A fondo, con Carlos Varela Álvarez, el abogado que participó en los casos más resonantes del país
El abogado Varela Álvarez en casos nacionales que resonaron a lo largo y ancho de todo el país. En primera persona, realizó un repaso por las diferentes causas en las que participó y habló sobre la actualidad de la Justicia. Los casos Garrido n- Baigorria, Guardati, Zambrano - Rodríguez, Monzer Al Kassar, Marita Verón y muchos más.
Muchos de los casos más resonantes a nivel nacional tuvieron como protagonista a un abogado mendocino: el Doctor Carlos Varela Álvarez fue quien llevó adelante causas como el secuestro de Marita Verón, la muerte de Sebastián Bordón o la defensa de las moja Kumiko Kosaka y Asunción Martínez. En diálogo con "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, el abogado realizó un repaso de los casos más emblemáticos que marcaron su carrera.
"De los más antiguos fue el caso de Neme Ros, un caso muy conocido en Mendoza que le cambió la vida a mucha gente, incluso su mamá, Quitita Neme, que creó una fundación para ayudar a las víctimas. Nito fue asesinado en El Challao y ese fue un caso que conmovió a Mendoza en su momento. Esas primeras épocas fueron casos muy fuertes de origen policial: Garrido Baigorria, Guardati, la muerte de Sebastián Bordón en El Nihuil que cambió la policía en Mendoza durante el gobierno de Lafalla; Zambrano-Rodríguez, muertos y asesinados durante el gobierno de Roberto Iglesias por bala policial, se hizo ahora el juicio ante la Corte Interamericana y seguramente saldrá una sentencia condenatoria para el Estado", contó Varela Álvarez.
El abogado contó que el cambio en la policía y en la justicia se dió finalizado el siglo XX: "Hasta el año 2000, 2001, había todo un remanente de la Justicia que venía de funcionarios de los gobiernos militares y también la policía. Después tuvimos los juicios de lesa humanidad contra los jueces de la dictadura, donde estuvo Romano, Miret. Han sido muchos casos, otros casos donde la prensa estuvo un poco del otro lado, como la defensa de Daniel Aguilera, el Rengo; Al Kassar; y finalmente el caso más impopular para la prensa fue el caso Provolo, defendiendo a Kumiko Kosaka y Asunción Martínez. Un caso con la prensa a favor fue el de Marita Verón en Tucumán".
Varela Álvarez, al presentar sus dos libros, recientemente,
Además, el abogado comentó que presentó dos libros: uno referido a su vida profesional "Por las fronteras de la ley" y otro vinculado a una experiencia personal "Takeaway, historia de nuestros encierros": "Es una deuda que tenía conmigo mismo porque mi esposa siempre me decía que tenía que contar los casos. Muchos se van olvidando y por ahí la gente los conoce a partir de la memoria escrita. "Takeaway" creo que todos acá tenemos un libro para escribir sobre la pandemia, me pareció contar nuestra historia familiar. Yo imaginé un viaje a Chile, fue en el verano, íbamos a Papudo, entonces imaginé el cruce de los Andes, con todos los problemas que había este año de 14 horas. Y ahí empecé a recordar lo que había sido la pandemia para nosotros y lo que le pasó al país también, con las fiestas de Olivos, la violencia institucional, la chica de Mendoza que murió en una alcaldía en San Luis; Facundo Astudillo que lo anduvieron buscando por todos lados".
Además, contó que durante la pandemia trabajó para poder traer de vuelta a los argentinos en el exterior: "Como abogados no teníamos mucho, entonces me dediqué a pelear porque Fernández prohibió el ingreso de personas al país de los que habían quedado fuera. Entonces empecé a trabajar con la Comisión Interamericana haciendo presentaciones para que esos argentinos pudieran regresar. Ahí conocí un montón de gente, todo ad honorem, pero me sirvió".
Sus casos más resonantes
El abogado realizó un repaso por los casos más emblemáticos en los que participó, comenzando por el de Christian Guardati: "Guardati sigue desaparecido, el caso ahora está en la Justicia federal, tenemos varios procesados y ahí hay un problema porque la Justicia provincial sobreseyó a cuatro de esas personas. y hoy día está la discusión si pueden volver a ser juzgados o no. Pero sigue siendo un misterio, como Garrido Baigorria, que es increíble: a las dos de la tarde, un día sábado, en el Parque General San Martín y ahí lo secuestran. Dos personas que venían del barrio Flores, pasan la rotonda Orzali y ahí dos autos Renault 12 los detuvieron, nunca más se supo. El único recuerdo de ellos es que donde uno antes se sacaba la cédula, hay una placa que dice que acá fueron vistos por última vez. Son los primeros desaparecidos en democracia".
