Preparando el Sillón de Rivadavia
El Dr. Eduardo Da Via detalla datos poco conocidos del mueble en el que asienta su cuerpo quien dirige los destinos del país, o a quien sea elegido para ello, sea quien fuere que ostente el poder real.
Sí, una vez más el tan mentado Sillón de Rivadavia, se prepara para el cambio de las asentaderas que deberá sostener si no surge algo inesperado, durante otros cuatro años.
El famoso Sillón de Rivadavia en Argentina representa a la silla que se encuentra en la oficina presidencial de la Casa Rosada. Es donde toma asiento el titular del Poder Ejecutivo Nacional del país, es decir, el presidente de la república. Casa Rosada cabe aclarar, es la denominación de la Casa de Gobierno Federal de Argentina.
Bernardino de la Trinidad González de Rivadavia y Rodríguez de Rivadavia, mejor conocido como Bernardino Rivadavia, lo considera la historia como el primer presidente de Argentina. Aunque el cargo no era tal como hoy se lo conoce, ya que en aquel momento Rivadavia asumió el reciente creado rol de presidente de las "Provincias Unidas del Río de la Plata", como se conocía en ese entonces.
El actual sillón no es el de Rivadavia, quien se llevó a su casa junto a su frustración todos los muebles y enseres que había aportado para decorar la austera Casa de Gobierno, incluyendo el mítico sillón.
Desde 1827 hasta 1853 con Urquiza, y eso en una parte de aquella Argentina dividida, no habrá presidentes ni constitucionales ni de los otros y por lo tanto no había sillón alguno con destino presidencial.
El mueble resucitó durante el gobierno de Santiago Derqui 1860-1861, quien personalmente mandó construirlo.
En realidad, advierten los historiadores, "el sillón del actual escritorio presidencial corresponde a la primera presidencia de Julio Argentino Roca; data de 1885 y está conformado de madera de nogal italiana". Fue decorado con la técnica dorado a la hoja, con lámina de oro. Fue adquirido en la Casa Forest de París a fines del siglo XIX y ha sido utilizado desde entonces por todos los presidentes de nuestro país.
La manufactura francesa es coherente con la francofilia reinante en la época, a pesar, estoy seguro, de existir artesanos argentinos capaces de fabricar el mueble.
Desde la Casa Rosada advierten que el mencionado sillón de Rivadavia no existe. O al menos, no se tiene conocimiento sobre él. En cambio, el que mayor antigüedad posee el Estado argentino y fue reservado es el del presidente Santiago Derqui.
Por mera casualidad. Inglaterra acaba de pasar por el mismo trance, dada la ceremonia de coronación de Carlos III que tuvo lugar el sábado, 6 de mayo de 2023, por la mañana, más de ocho meses después del fallecimiento de la Reina Isabel II.
Pero volvamos a los sillones, su historia y significado, que mucho tiene que ver con las características de ambas naciones: Argentina y Reino Unido.
En el caso de Inglaterra, en esta celebración de asunción del nuevo Rey, al igual que en la de su madre, se usaron diversas joyas típicas en el acto, así como la Piedra de Scone, la cual se coloca dentro del trono. En conjunto se forma una reliquia llena de historia y valor.
¿Qué es la Piedra de Scone?
La Piedra de Scone se coloca en el trono de roble que se utilizó para coronar a Eduardo II en 1307 y fue construido tras la petición de Eduardo I. Pidió que se agregara un espacio en donde colocar la piedra, que él había capturado en una batalla contra los escoceses. Así, la Piedra de Scone y el trono en conjunto se convirtieron en elementos esenciales en la coronación de cada monarca inglés.
La Piedra en cuestión se trata de un bloque de 152 kilos de peso, pues está hecho de arenisca de origen medieval y, de hecho, era usado en las ceremonias de coronación escocesas, por lo que es valiosa pues se cree que tiene una carga religiosa brutal. Aunque, de acuerdo a estudios realizados por científicos y profesores, no se ha podido definir la antigüedad de la misma, y por ende, el objetivo real y por el que estaba celosamente resguardada.
Bien, la historia cuenta que la Piedra de Scone fue utilizada como almohada por Jacob, el personaje bíblico, hace más de 3000 años en Palestina, pero fue llevada, posteriormente, a Egipto, Italia, España e Irlanda, en donde pasó a manos de los escoceses celtas.
En fin, tras no conocer la historia real, Eduardo I la llevó a la Abadía de Westminster y para asegurarla, la colocaron en el trono, el cual sólo se usaba en las coronaciones reales. Así que la última vez que ésta vio la luz fue en la coronación de la reina Isabel II, en 1953, pero tres años antes fue extraída de su lugar. La Piedra de Scone estaba resguardada en la Abadía de Westminster y un día desapareció, por lo que comenzó la búsqueda que, a decir verdad, fue muy breve. A poco más de 100 kilómetros del norte de Edimburgo fue hallada un tanto dañada por la forma violenta y sin cuidado que fue transportada, mientras que los ladrones fueron llevados a prisión. Se trataba de cuatro estudiantes escoceses que querían recuperar una de sus reliquias más preciadas e ingresaron a la Abadía para extraerla, pero no contaban con el peso exagerado, por lo que la arrastraron lo más que pudieron y la abandonaron.
Al ver esto, el gobierno escocés la exigió de vuelta; no obstante, tras negociaciones con Inglaterra, la devolvieron con la finalidad de coronar a Isabel II. Todo ello ocurrió en tres largos y ajetreados años. Tras el incidente, la reina planteó la posibilidad de devolver la Piedra de Scone a Escocia, con la condición de que Inglaterra podía utilizarla en cada coronación. Pasaron varias décadas para que se cerrara el acuerdo y en 1996, el primer ministro del Reino Unido, John Major anunció que la piedra se llevaría a Escocia y saldría sólo cuando se requiriera para coronar un nuevo monarca; por ello, la Piedra de Scone fue llevada a Inglaterra para nombrar rey a Carlos III este sábado.
Desde entonces se le han realizado estudios cada vez más profundos, pero el origen no ha sido develado, por ello, está por someterse a rayos equis y otros que no la maltraten para conocer la carga política y religiosa que posee. Por otra parte, la Piedra de Scone seguirá resguardada en el Castillo de Edimburgo, en la Sala de la Corona y está abierta al público, pero es muy difícil asistir, pues siempre hay cientos de turistas.
La silla es la pieza de mobiliario inglés más antigua fechada por un artista conocido. Aunque originalmente no estaba destinada a ser una silla de coronación, comenzó a asociarse con las coronaciones de los monarcas ingleses en algún momento del siglo XIV,? y la primera coronación en la que se utilizó definitivamente fue la de Enrique IV en 1399. Los monarcas solían sentarse en la propia Piedra de Scone hasta que se añadió una plataforma de madera a la silla en el siglo XVIII.
En esa misma silla acaba de sentarse Carlos III en este año 2023.
?En varios de mis anteriores escritos he sostenido que para que un grupo humano numeroso, pase a considerarse una Nación, habrá de reunir las condiciones de habitar un territorio perfectamente delimitado; hablar un idioma común y respetar las mismas costumbres y tradiciones.
Nada más distante con lo que ocurre en nuestro pobre país, que el culto a la tradición, su tierra y su idioma que caracteriza a los ingleses.
Y eso, en buena medida contribuye a hacerlos poderosos.