención a los gobiernos que descuidaron, en distintas épocas, la salud y la educación en nuestro país.
Hoy la Argentina "llora"por todos nosotros.
(1) Bianchi Zizzias, E.A. (2.019). Democracia. ¿Realidad o ficción?. Ed. Librea. Mendoza. I.p.25. Agamben,G. (2.003) Estado de excepción. Adriana Hidalgo Ed.Buenos Aires. (2) Fetscher;I.(1.994).LA TOLERANCIA.UNA PEQUEÑA VIRTUD IMPRESCIDIBLE PARA LA DEMOCRACIA. Ed Gedisa. Barcelona. (3)Bianchi Zizzias, E.A. (2.019). Democracia. ¿Realidad o ficción?. Ed. Librea. Mendoza.X.p.81