En esa línea, recordó también el desenlace del caso de Nito Neme, que conmocionó a Mendoza: "Fue muy doloroso porque fuimos a ese juicio y los condenaron a Aguirre y a la otra persona que trabajaban en una cooperativa policial y la Corte Suprema anuló el juicio porque detectó que uno de los reconocimientos del único sobreviviente no había sido bueno, o sea válido, y además porque a estas personas durante el juicio se los excluye de la sala. No había en ese momento una pantalla para poner, se los excluyó de la sala, el abogado se opuso".
A su vez, también rememoró el caso de Marita Verón, cuando todavía no existía la figura de la trata de personas: "Con Marita Verón se logra la ley de trata, se lo trata como un secuestro, pero lo más duro fue que incluso no había protocolo, el tribunal no aplicó ningún protocolo para los interrogatorios de las víctimas. Entonces, las personas que venían de los prostíbulos, que declaraban, fueron tremendos los interrogatorios, fueron durísimas las audiencias. Nos echaban de la sala, vivíamos peleándonos y terminaron absolviéndolos y luego la Corte los condena".
El caso Al Kassar
Uno de los casos que más se recuerda fue el del traficante de armas árabe Monzer Al Kassar, quien se encuentra preso actualmente en Estados Unidos. En ese marco, Varela Álvarez contó cómo llegó a defenderlo: "Yo me crié mucho en las playas de Chile, íbamos todos los veranos ahí, teníamos un grupo de amigos y un día uno de esos amigos, el Checho, me llama por teléfono y me pregunta si estaba allá y que me quería ver. Ahí me entero que trabajaba para una familia árabe en Chile muy conocida o mal conocida, los reyes de la basura. Ellos se especializaron en traer cosas usadas, neumáticos usados e hicieron un imperio. Y estos eran primos y el caso Menem a su vez estaba en pleno apogeo y me dijeron que querían averiguar del caso. Ahí empecé a trabajar en el caso. Primero conocí a su esposa Raghda Habbal, que cuando venía a Mendoza era una nube de periodista; y después conocí a Monzer (Al Kassar) en Madrid y después en Marbella. En Marbella lo fui a ver y veo que por todos lados estaba mi foto con él. Estaba solo y cuando me voy a ir, el empleado empieza a cambiar las fotos y pone del que venía después".
Repasando la historia, comentó que vino a la Argentina y que una abogada lo engañó diciendo que necesitaba tener propiedades y comprobar que viví aquí para poder tener la ciudadanía: "Se viene a Mendoza, donde por supuesto tenían otros primos, en Corralitos. Ahí hacen como que vivían hace mucho tiempo, como que tenían propiedades, y eso es lo que hace que todas esas declaraciones sean falsas. Efectivamente, él no vivía ahí. Eso fue un engaño de esa abogada porque él tenía un hijo argentino, y por tener un hijo argentino tenía derecho a la nacionalidad, automáticamente. Si uno tiene un hijo argentino, no tiene problemas legales, va al al juzgado federal".
Además, explicó que el sentido de la situación era conseguir el visado para Estados Unidos: "El día que obtienen la nacionalidad, Raghda Habbal va al consulado norteamericano, pide la visa, eso despierta la alerta del Ministerio del Interior de José Luis Manzano y explota en Mendoza con el juez Rodríguez. Ahí sale un grupo de casos de cosas turbias de otras personas, pero de ahí explota el lío político. Son expulsados del país todos y ahí comienza la historia de Monzer Al Kassar y cómo obtuvo su pasaporte".
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A su vez, contó que cada vez que estaban en Buenos Aires había una nube de personas alrededor de ellos, entre periodistas y curiosos: "Terminó mal porque el gobierno de Estados Unidos lo detectó en una operación de agentes encubiertos, haciendo negocio vendiéndole armas a las FARC, y como las FARC son consideradas terrorismo, entonces lo detienen como vendedor de armas a un grupo terrorista. Fue preso en Madrid y extraditado a Estados Unidos, condenado a cuarenta años. Yo seguí hasta el final del juicio en Argentina donde lo condenan y después quedó esto sujeto a la extradición, que era prácticamente imposible que lo traigan. Durante dos o tres años él siguió escribiéndome, mandándome saludos navideños. Quedó una buena relación, pero después ya no tuve más contacto con él".
