Del "cisne negro" al "rinoceronte gris": qué puede pasar con la presidencial de 2023

Premiado como Líder Emergente por The Georgetown University, Ezequiel Parolari analizó para Memo el panorama político latinoamericano pero se detuvo en la Argentina. "El presidente no tiene imagen", dijo y analizó el fenómeno de Milei y los posicionamientos del peronismo y Juntos por el Cambio.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Los analistas detectan en la ciudadanía latinoamericana -y no solo en la argentina- un descontento con la política. No es bronca contra la democracia, porque no se la rechaza, sino insatisfacción con la dirigencia que no encuentra cómo ni con qué cumplir con lo que prometió en la campaña electoral. No tenían diagnósticos previos, y mintieron, o no estaban del todo preparados: decepcionan y enojan a los votantes.

Frente a eso, han surgido "cisnes negros", es decir -como lo teorizó quien primero usó el término, Nassim Nicholas Taleb- emergentes, sorpresas. Pasó recientemente en Chile, en donde ganaron las elecciones primarias quienes nadie esperaba que lo hicieran y, de hecho, la presidencia también. En su momento sucedió en Brasil con Jair Bolsonaro y sin dudas, sucedió en el políticamente convulsionado pero estable económicamente Perú, con la elección de Pedro Castillo que arrancó último entre más de una docena de candidatos y hoy es presidente (aunque le están pidiendo la renuncia en las calles y en el Congreso).

Pero hay otro fenómeno en el que nos introdujo el experto en comunicación política y campañas electorales Exequiel Parolari: la posibilidad de que otro animal aparezca, ya no como un ave oscura pero grácil, sino como "rinoceronte gris". El término lo acuñó Michele Wucker en "The Gray Rhino" y lo hizo para referirse a un peligro que es obvio, visible y que afecta a las personas directamente, aunque no lo vean venir.

Parolari pasó por Mendoza, es marplatense aunque trabaja y reside desde Guayaquil, Ecuador, desde donde parte a diversos puntos del continente a asesorar en estrategias proselitistas. Lo ha hecho en varios países y es requerido por sus habilidades, conocidas en el mundillo, pero además, tras haber sido distinguido con el Premio Líder Emergente 2016 otorgado por The Georgetown University, en Washington D.C. 


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Ha trabajado en América Latina y España, pero Argentina lo desvela, como a todos, aunque seguramente más a él, quien se sale de la vaina cuando se le pregunta por los errores garrafales de tal o cual referente y piensa que sabría como asesorarlo para corregirse, pero a la vez duda si la petulancia les permitiría escuchar un consejo.

"Para 2023 hay un gran signo de interrogación sobre quiénes serán los candidatos y sobre todo, cómo se va a ir estructurando el emergente de Javier Milei", sostuvo en diálogo con Memo en un café de la Peatonal Sarmiento.

Señaló que si hay que elegir a una palabra para definir la situación del electorado, la gente, esa es "desconfianza". "Hay informes del BID que alerta sobre la desconfianza que hay hacia la política. Y esa desconfianza genera baja institucionalidad, incertidumbre, apatía política; que la gente ya no quiera ir a votar. Algo que ya se vio en Ecuador, Bolivia, Perú o Chile. La ciudadanía se siente apática a la hora de ir a votar, pero termina yendo a hacerlo porque todavía cree que las cosas pueden cambiar", analizó (ver video completo haciendo clic aquí y, de paso, suscribite al canal de YouTube para tener antes que nadie lo que se publica). 

Hay un punto de coincidencia entre lo que Parolari analiza, desde su mirada domiciliada en Ecuador pero panóptica sobre el continente, y lo que le contó a Memo en otro café el analista Gustavo Córdoba (ver aquí). Se trata del punto en el que señalan que la sociedad les otorga menos tiempo a los políticos para ejercer y ser evaluados. Córdoba habló de los 8 años de Cristina Kirchner, 4 de Mauricio Macri y 2 de Alberto Fernández. Al cabo de esos períodos fueron castigados con derrotas.

Parolari sostuvo, en sus términos, que "las lunas de miel de los electores con sus elegidos dura cada vez menos en América Latina". Explicó por qué: "Es que se genera tanta expectativa en las campañas, en donde se sobrevalora la esperanza, que la exacerbación de las promesas de campaña genera que luego la ciudadanía diga ' me prometieron, me prometieron, me prometieron, y no cumplieron absolutamente nada'". "Es cuando se escucha que se dice -continuó- que 'la política no me escucha, la política no me representa, los políticos no están haciendo lo que yo necesito que hagan' y entonces aquellas lunas de miel se acaban rápido".

¿Qué campañas hacer para no exagerar expectativas? El experto sugirió que los políticos hagan otro tipo de campañas de difusión para conseguir el voto, "más reales", indicó. En ese sentido, propuso ponerle plazos sinceros a lo que piensan hacer y hablar de procesos, "porque -dijo- la vida son procesos, y explicar qué se puede hacer realmente en tantos años, y qué prevé el proyecto político de 4, 6 u 8 años".

Cisne, rinoceronte o lo que sea. Para Parolari, hay una posibilidad de "cisne negro" en la política Argentina que es Milei, que "está recogiendo voto joven y descontento". Sin embargo, alertó en torno a que "no es lo mismo el período de percepciones como aquel en el que realmente haya que ir a votar". "A la hora de votar -despejó las dudas- la gente piensa mucho más qué es lo que realmente quiere". Consideró que, efectivamente, se da un péndulo, si se considera que del kirchnerismo se pasó al macrismo, luego al kirchnerismo y todo indicaría que está el territorio fértil no solo para la vuelta del macrismo sino que hasta del propio Macri. "Hay un péndulo, Horacio Rodríguez Larreta está muy consolidado, pero el peronismo puede tener su propio cisne negro. Es interesante ver cómo va mutando la política argentina: hace 5 años atrás Milei era solo un personaje mediático y hoy es un candidato presidencial", opinó.

El peronismo de bajo octanaje de Alberto Fernández y el presidente sin imagen. "Le quedan dos años -analizó- y es muy difícil su situación interna. Hay toda una diatriba interna que claramente no deja bien parada la imagen presidencial". Parolari indicó que "no hay una imagen presidencial; ya nadie respeta, lamentablemente al presidente. Se ve un presidente desgastado, desprolijo, que comete muchos furcios, se lo compara mucho con la época de (Fernando) De la Rúa. Entonces, la institucionalidad argentina no está siendo bien representada. No hay una acefalía, pero hay un vacío de poder en donde la gente se pregunta quién la representa, quién gobierna y cómo lo hace. Argentina necesita una persona que indique cuál es el proceso político que viene".

¿Quiénes asesoran al Presidente y los políticos? ¿Quiénes deberían hacerlo y a quiénes no deben preguntarle nada de nada? Lo responde Ezequiel Parolari en el video abajo:





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