Modestos festejos por el presente, pero muchas dudas para el fin de año

Esta semana el presidente Javier Milei, en varios discursos y presentaciones, salió a "festejar" ciertas noticias que son propias de la macro, pero que a las personas mucho no les llega. Evidentemente, hay datos muy positivos, como la disminución de las tasas de inflación, la menor emisión monetaria, el aumento de las reservas internacionales, la disminución de organismos, aunque aparecen dudas acerca de conseguir el objetivo de aprobar la ley bases y otras normas en el Congreso. Milei es muy intenso y no tiene noción de oportunidad y vive agrediendo a los que necesita.

Por esta razón muchos operadores comienzan a tomar medidas precautorias a la espera de que aparezcan medidas institucionales que le den seguridad jurídica al futuro del país. De todos modos, y aunque el presidente diga que no le interesa, los representantes del gobierno siguen negociando y, en ese caso, el ministro del interior, Guillermo Francos, está desempeñando una tarea encomiable.  

La nueva Ley Bases y las posibilidades que se le abren al gobierno si se aprueba

Lo cierto es que ya son muchas las voces alertando acerca del atraso cambiario, en el caso del dólar oficial, así como el del blue, basados en algunos incentivos, pero eso no permite seguir los ciclos habituales. En este momento, el dólar está subiendo en el mundo por que la Reserva Federal no baja las tasas y porque los ataques de Irán, y la prometida respuesta de Israel, generan un clima de incertidumbre.

La suba el dólar hace que bajen los precios de las monedas de los países que cotizan contra el dólar. El dólar sube en Brasil, pero no es el gobierno el que devalúa su moneda. Los mismo ocurre en Chile, donde la cotización flota libremente, y el dólar sube y el peso chileno se devalúa, pero el gobierno no interviene. Ante estos movimientos, el gobierno no permite las fluctuaciones y así, además de favorecer cierta estabilidad, está comprometiendo el futuro porque, al liberarse, el mercado compensa las distancias y eso va a generar un problema inflacionario muy grave.

El panorama financiero, por ahora, luce positivo. El gobierno ha comprado más de 20.000 millones de dólares y eso permitió reducir la deuda que tenía con los importadores, aunque restan unos us$2500 para llegar a una posición neutral. Mientras tanto, el Banco Central volvió a bajar las tasas de interés de referencia a 60% anual, lo que inducirá a una baja de las tasas que se pagan en plazos fijos, pero también bajan las tasas de los préstamos.

Hoy se puede ver cómo los bancos están dejando de prestarle al Banco Central y se lanzan a ampliar cartera de clientes, ya sea entregando tarjetas de crédito u ofreciendo préstamos personales. Incluso algunas entidades ya están ofreciendo préstamos prendarios y dos o tres entidades han comenzado a ofrecer hipotecarios. Lógicamente aún es prematuro, pero es probable que en los próximos tres meses se comiencen a ver algunos resultados en materia de recuperación del consumo.

Las dudas sobre el futuro

El presidente Milei se dedicó esta semana a fustigar a economistas profesionales que "osaron" poner en dudas el plan (que no es plan sino un conjunto de medidas) económico y, sobre todo, habían puesto en duda la sustentabilidad del mismo. Lo que preocupa es que no hay una baja real de gasto en forma pronunciada, sino que se está llegando al superávit licuando partidas, posponiendo pagos de luz, gas y obras públicas y achicando algunos sectores, pero no con la velocidad necesaria, y atrasando el tipo de cambio oficial.  

Quiénes estuvieron y qué se dijo en la "Cena de la Libertad", con un stand up de Milei

Dado que las tasas de inflación aún son muy altas, se supone que el tipo de cambio tendrá que tener alguna corrección. Lo que estos economistas temen que, si llega a liberar el mercado y se levanta el cepo, se produzca una corrida sobre el dólar que genere una nueva explosión inflacionaria. Esto está generando un problema para el gobierno ya que muchos productos de soja no están vendiendo su producción y acumulan en silobolsas esperando que suba el grano o se haya un sinceramiento en la paridad cambiaria.

No obstante, el gobierno volvió a bajar las tasas de interés basado en un anticipo de una medición de la última semana de abril que arrojaba una parcial deflación de precios. Incluso, un reporte de la consultora Eco Go que decía que la inflación del mes podría alcanzar 7,3%. Estos fueron los datos que animaron a los funcionarios a bajar las tasas para seguir con el camino que anime a los bancos aprestar y a los argentinos a tomar deudas con tasas más razonables.

De todos modos, todas las expectativas están puestas en el tratamiento que tendrá en la Cámara de Diputados el nuevo proyecto de Ley bases, que tuvo un dictamen favorable en Comisión, aunque en el pleno deberá competir con otros 3 proyectos y el juego de los números comenzará a jugar su lugar. Esta ley, junto a la ley financiera, juegan un rol muy importante porque permitiría destrabar el inicio de las inversiones y mayor cantidad de personas trabajando en blanco.

Además, dado que involucra la restitución del impuesto a las ganancias a los trabajadores en relación de dependencia (se llamará impuesto a los ingresos) y una moratoria impositiva y un blanqueo de capitales, le traerán nuevos recursos al Tesoro. El blanqueo laboral permitirá que las empresas pongan en blanco sus trabajadores sin tener que pagar multas, mientras que reemplaza el régimen de indemnizaciones por despido por una especie de seguro de desempleo, similar al que funciona en la construcción.

Por ahora se festejan algunos datos positivos, pero quedan dudas hacia el futuro. Una parte puede quedar develada si el Congreso aprueba las leyes que pide el gobierno. Otra parte dependerá de la confianza de los operadores y los exportadores para liquidar sus exportaciones y aportar los dólares que el Gobierno necesita.