El Papa cumple 85 años, lo que anula su autoprofecía

Jorge Mario Bergoglio, el "Papa del fin del mundo", cumple hoy 85 años y con ello, sobrevive a su propia profecía, que indicaba que duraría "unos tres años" en el papado. Se presume que, al momento de exponer su pesimismo en torno al mandato en el Vaticano, Francisco se ceñía a condiciones de salud y no a una posible renuncia, como la de su antecesor, Josep Razinger, Benedicto XVI. 

Sin embargo, a pesar de sus achaques, que lo han llevado a suspender procesiones de Semana Santa y hasta a guardar reposo en varias oportunidades, su energía parece continuar intacta.

Bergoglio había señalado a poco de ser elegido por el Colegio Cardenalicio hace 8 años, el 13 de marzo de 2013, que duraría "poco tiempo" en la silla de San Pedro, y centró en ese "apuro" por gobernar la Iglesia una serie de reformas, la mayoría de las cuales han caído en saco roto y han quedado más como relato que como verdaderas transformaciones.

Su accionar ha sido gestual: la ropa que usó cuando le fue impuesto el cargo, lejos de los fastos pontificios tradicionales, alojarse en Santa Marta en lugar del Palacio habitual, han marcado su papado. Lo mismo su relación con los pobres e inmigrantes, a quienes abraza en su cumpleaños y generan la foto que se distribuirá a todo el mundo.

Sin embargo, a la hora de haber encarado cuestiones de fondo no consiguió respaldo dentro de la Iglesia y hasta ha sufrido amenazas de sisma.

Quien definió el carácter del relato estilo peronista de Bergoglio fue el teólogo y exoficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano, Krzysztof Charamsa, quien en diálogo con el programa "Tormenta de Ideas" lo definió así: "Abraza a los que podrían atacarlo para que no lo hagan, pero no cambia sus realidades".

Jorge Mario Bergoglio, nacido en Buenos Aires en 1936 es el pontífice número 266 de la Iglesia y pasará a ser hoy uno de los 10 Papas más longevos de la historia. El de más edad es Vincenzo Gioacchino Raffaele Luigi Pecci, elegido en 1878 como León XIII, que duró en el cargo hasta su muerte, con 93 años y 140 días.