Irak y por qué el Papa casi no visita países del Norte
"Su ecumenismo es amplio, no pretende convertir a los musulmanes sino que quiere dialogar y conseguir la paz", señala en este artículo analítico Alberto Isuani sobre la visita de Francisco a Irak.
Entre del 5 y el 8 de Marzo, el papa Francisco visitará Irak. Podría parecer un viaje más de los que nos tiene acostumbrados Francisco que, siguiendo los pasos de Juan Pablo II, rompieron la burbuja europea y se animaron a llevar la valija por el mundo para tomar contacto con los problemas reales de todos los pueblos, y no solamente con los problemas del centro.
Este Papa casi no visita países del Norte. Se siente más cómodo tomando contacto con la periferia, con el Tercer Mundo. Allí están los pobres, los desamparados, los sufrientes. Allí están los heridos y los muertos de las guerras inventadas. Allí está el "olor a oveja".
Hablando de guerras inventadas, no debemos olvidar que el Papa viaja a un país doblemente invadido. En 1991 siendo presidente George Bush (padre) y bajo a responsabilidad militar de Dick Cheney se realizó la primera invasión que produjo un millón de muertos y miles de desplazados. Luego, cuando su hijo George Bush fue presidente, y su vicepresidente Dick Cheney, se gestó la segunda intervención militar a Irak que derrocó a Sadam Hussein en 2003.
Escribe Alberto Isuani ¿Multipolarismo?
En la primera guerra, Bush padre estableció zonas de exclusión en Irak, pero no se animó a llegar a Bagdad. Temía la caotización de ese país que quedaría sin dirigentes y proclive a duros enfrentamientos internos. En esta primera intervención, el motivo aducido era liberar Kuwait que había sido invadido por Sadam, quién a su vez justificó la invasión porque Kuwait no quería adherirse a un aumento del precio del petróleo. Sadam necesitaba dólares para poder pagar la deuda por los armamentos que occidente le había vendido para enfrentar a Irán, que fue un esfuerzo de desestabilización instigada por EEUU para derrocar al gobierno de los ayatolas.
Francia, Alemania, China y Rusia se opusieron a la incursión de EEUU porque sabían que el verdadero motivo, era adueñarse de las reservas petroleras de Irak, que son las segundas en el mundo después de Arabia Saudita, y que Sadam pensaba dar en licitaciones de explotación a China.
La segunda invasión, en el 2003, fue para derrocar a Sadam haciéndolo responsable del eje del mal. Era el enemigo fundamentalista que había sido el responsable del atentado de las Torres Gemelas. También se le atribuía la nunca probada posesión de armas químicas y nucleares. Francia y Alemania no creyeron tampoco este argumento y no participaron en la invasión. La decisión de Inglaterra de acompañar a Bush en esta aventura, le costó el gobierno a Tony Blair, prometedor líder laborista que con su Tercera Vía, que había derrotado a Margaret Thatcher.
No es tampoco casualidad que Bush padre y Bush hijo estuvieran vinculados al negocio petrolero y que Dick Cheney, quien dirigió la segunda guerra, fuese en los 90 CEO de Halliburton, una importante multinacional petrolera norteamericana. Al mismo tiempo privatizaron el negocio militar, dándole a estas empresas zonas de control en Irak y piedra libre para torturar y matar.
En todos los artículos que he leído, se menciona como objetivo de este viaje la intención del Papa de tomar contacto con la comunidad cristiana de Irak y consolarla, ya que ha sido diezmada por las persecuciones y acciones de violencia. El Papa también se reuniría en Irak con un importante líder chiita, el Ayatola Al Sistani, porque considera que el diálogo con el islamismo es fundamental. Su ecumenismo es amplio, no pretende convertir a los musulmanes sino que quiere dialogar y conseguir la paz.
Por lo tanto, es importante saber: ¿a qué país llega el Papa? Lo cierto es que Irak es un país sufriente. Existe una gran culpa por parte de sus dirigentes incapaces pero también hay una responsabilidad primordial del Occidente cristiano que a través de sus empresas petroleras y de armamentos le ha ¨hincado¨ el diente a ese país. El Papa no puede simplemente tomar una postura de consolación con el sufrimiento, sino también tratar de explicarlo. Pueda ser que el Papa diga algo sobre esto. La consolación ya no basta. hay que conocer a los responsables. Son 200.000 de muertos y 1.000.000 de desplazados, y ningún líder mundial se hace cargo.
A Estados Unidos, Inglaterra y Francia no les interesa la democracia, si fuera así no mantendrían desde hace años una alianza férrea con la monarquía de Arabia Saudita, estado terrorista, que ahora se demuestra responsable entre tantos crímenes del periodista saudita Jamal Khashoggi. Como así también el derrocamiento del gobierno democrático de Egipto, que habían ganado los musulmanes en elecciones libres, pero que EEUU e Israel derrocaron para garantizar despejarles los posibles enemigos de Israel.
Sintetizando, el Papa visitará un país desvastado y caotizado. El problema de la persecución de los cristianos es importante, pero lo más importante es frenar los intereses foráneos que operan en Irak y encontrar una clase política, que esté a la altura para democratizar un país en un contexto de posguerra. Por eso la guerra interreligiosa encubre bajo las sotanas y las faldas musulmanas profundos intereses económicos y financieros.