Mis dudas agiológicas: a propósito del Patrón Santiago

Deseo advertir a mis lectores que este escrito será duro y controversial porque en él plantearé algunas de las muchas dudas que a lo largo de mi vida fueron surgiéndome, acerca de las creencias adquiridas desde pequeño, como era tradicional en las familias cristianas, donde menudeaban las medallas y estampitas con efigies de santos, y nos encarecían rezarle a determinado santo para curarte de alguna enfermedad o para mejorar las notas en la escuela etc.

Las clases de catecismo recibidas previo a la primera comunión en el Colegio Padre Claret, con tan solo nueve años, reforzaban estas creencias, a la vez que nos inculcaban el pecado en sus diferentes categorías y con ello quedábamos a veces temerosos del castigo que nos sería impuesto de no mediar la primera comunión y la resistencia a las pasiones y tentaciones que la vida iba ofreciéndonos.

Yo creí y procuré cumplir durante muchos años, incluidas confesiones y penitencias, arrepentimientos y reincidencias, temores y sentimientos de culpa etc. hasta que espontáneamente uno comienza a preguntarse y preguntar si todo este tétrico panorama era así de cierto o cabía la posibilidad de ser inventados por el hombre y no impuestos por Dios.

Y todo podía resumirse en un solo concepto y es que yo no había elegido nacer para luego ser sometido a este sistema prohibidor y castigador, sin entender muchas veces por qué ciertos pensamientos e incluso actos, eran pecado siendo que fueron fruto de acciones espontáneas que a nadie perjudicaban y además eran realizados por que disponíamos de la potestad de hacerlos.

Los Pecados Capitales, todos resultantes de la exageración de capacidades que todos tenemos merecen castigos que varían según la creencia religiosa. En el cristianismo, se asocia la condenación eterna en el infierno si no hay arrepentimiento antes de la muerte. En el Islam, los pecados graves, también llamados pecados capitales, conllevan la promesa de castigo en el infierno, según el Corán.

Y he aquí cuando aparece la cruel figura del infierno eterno, que nos produjera innúmeras pesadillas durante una niñez por otra parte casi siempre inocente.

Y las dudas se agigantaban y surgían más preguntas, muchas veces sin clara respuesta por parte de nuestros padres, por cuanto ellos oportunamente no se las plantearon.

Pedro, el primer santo, no llegó a esa condición por imposición de Jesús, sino que la adquirió durante el transcurso de su vida impecable.

Los demás han sido santificados por los Papas, supuestamente imbuidos por la divinidad y siguiendo un protocolo arbitrario supervisado por una comisión especial pero en última instancia es una resolución papal.

Una de las condiciones más difíciles es la participación o realización de dos milagros comprobados por la comisión que certifica los milagros para conceder la santidad en la Iglesia Católica: la Congregación para las Causas de los Santos.

Esta congregación, ubicada en el Vaticano, es la encargada de investigar y evaluar los procesos de beatificación y canonización, incluyendo la verificación de los milagros atribuidos a los candidatos.

Como resulta obvio todos los actuantes del Papa para abajo son seres humanos, por lo tanto falibles, de manera tal que la decisión final puede tranquilamente ser errónea.

Sin dudas, como mendocino, me interesa todo lo concerniente al patrono de Mendoza, Santiago, llamado también Matamoros, dada su participación "heroica" en la Batalla de Clavijo que supuestamente sucedió en Clavijo (La Rioja), 23 de mayo del año 844.

En ella las tropas cristianas a manos de Ramiro I de Asturias se enfrentaron a las tropas musulmanas obteniendo una resonante victoria, una de la más importante de la reconquista española. Pero lo más llamativo fue que se aseguró que la victoria contó con la aparición divina del Apóstol Santiago, que al frente de un caballo blanco y espada en mano, fue sembrando de cadáveres moros el campo de batalla. Desde entonces sería conocido como Santiago Matamoros.

Los moros, originarios del norte de África, invadieron España en el siglo VIII, con el correr del tiempo expandieron sus dominios y fundaron el Califato Omega con la ciudad de Córdoba como principal.