¿Ha cambiado la Justicia?
Por otro lado, Varela Álvarez señaló que una de las mayores deudas de la Justicia es la impunidad: "Otra cosa es la calidad de la Justicia, yo creo que eso ha mejorado, hoy día la justicia es mucho más práctica que antes, apareció el juicio por jurado, la investigación ahora está en manos de los fiscales pero en los casos complejos sigue siendo una gran deuda: la policía sigue destruyendo la escena del crimen, las cárceles siguen siendo hacinadas. Han cambiado las cárceles, nadie puede negar que Almafuerte no es lo mismo que Boulogne Sur Mer. Una cárcel llena es una cárcel de fracasos de oportunidades perdidas, eso nos tendría que conmover a nosotros, por qué fracasa tanta gente, por qué llega tanta gente y por qué no se previó sobre todos los casos de femicidios, por qué llegamos hasta acá".
Sobre las cárceles, señaló que el hacinamiento es el principal problema: "Para poder estudiar tiene que hacer cola, para ir al médico tiene que hacer cola, para ir a la iglesia tiene que hacer cola. El problema es que no hay turno, entonces no voy a la escuela, me quedo en la celda. Puede ser muy buena la celda, pero si no tiene una estructura. Para mí el éxito está en la persona que sale donde existe algún programa que lo devuelva, porque si no vuelven a lo mismo".
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Además, recordó que en el caso de Sebastián Bordón les robaron todo en el estudio estando a dos cuadras de la casa de Roberto Iglesias y que en algunos casos se ha enfrentado a situaciones peligrosas: "Un caso muy doloroso para mí fue el de Mario Gómez, una persona que fue torturada en Mendoza, acusada falsamente de ser ladrón y violador, chileno, así que cuando fue a la cárcel fue un desastre, y esa persona fue declarada inocente y producto de esa de ese caso, nosotros metimos preso unos diecisiete policías, tres médicos, y después destituimos a un juez".
En esa línea, contó que también tuvo que tomar un vuelo pocos días después de la caída de un avión en sospechosas circunstancias en Estados Unidos: "Me toca una audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el año anterior había sido el atentado a las Torres Gemelas y cuando voy a ir, dos días antes se cae otro avión en Nueva York, un avión dominicano en octubre de 2002. Fue una discusión en la familia si ir o no ir. Lo hice, me despedí de la familia, no sabía qué iba a pasar pero no pasó nada. Después en la justicia, en los casos policiales, nos dimos cuenta que no hay forma de litigar esos casos, sino es como se dice, pateando puertas, tiene que litigar fuerte. No hay posibilidad de ser amigo del juez o del fiscal y la policía y esa gente lo tiene que sentir porque sino a uno el sistema le gana".
Además, comentó que existen casos en donde existen muchos puntos de vista y habló del caso Nisman: "Cuando no estamos con gente donde pensamos parecido, que es muy rico siempre, salen las distintas posturas. Hay una gran lección en eso: todos tenemos información sobre los casos por los medios de comunicación o por las redes, entonces es muy difícil tener la verdad. Me ha pasado que he visto casos por los medios, de repente estoy adentro y digo ‘pero esto no es tan así'. Cuando son casos mediáticos hay muchísima información. Lo que uno puede tener es una opinión, y eso no quiere decir que sea la verdad, sino que es un punto de vista. En mi punto de vista, creo que es un caso muy difícil, muy complejo pero yo apoyo la teoría del asesinato, pero desde una posición de no conocer todas las actuaciones. Por más que sea abogado, soy solamente un lector y en esa lectura me inclino más por esa posición. Si uno hiciera un pronóstico de juicio yo creo que es muy difícil llegar a una sentencia".
Finalmente, contó que lo llaman para salir en televisión, aunque no es algo que le guste mucho: "Me han invitado pero no me gusta mucho porque justamente cuando veo esos programas de televisión y los abogados se ponen a opinar y dan punto de vista lo hacen demasiado asertivamente. A lo mejor hay cuestiones técnicas importantes, pero en general debe primar siempre el sentido común de quienes informan o hablan", concluyó.
Varela Álvarez junto a Monzer Al Kassar.
Con Susana Trimarco, madre de Marita Verón.
Presentan dos libros de Carlos Varela Álvarez https://t.co/H19zsoTXq1 pic.twitter.com/PCcPc85aLG
— Memo (@memodiario) June 26, 2025