¿Vecinos en guerra?
La disputa entre dos barrios privados, en foco por Fanny Cruz. ¿"Por qué nadie habla? ¿Nadie explica? Nadie comunica, ¿por qué parecen tener miedo a sus reclamos justos?".
Corría el mes de febrero de 2019 cuando los vecinos de uno de los barrios privados más lindos de Mendoza tal como es Dalvian, atónitos se veían inmersos en una suerte de remake de una película mala del lejano oeste. Policías, topadoras, periodistas, guardias de uno y del otro lado del límite norte del barrio. La historia tomó estado público, y estuvo en pantalla y en las noticias por un breve lapso.
¿Justicia lenta es injusta?
La Justicia ordenó tras 10 años de proceso judicial que 15 hectáreas fuesen restituidas al barrio Estancia Romero Day, tierras que habrían según la sentencia, sido mal ocupadas por Dalvian.
Este caso que habría pasado por todas las instancias judiciales, cuando se dictó sentencia, la misma tardó tres años para su cumplimiento efectivo.La ejecución de la sentencia incluyó maquinaria pesada que tiró abajo la tela perimetral y comenzó la limpieza del terreno desde el límite norte del barrio Dalvian, treinta metros hacia adentro.
Sin derecho al pataleo
Arrasó con la llamada pista de salud, donde era habitual ver a los vecinos, sobretodo en horarios nocturnos practicar ejercicios físicos en la tranquilidad del entorno.
Todo hacia parecer que este contratiempo rápidamente se solucionaría en pos de preservar la calidad de vida 5 estrellas, de los propietarios de Los Condominios Dalvian. Pero han transcurrido casi 8 meses y el panorama (al que el paisaje de invierno tornó más crudo) aún y ya en primavera es desolador.
Ni pista de salud, ni límite perimetral ni vegetación que fue arrasada, casillas de guardias enfrentadas, seguridad "en tela de juicio", y la calidad de vida 5 estrellas severamente cuestionada al menos para los habitantes del lujoso condominio.
De cuentos y razones, de sentencias y perímetros
No es la idea de esta columna ahondar en los motivos, en la génesis profunda del conflicto, que si diez metros, que si treinta, no importa ya! Tampoco cuestionar que Dalvian sigue siendo uno de los barrios privados pioneros, y más lindos para vivir.
El quid de la cuestión es resolver qué pasa con toda esa gente que ve su vida perturbada.¿Qué pasa con toda esa gente que ve ese triste y desolador paisaje cuando sale de su propiedad desde hace 8 meses?, ¿qué pasa con la gente que se quedó sin su pista de salud? ¿Qué pasa con esa gente que ya no ve perímetro, y está conviviendo con el movimiento de suelo del otro barrio? ¿Qué pasa con esa gente que ve su seguridad al menos jaqueada? Sin hablar de la pérdida de valor de sus inmuebles que este hecho ya les ha causado a esos condóminos.
Se trata de la inercia para resolver ciertas cosas. Esta gente, que por las características del complejo en su mayoría es adulta mayor, sigue pagando rigurosamente sus expensas y desde ya hay prestaciones que al menos están disminuidas.
El que calla otorga
"No salgo de mi asombro cuando veo en las noches ese panorama desolador, (revela un vecino que no quiso dar su nombre), de un guardia en soledad en ese vasto territorio cuasi abandonado, aún lleno de escombros asemejándose a un paisaje detonado". ¿Por qué esos propietarios o inquilinos deben resignarse sin derecho a protesta?
¿Por qué nadie habla? ¿Nadie explica? Nadie comunica, ¿por qué parecen tener miedo a sus reclamos justos?
Las cosas por su nombre
Injustamente esos vecinos están inmersos en una guerra que no es de ellos, no les pertenece les es ajena, pero que sin embargo y a pesar de todas las promesas hechas no están viviendo las cinco estrellas por las que pagaron en su momento.
Dalvian que se caracteriza por su eficiencia y celeridad en los procesos de toma de decisiones está, al menos en deuda con estos vecinos que están e un panorama de desolación con vista al norte que no es de ellos y no lo merecen .
Seguramente con rapidez tomarán cartas en el asunto.
Fanny Cruz
C.P.I. Matricula 045 / Coach Internacional