El Gobierno estira los tiempos en el Congreso y busca pactos selectivos con gobernadores

Tras la derrota legislativa en el Senado, la Casa Rosada apuesta a demorar el avance de proyectos clave y concentrar recursos en un puñado de provincias para sostener los vetos de Milei y contener la presión opositora.

El oficialismo definió su hoja de ruta para atravesar un segundo semestre que prevé "imposible" en materia parlamentaria: ganar tiempo y elegir cuidadosamente con quién sentarse a negociar. La estrategia, delineada tras el traspié en el Senado con la aprobación de mejoras para jubilados y fondos para discapacidad, combina tácticas de dilación en Diputados con una política de alianzas provinciales focalizadas.

Mientras Javier Milei ratifica su decisión de vetar (tiene 10 días desde el jueves) las leyes aprobadas, el equipo cercano al presidente planea agotar los plazos legales y estirar al máximo los debates en la Cámara baja, apostando a que el receso invernal y la fragmentación opositora jueguen a su favor. En paralelo, la Casa Rosada pondrá la mira en un reducido grupo de mandatarios provinciales, a quienes promete apoyo financiero diferenciado, mientras descarta repartir recursos de forma pareja entre todos los distritos.

Los elegidos hasta ahora son gobernadores como Leandro Zdero (Chaco), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Alfredo Cornejo (Mendoza), aunque no se descarta sumar aliados con peso legislativo, como el santiagueño Gerardo Zamora. En cambio, otros mandatarios con escaso aporte de votos, como Jorge Macri en la Ciudad de Buenos Aires, quedan fuera de los planes del Gobierno, que no oculta su tensión con el jefe de Gobierno porteño.

La meta inmediata es sostener los vetos presidenciales y frenar proyectos como la distribución de Aportes del Tesoro Nacional y el impuesto a los combustibles, que podrían desfinanciar la caja oficial si prosperan. Para eso, el oficialismo confía en tener mejores chances en Diputados, donde la incidencia de los gobernadores es menor y la alianza con sectores del PRO y espacios aliados puede inclinar la balanza.

Mientras se acumulan derrotas parlamentarias, en el entorno de Milei ya admiten que la prioridad es resistir hasta el recambio legislativo y asegurar la capacidad de bloquear la agenda opositora. Para entonces, la apuesta es que el desgaste del Congreso juegue a favor del relato libertario. Hasta diciembre, la consigna es clara: demorar, vetar y negociar de a pocos.




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