Fentanilo en Argentina: un laboratorio con antecedentes, en la mira
La exministra de Salud de la Nación Graciela Ocaña explicó los riesgos de esta droga tanto en su comercialización legal como ilegal y señaló que el Gobierno debe ser precavido al momento de desregular los controles que se realizan.
Un hecho que preocupa a nivel nacional ha sido el número de fallecidos por administración de fentanilo que se han ocasionado en los últimos días. La exministra de Salud y legisladora porteña Graciela Ocaña habló en "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, y se refirió a los peligros que implica el poco control sobre este medicamento, además de señalar que el Gobierno debe ser cuidadoso al momento de desregular controles vinculados a la salud.
"El fentanilo es una droga que tiene dos usos: el uso legal, que tiene que ver con el uso en terapias, fundamentalmente en terapias intensivas, que es de la contaminación de la que estamos hablando, por eso es más grave porque debía haber habido todos los controles; y después el aspecto ilegal, que es el desvío muchas veces de este producto, que es un producto que está controlado por Naciones Unidas o por organismos internacionales su comercialización y que termina en manos de narcotraficantes", señaló Ocaña.
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La exministra de Salud explicó que ilegalmente no es de las drogas que más circulen en la región, aunque en el último año y medio han existido muchos robos de fentanilo legal que termina en el mercado ilegal: "De lo que estamos hablando acá es un caso muy grave: un laboratorio, HLB Pharma, que en su manufactura de fentanilo, que se importa originalmente en general de India y de China, se manipuló no siguiendo los estándares que el laboratorio debe seguir y que ha traído como consecuencia la muerte hasta ahora de 34 personas, que estaban internadas por distintas razones en distintos hospitales, tanto públicos como centros de salud privados en nuestro país, y que murieron a causa de este medicamento que estaba en mal estado".
Para bajar tranquilidad, la legisladora porteña señaló que los productos de esta empresa fueron retirados del mercado: "Si uno está enfermo, no va a encontrar dentro de las terapias donde uno encuentra en general el fentanilo, este tipo de droga. Lo grave es que los laboratorios están controlados por el Estado, por Anmat. Acá hay que ver qué rol tuvo Anmat sobre este laboratorio, que es un laboratorio que tiene muy malos antecedentes".
Sobre los antecedentes del laboratorio, Ocaña comentó que cuando fue directora de PAMI en 2006 denunció a uno de los dueños por estafas: "Este mismo laboratorio, a través de subsidiarias, es una red. HBL Pharma es uno, con el nombre con que se comercializan, pero es una red de laboratorios: está el laboratorio Ramallo, que apareció en la causa de la venta ilegal de efedrina, que terminó con asesinatos y empresarios mexicanos que comercializaban a través de la Argentina vía México, efedrina a los Estados Unidos. Otro laboratorio que también es parte de este grupo, que se llama Apolo en Rosario, en el 2016 hubo una explosión porque el laboratorio evidentemente no estaba en condiciones de funcionamiento, que trajo como consecuencia la muerte de varias personas, incluso afectó a casi toda una manzana en el centro de Rosario".
La exfuncionaria señaló que este laboratorio ha tenido denuncias de Anmat por problemas con su manufactura y que no se entiende que hoy sea el principal comercializador de fentanilo en el país: "También estuvieron involucrados en las vacunas Sputnik, fueron los que viajaron con las autoridades de la provincia de Buenos Aires y del Ministerio de Salud de la Nación para comprar estas vacunas a Rusia. Llama la atención la falta de controles. Ojalá que ahora las autoridades realmente hagan lo que tienen que hacer y creo que también es la oportunidad para discutir en la Argentina la existencia de lo que se llaman los medicamentos genéricos: nosotros tenemos una ley que se llama de genéricos, pero no tenemos medicamentos genéricos: es decir, que todos los medicamentos que circulan en la Argentina no solamente tienen buenas prácticas de manufactura, que son los que estamos consumiendo actualmente, sino que tienen estudios de biodisponibilidad y de biodiversidad, es decir que son todos iguales y eso es muy bueno porque esto podría quizás hacer bajar los precios de los medicamentos que hoy son un consumo que ha aumentado muchísimo sus precios en la Argentina, mucho más que la inflación".
Sobre el poder de los laboratorios y el hecho de que nadie sea capaz de afrontar el tema seriamente, Ocaña señaló que hay "muchos intereses" detrás: "Primero, que son muy fuertes: Argentina tiene laboratorios muy buenos que comercializan y exportan medicamentos al mundo de primera calidad; y tiene otros que no son de este nivel y creo que lo que tenemos es que mejorarlos o tratar de discutir nuevas leyes que promuevan los medicamentos genéricos en la Argentina. Creo también que hay muchos intereses, porque siempre se dice en el mundo de los laboratorios que se importa por centavos y se vende por miles de millones".
