ARCA introduce un nuevo sistema para la desafiliación gremial

La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) implementó una nueva funcionalidad en su sistema interno que permite a cada empleado gestionar su afiliación a los sindicatos que operan dentro del organismo. 

La decisión, comunicada a través de un correo institucional a los más de 19.000 trabajadores encendió la alarma entre los gremios y podría derivar en un conflicto legal. El nuevo acceso está disponible en SARHA, la plataforma de gestión de recursos humanos que utiliza ARCA y que también presta servicios administrativos al resto del Estado nacional. Desde allí, los empleados pueden notificar de manera directa si desean afiliarse o darse de baja de una entidad sindical. El sistema indica, además, cuánto del salario mensual se destina a la cuota gremial y qué monto se recuperaría en caso de desafiliación. La medida se anunció a pocas horas del Día del Trabajador, en un gesto que fue leído por algunos sectores sindicales como provocador. 

Los gremios involucrados son la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos (AEFIP), el Sindicato Único del Personal Aduanero de la República Argentina (SUPARA) y la Unión del Personal Superior de la AFIP (UPSAFIP). Desde ARCA explicaron que el objetivo es garantizar que los trabajadores puedan ejercer su derecho a la libre asociación sindical "de manera ágil, segura y sin intermediaciones".

Afirmaron que se trata de una herramienta que simplifica trámites y promueve la transparencia en las decisiones individuales. Sin embargo, la respuesta sindical no tardó en llegar. Julio Enrique Estévez (h), secretario general de UPSAFIP, denunció que esta disposición constituye una práctica desleal y una intromisión indebida del empleador en la vida interna de los gremios. Aseguró que el movimiento busca presionar a los sindicatos para levantar medidas judiciales contra el Gobierno, y adelantó que iniciarán acciones legales para frenar lo que calificó como "atropellos". 

Esta controversia se suma a una serie de reformas impulsadas por la actual gestión de ARCA. Desde la reestructuración del organismo, iniciada en octubre pasado, se suprimieron cientos de cargos, se cerraron decenas de receptorías en todo el país -por considerarlas innecesarias- y se eliminaron departamentos intermedios en la estructura jerárquica. Según fuentes oficiales, estas medidas forman parte de una estrategia para reducir gastos, mejorar la eficiencia y achicar el tamaño del Estado. 

En paralelo, la agencia lanzó un plan de retiros voluntarios con el objetivo de reducir aún más su planta, compuesta en su mayoría por empleados de planta permanente. Hasta ahora, más de 850 trabajadores habrían adherido al programa.