Establecieron un gobierno tolerante con respeto de las demás religiones, cristiana y judía y difundieron las artes y las ciencias como jamás había ocurrido, pero los cristianos intentaron varias veces recuperar Al Andaluz .En uno de los intentos se libró la batalla de Clavijo donde Santiago se destacara por la matanza de moros, cuya principal transgresión, aparte de la ocupación territorial, era practicar una religión diferente a la cristiana , que teóricamente debía regirse por las famosas palabra de Jesucristo : "Amaos los unos a los otros" y "Amad al prójimo tanto como a ti mismo".

Huelgan los comentarios.

Si bien es cierto que hay muchas dudas acerca de la existencia de este caballero tal como lo expresa el famosos historiador moderno Claudio Sánchez-Albornoz y Menduiña (Madrid, 7 de abril de 1893-Ávila, 8 de julio de 1984) fue un historiador y político español, en su escrito "En los albores del culto jacobeo", en Compostellanum 16 (1971) pp. 37-

Incluso se duda de la ocurrencia de la famosa batalla.

Pero lo cierto es que cuenta con infinidad de adeptos y su santuario en Compostela es uno de los más famosos y concurridos del mundo.

Mi pregunta es cómo pudo, un asesino múltiple, contraviniendo totalmente el quinto mandamiento, "No matarás", que en el contexto religioso, especialmente en el judaísmo y el cristianismo, implica la prohibición de quitar la vida humana de forma deliberada y sin justificación válida. Este mandamiento no solo se refiere al acto físico de matar, sino también a las actitudes y sentimientos que pueden llevar a la violencia, como el odio y la ira.

La más que numerosa iconografía que lo representa, lo muestra siempre a caballo, encabritada la bestia por el furor del combate y espada en mano con numerosos moros muertos o heridos a sus pies.

Sus mayores méritos fueron por una parte, tras la crucifixión de Jesús cuando decidió predicar la nueva fe y difundir el cristianismo en occidente y además matar moros en claro enfrentamiento del cristianismo contra el islam.

Al visitar en más de una ocasión esa obra de arte magnífico cual es la Catedral de Sevilla, que uno recorre boquiabierto por las obras de arte y por la arquitectura misma, llama poderosamente la atención que, Santiago Matamoros se representa en varias obras, especialmente en la Capilla de Santiago y en otras ubicaciones dentro del templo.

Un Santo asesino, venerado en semejante templo habla de la liviandad de las condiciones que debe reunir un apersona para llegar a considerarlo santo.

Pero la fe puesta en él por millones de creyentes, es la que le valida su supuesta condición de Santo, a pesar de que en Mendoza, la celebración tiene un tufillo a soborno para evitar un destructivo temblor.

Y aquí una vez más me asalta la duda, si está realmente dotado de la virtud de evitar los seísmos, por qué no lo hace sin necesidad de ruegos y procesiones, sino simplemente como expresión de su amor al prójimo como corresponde a todo santo.

Los peores terremotos en la historia de Mendoza, Argentina, son el terremoto de 1861, que destruyó la ciudad y causó la muerte de miles de personas, el terremoto de 1929, que afectó principalmente al sur de la provincia y causó daños importantes y víctimas fatales y 1985 con graves daños en zonas donde residía gente humilde.

Algo debe haberle molestado en esas ocasiones al famoso santo dado que no apeló a su magnífico don para evitarlos.

La Iglesia Católica define a un santo como una persona que ha alcanzado la santidad heroica, ya sea a través de una vida de virtud excepcional, el martirio por la fe, u ofreciendo su vida por los demás, y que es digno de imitación para los cristianos. No es solo alguien excepcionalmente bueno, sino alguien que ha vivido las virtudes cardinales y teologales de manera constante y excepcional. Los santos son considerados modelos a seguir y ejemplos de cómo vivir la fe cristiana.

¿Cumple con estos requisitos Santiago?

Evidentemente no, y sin tener en cuenta la segunda condición actual, que desde el "Concilio Vaticano II, los procedimientos han cambiado, los plazos se han hecho más cortos y el número de milagros, que antes podía alcanzar varias centenas (en función de la credulidad de las épocas), se ha reducido a dos".

La Santidad de Teresa de Calcuta es merecida por toda su vida al servicio del prójimo en épocas contemporáneas y por lo tanto muy fáciles de comprobar; sin embargo el requisito de los dos milagros hubo de cumplirlos para arribar a la condición de santa.

