El largo adiós a Chicahuala, el funcionario necesario, resistido e incompatible
Quién es, cómo llegó y por qué se fue Daniel Chicahuala del Gobierno. Un perfil de un funcionario que concentró mucho poder y que cometió un acto de impertinencia, que lo llevó a la incompatibilidad.
El nombre del ahora exfuncionario Daniel Chicahuala venía resonando desde hace mucho más que una semana, cuando fue descubierto creando una consultora de obra pública con su propio nombre aun ejerciendo el cargo de jefe de Gabinete del Ministerio de Planificación e Infraestructura. Sectores empresarios de la construcción venían señalándolo ya en el último año de gestión de Alfredo Cornejo y Martín Kerchner por lo que consideraban como "un todopoderoso sin freno", aun en medio de una gestión hipercentralizada en el Cuarto Piso como fue la anterior.
Se fue o "lo fueron" cuando días atrás el propio gobernador Rodolfo Suarez detectó que había abierto una consultora particular, con su nombre, "DCH Consultores" y que la promocionaba en todas las redes sociales. No fue por nada vinculado a Portezuelo del Viento, como algunos especulan interesadamente. Si se dedicara a la obra privada, vaya y pase. Si elegía otro nombre para su empresa, ¿lo hubieran detectado? Su propia impertinencia le dio el empujón final, demorado en el tiempo porque era uno de los tres que "más saben" de Portezuelo del Viento, la única gran obra que por mucho tiempo habrá en el país y que, por ello, ya concita la atención de todas las empresas que se ven en peligro ante la parálisis económica por carencia de plan y también por la pandemia, que sirve como excusa. Uno era él, otro Martín Kerchner (ahora en el directorio de YPF y en la que ejerce un cargo clave como experto financiero del Audit Committee Financial Expert) y Emilio Guiñazú Fader, en pie junto al ministro Enrique Vaquié como subsecretario de Energía e interactuando con Mario Isgró.
Resistido por sectores de la construcción que más de una vez pidieron su remoción, sin haberlo conseguido, su nombre solo fue pronunciado en clave en muchos discursos anuales de cámaras empresarias como reproche al Gobierno. Pero desde la gestión se lo necesitaba. No sobran expertos en contratos y él lo era, habiendo ejercido a nivel internacional en Odebrecht. Comenzó trabajando en México en 2002 para ser trasladado a Odebrecht Dubai, en donde estuvo entre el 2003 y 2008. Después estuvo 3 años en Colombia y volvió a Mendoza en el año 2011para hacerse cargo de las contrataciones de administración en el proyecto Potasio Río Colorado.
Otro jefe de Gabinete lo sugirió para el cargo en la anterior gestión de Vaquié como "hiperministro" de Cornejo y les sonó lógico. Luego, les costó sacárselo de encima una vez que concentró poder, según lo cuentan en voz baja, aunque sin explicar por qué lo permitieron. Y finalmente, siguió como subsecretario de Infraestructura junto a Kerchner, cuando Vaquié renunció y al arribo de Isgró -que no lo contaba en su equipo- solo pudo "correrlo" del punto de decisiones hacia un cargo de asesor. Por sus antecedentes, le tocó ser el jefe de los asesores, hasta ahora.
Los allegados a Chicahuala dan una respuesta al hecho de su salida: lo creen "más" de lo que se lo considera y sostienen que lanzó la consultora porque "ya tenía decidido irse". La excusa o versión de su lado da cuenta de que "el peronismo no le dará obra pública a Suarez y no tenía más nada que hacer allí". Pero las formas, en la administración pública, valen mucho. Tal vez no en Odebrecht, y armó un negocio que lo tenía de ambos lados del mostrador. No es el Cristóbal Colón del asunto, ya que resulta difícil detectar -aunque existen- modelos similares en la maraña del Estado. Pero en este caso hizo ruido.
En este caso, aunque se filtren mil sospechas en torno a qué hacía antes y qué hará ahora el funcionario que salió del puesto en un área clave, fue la actitud más que la evidencia lo que lo expulsó del círculo. En el Gobierno, sin embargo, la sensación que se transmite es de alivio.