A su vez, señaló que la situación "la está investigando la justicia" y que este laboratorio ingresó a casi todas las provincias argentinas con productos de bajo costo, pero mala calidad: "Tenemos que discutir una ley de genéricos, porque muchas veces en el gobierno que nos dicen ‘ustedes elijan por precios el medicamento que toman', no todos los medicamentos, y los médicos lo saben muy bien, son iguales y eso muchas veces hace que cuando nosotros estamos enfermos, la verdad que no somos consumidores. Yo sé de una galletita, puedo elegir el paquete por precios, si este me conviene más o me conviene menos. Pero en un medicamento, muchas veces esa elección lleva a esto: a comprar mala calidad, que terminen en esta situación lamentable de 34 personas fallecidas y creo que lamentablemente va a haber varias más porque se están investigando varias muertes y seguramente tuvieron que ver con esta contaminación".
Por otro lado, Ocaña señaló que las drogas sintéticas se producen a partir de las mismas drogas y colocó el ejemplo de la efedrina, que fue la droga "de moda" en Estados Unidos en la década del 2000: "En el caso del fentanilo también tiene una determinada cantidad de controles, lo que es extraño es que este laboratorio con estos antecedentes sea el principal importador y productor de fentanilo en el país. Ha estado pasando en todos los hospitales, en todos los distritos, en todas las provincias, que se están robando fentanilo legal, que termina consumiéndose en el mercado ilegal. Entonces esto tiene que controlarse porque el fentanilo es una droga devastadora para las personas, en Estados Unidos lo han sufrido y aparte cuando lo reducen, lo mezclan, se producen este tipo de contaminaciones que traen la muerte efectiva de las personas. Es una droga muy controlada y la Argentina tendría que ver quién la está manejando porque un laboratorio con estos antecedentes deja muchas dudas".
Desregulaciones y control en la industria.
La exministra de Salud se refirió a las desregulaciones que está realizando el gobierno sobre Anmat y si bien marcó que muchas de ellas son necesarias porque pertenecen a una Argentina del pasado, hay otras que deben ser tomadas con precaución: "Por un lado tenemos que se desregulan muchísimas cosas y por el otro se pretenden regular. Por ejemplo, Argentina tiene la autorización para que los medicamentos más modernos que se producen y son autorizados en el mundo, ingresen en la Argentina para tratamientos de enfermedades graves como cánceres. Resulta que un gobierno que quiere liberar, hay un trámite que se llama ‘trámite rápido', es decir que si un medicamento está autorizado por estas agencias regulatorias que ya hicieron todas las pruebas, no se repiten en la Argentina porque eso demora varios meses e impide a muchas personas acceder a ese tratamiento. Ahora quieren regularlo, quieren impedir que ingresen esos tratamientos ¿por qué? ¿Para proteger a quién? ¿A los pacientes, a los enfermos? No, para proteger del costo que no lo tengan que pagar las obras sociales y las prepagas. Entonces, por un lado desregulamos, pero por el otro cuando hay cosas que están desreguladas, como por ejemplo esto, quieren regularlas".
En esa línea, señaló: "Hay controles que son inútiles, pero hay controles en temas como alimentos o medicamentos, que son imprescindibles. No vaya a ser cosa que lo que se busque es dinamitar los controles que hay, que como vemos tienen sus agujeros porque aquí ha fallado en el tema de fentanilo, pero que evita y por lo menos organiza en todo el país, el consumo y la distribución de medicamentos. Yo lo que temo es que pase como en los 90, que se pasaron la salud y la educación a las provincias sin fondos y después cada provincia tiene un nivel educativo distinto, pasaron varios años hasta que se volviera a organizar esto. La Argentina tiene que ser eficiente y el Estado tiene que ser eficiente, no impedir que cualquier habitante pueda comprar lo que desee y hacer lo que quiera. Yo defiendo mucho la libertad, pero ojo: una cosa es la libertad y otra es el libertinaje".
Finalmente, señaló que los fanatismos no son buenos y que si bien el gobierno debe desregular, que lo haga con las precauciones debidas: "Yo siempre he apoyado esto, tengo proyectos, incluso muchos para eliminar, los que me conocen en la gestión saben que yo eliminé muchas de las trabas que hacían, que por ejemplo en el PAMI no podían ingresar muchos proveedores para abaratar costos, porque ya alguien tenía la quintita cerrada. A mí me gusta abrir porque cuando uno abre a las compras, abre a la competencia, en general se tienen mejores productos, mejor calidad, y fundamentalmente costos más bajos. Pero hay que tener cuidado también porque a veces en estas desregulaciones lo que se barre son los controles mínimos que como ciudadanos necesitamos para saber que lo que estamos consumiendo de medicamentos, de alimentos, sean algo correcto", concluyó.