Aclaro que a Teresa nunca le interesó ser declarada santa ni hizo demagogia a lo político para obtenerla, de la misma forma que fue premiada con el Nobel de la Paz

Beatificada en 2003 por Juan Pablo II y canonizada en el 2016 por Francisco, una vez cumplida la norma de los dos milagros que fueron: la curación inexplicable de una mujer con un tumor abdominal y la curación de un hombre brasileño con una infección cerebral grave.

Primer Milagro (1998): Monica Besra, una mujer india con un tumor abdominal, afirmó haberse curado después de que las Misioneras de la Caridad le colocaron una medalla bendecida por la Madre Teresa en su abdomen. Los médicos confirmaron la desaparición del tumor, y este evento fue reconocido como un milagro, lo que llevó a su beatificación en 2003.

Segundo Milagro (2008): Marcilio Haddad Andrino, un hombre brasileño con múltiples tumores cerebrales, se recuperó de una grave infección cerebral de manera inexplicable, según los informes. Su esposa, mientras él estaba en coma, rezó a la Madre Teresa pidiendo su intercesión. El hombre despertó sin dolor y sin los síntomas de su enfermedad, y los abscesos desaparecieron, según el informe. Este evento fue reconocido como el segundo milagro, lo que llevó a su canonización en 2016.

Y aquí surge una duda muy razonable, si Teresa tenía la potestad de curar afecciones habitualmente mortales, por qué la selectividad de haberla empleado solo en esos dos casos y no en todos los cancerosos entre los miles de enfermos y familiares que le rogaron su intercesión para la sanación.

Y más aún; por qué habría de necesitar Dios la intercesión si todo lo sabe.

Respecto de la desaparición del tumor sin explicación médica alguna, entramos en el interesante tema de la curación espontánea de numerosas lesiones malignas, sin participación de la religión ni mediación de milagro alguno.

Valga como ejemplo esta publicación científica referida al tema:

Revista de Ciencias Oncológicas

Volumen 2, Número 1, abril de 2016, páginas 1-4

Resumen

La regresión tumoral espontánea se define como la remisión o desaparición espontánea de un tumor en ausencia de tratamiento. Se ha demostrado que la activación del sistema inmunitario es importante en su patogénesis. Además, la regresión tumoral espontánea parece estar asociada con la apoptosis, el microambiente tumoral y la supresión oncogénica del ADN. Se observa en todo tipo de tumores, con mayor frecuencia en el cáncer de células renales, los tumores de células germinales, el melanoma maligno y el neuroblastoma . Es crucial comprender este fenómeno para mejorar los tratamientos inmunitarios eficaces en las enfermedades neoplásicas.

Otra referencia:

ISSN 0025-7680

MEDICINA (Buenos Aires) 1996; 56: 83-84

DEBATE: Reevaluación de la inmunoterapia del cáncer

REGRESION ESPONTANEA DEL CANCER

ROBERTO A. ESTEVEZ

Fundación Dr. Estevez, Buenos Aires (*)

"Vamos a hablar de regresión espontánea de cáncer"!

En la década del 50, Everson y Cole publicaron un libro sobre este tema: Warren Cole era un distinguido rujano norteamericano. Revisaron la literatura internacional de 1900 a 1965 y anotaron todos los casos de regresión espontánea; fue un trabajo clópeo indudablemente, ya que tuvieron que sarse varios meses en la biblioteca. Las condiciones para incluir los casos eran absoluta corroboración de malignidad previa, ausencia total de cualquier tratamiento, sea específico o no específico, y la absoluta seguridad de esterilización por 5 años por lo menos después de la desaparición del tumor.

En total recolectaron, hasta 1996, 148 casos comprobados, sin mediación de terapia alguna.

Como se puede apreciar la lista es larga y las observaciones vienen de mucho tiempo atrás, con la diferencia que la ciencia no se queda con la explicación del milagro, la más fácil, sino que escudriña en busca de respuestas que permitan mejorar la lucha contra esta desgraciada e injusta enfermedad: el cáncer.

De hecho se ha progresado mucho en la comprensión del desarrollo y decadencia del cáncer estudiando estos raros casos.

Pareciera que la explicación estaría en cambios inmunológicos, en especial a nivel de los linfocitos.

Para ampliar conceptos: los griegos sabían que la corteza del sauce (Salix nombre científico) en infusión, era capaz de calmar dolores. Lo que no sabían es que contenía un compuesto que fuera descubierto mucho después: el ácido acetil salicílico o sea la Aspirina.

Si la humanidad no hubiese investigado el cuasi milagro de la acción de la mencionada corteza sobre los dolores corporales, nunca se hubiese descubierto la aspirina.

No olvidemos que los santos son ungidos por los papas no por Dios y por tanto sujetos al subjetivismo de los mortales.

Pero la Iglesia necesita Santos, y si no los hay pues se fabrican valiéndose de las necesidades espirituales de los feligreses; pero yo insisto, cómo se explica la curación mezquina y selectiva intercedida por santos, de una sola persona cuando hay millones que padecen lo mismo y mueren sin remedio.

Esta inexplicable selectividad es perfectamente superponible a la famosa resurrección de Lázaro, una de las tres que realizó Jesucristo durante su estadía terrenal, las restantes fueron: la de la hija de Jairo, y la del hijo de la viuda de Naín.

En la Biblia, Lázaro es conocido principalmente por ser el amigo de Jesús que fue resucitado de entre los muertos. También es el hermano de Marta y María, quienes vivían en Betania.

En la Biblia, Jairo fue un líder de la sinagoga en Cafarnaúm, conocido por su fe en Jesús. Su hija, una niña de doce años, estaba gravemente enferma y él buscó a Jesús para que la sanara. Aunque su hija murió mientras Jesús se dirigía a su casa, Jesús la resucitó, demostrando su poder divino.

El hijo de la viuda de Naín murió por causas naturales, como indica la narración bíblica, específicamente por enfermedad. El texto menciona que el joven había enfermado gravemente y luego falleció. La resurrección del joven, realizada por Jesús, es un evento milagroso posterior a su muerte.

En definitiva, Jesús se limitó a realizar solo tres resurrecciones, dos de amigos y una al azar; la pregunta obvia es por qué no hizo muchas más, en especial cuando los muertos eran personas reconocidas por su correcto vivir y por su fe en Dios.

Además, Jesús mismo resucitó después de su crucifixión, lo que se considera la resurrección más importante

Como demostración de que las cosas no son tan claras como se supone y nos enseñan y a propósito del temido infierno con que nos amenazan los curas, cuyos peores ejemplares, los pedófilos, evidentemente no le temen, señal de que no existe, veamos las posturas de dos Papas de la era actual.

Juan Pablo II, en sus enseñanzas, abordó el infierno como una realidad espiritual y una consecuencia del pecado, no como un lugar físico. Afirmó que el infierno es el estado de quien se aparta definitivamente de Dios por su propia elección, no un castigo impuesto por Dios.

Benedicto XVI afirmó que el infierno existe y no está vacío, contradiciendo la visión de su predecesor, Juan Pablo II, quien había expresado que el infierno no es un lugar físico sino la situación de alejamiento de Dios. Benedicto XVI enfatizó que el infierno es un estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados, y que puede experimentarse incluso en la tierra a través del odio y el rechazo.

Si entre Papas hay discordia, qué les queda a los indefensos feligreses; muy simple, no creer o creer y reventar.

Yo hace tiempo que tomé la primera opción, pero estoy dispuesto a cambiarla si me explican todo este misterio generado alrededor de la existencia y enseñanza de Jesús a un nivel comprensible para la mente humana.

(*) El Instituto Estévez de Oncología, fundado por el Dr. Roberto Aquiles Estévez, es una institución privada de investigación, docencia y tratamiento del cáncer. Se creó en 1981 como un espacio para la atención integral y multidisciplinaria del cáncer, siguiendo la visión del Dr. Estévez de formar especialistas y avanzar en la investigación oncológica. Sus investigaciones y publicaciones contribuyeron significativamente al avance de la oncología en Argentina y América Latina.

En resumen, el Instituto Estévez de Oncología es resultado de la visión y el esfuerzo del Dr. Roberto A. Estévez, quien dedicó su vida a la lucha contra el cáncer y a la formación de profesionales en este campo.